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Barricada dice adiós a lo grande

El grupo navarro ofrece en Pamplona, sin El Drogas, el primero de sus conciertos de despedida

Concierto de Barricada en el pabellón Anaitasuna de Pamplona, el pasado viernes
Concierto de Barricada en el pabellón Anaitasuna de Pamplona, el pasado viernes FERNANDO LEZAUN (EL PAÍS)

Barricada empezó a decir adiós a sus seguidores en su Pamplona natal en el primero de sus tres conciertos de despedida. Lo que iba a ser una sola actuación, el 23 de noviembre, se ha convertido, por demanda popular, en un miniciclo que arrancó el viernes. La banda navarra de rock vendió en unas pocas horas todas las entradas del Anaitasuna para los días 22 y 23. Después se añadió la del 15. Es un nuevo récord para un cuarteto que no ha dejado de cosechar marcas: una trayectoria de 31 años, 20 discos publicados, más de un millón de copias despachadas… Meritorio para un grupo de rock urbano que nunca ha renunciado a las letras reivindicativas y al sonido duro y guitarrero.

La puerta de una reunión futura queda abierta, pero se disuelven dos años después de la traumática marcha de su vocalista durante casi tres décadas, Enrique Villarreal El Drogas, y coincidiendo con el anuncio del guitarrista y segunda voz, Javier Hernández Boni, de “dejar el grupo para iniciar otro proyecto más personal”.

Como explica el otro guitarrista , Alfredo Piedrafita, “en Barricada había dos cantantes y medio”. “Se nos fue uno, y con uno y medio seguía sonando a Barricada. Si se va este otro, con el medio que quede no va a ser lo mismo. Ni nos planteamos seguir sin él”. Las desavenencias con El Drogas se remontan a 2009, cuando el grupo editó La tierra está sorda, un trabajo sobre los represaliados del franquismo impulsado por el vocalista y sin apenas complicidad del resto del grupo. Esta falta de sintonía, unida a la implicación de El Drogas en su proyecto paralelo Txarrena, desembocó en 2011 en su salida. Barricada decidió continuar, reclutó al bajista Ánder Izeta y publicó disco nuevo con Boni como frontman.

Así que cuando el grupo anunció sus últimos directos, comenzaron las especulaciones: ¿subiría el exvocalista al escenario para despedir a la banda? ¿Se sumarían invitados? Aunque el grupo aseguraba que se había invitado a El Drogas a compartir este final, el entorno del cantante lamentaba que la invitación no la cursaran personalmente Boni o Piedrafita, y descartaba su aparición.

Solo los miembros actuales del cuarteto comparecieron. Barricada calentó la fría noche pamplonesa delante de 3.500 asistentes entre los que había hasta tres generaciones de seguidores que no dejaron de corear durante las dos horas y cuarto del concierto. Arrancaron la noche con su primer disco, Noche de rocanrol, y sin apenas descanso sonaron más de 30 temas como Contra la pared y Oveja negra. La intensidad no decayó hasta el bis con Animal caliente y En blanco y negro.

Y tras una pausa, recta final con No hay tregua, clímax de la noche. A esas alturas los asistentes, muchos llegados desde fuera de Navarra, se dejaban la garganta. Cerró Flechas cardinales, tema del único disco de estudio grabado sin El Drogas. A pesar de ofrecer un espectáculo más que digno, se acusó la ausencia de un vocalista con el carisma de El Drogas. Sin él, Barricada es un buen grupo, pero no un grupo mítico.

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