Brotes verdes en las parrillas

Después de un año marcado por la austeridad, las televisiones recuperan las producciones de alto presupuesto, aquellas que se diseñaron antes de que la crisis echara por tierra las parrillas y obligara a abaratarlas con contenidos de bajo precio o, sencillamente, con repeticiones. Los directivos de las cadenas empiezan a ver la salida del túnel. “Vemos una ralentización de la caída y estamos menos mal que antes”, percibe el consejero delegado de Mediaset, Paolo Vasile. “Puede haber brotes verdes”, apunta la directora de ficción de Antena 3, Sonia Martínez. La prueba de que en el sector se vislumbra un horizonte más despejado es que las cadenas van a dar salida (por fin) algunas de las series que se guardaron en el cajón a la espera de una mejora de la publicidad.

Telecinco, por ejemplo, comenzará la semana próxima la emisión de Aída, que ha estado en el cajón durante muchos meses. Año y medio lleva también esperando ver la luz en Antena 3 El tiempo entre costuras, una superproducción de Boomerang que ayer se exhibió en el Festival de Televisión de Vitoria. Basada en la novela homónima de María Dueñas, la serie ha sido rodada en España, Marruecos y Portugal conforme a los estándares cinematográficos y se desarrolla en 250 decorados. “Es una sensación mágica ver que los personajes que empezaron a canturrear en mi memoria se han convertido en seres reales”, confesó la escritora, que elogió sin rodeos el trabajo de la protagonista, la actriz Adriana Ugarte.

Mediaset se propone entrar en el sector de la radio con una emisora en Internet

La publicidad es el termómetro para medir el estado de la televisión. Frente a una caída del 17% en el primer trimestre del año respecto al mismo periodo de 2012, en julio el retroceso ha sido del 10% y fuentes del sector estiman que en septiembre podría estar por debajo del 3%. La campaña emprendida por la organización Hazteoir para que los anunciantes retiraran la publicidad del programa de Telecinco Campamento de verano no ha tenido impacto en la cadena, según Vasile. “No hemos perdido ni un céntimo. El programa ha ido muy bien, por encima de las expectativas. No ha habido ningún tipo de alarma”, valoró ayer el primer ejecutivo de Mediaset. Admitió que “todo el mundo tiene derecho a opinar, pero no a amenazar” y sostuvo que detrás del llamamiento a boicotear el programa de telerrealidad hay una “mano negra” muy clara. “No se puede encontrar cualquier pretexto para denigrarnos”, se quejó. La campaña de Hazteoir se desencadenó tras la emisión de unas imágenes de una de las concursantes bañada en chocolate.

Vasile negó haber recibido presiones para echar el cierre a El gran debate, que presentaba Jordi González en la noche de los sábados. Alegó que el público ha dejado de tener interés en la política y que ahora prefiere temas de contenido más social y quiso despejar extraños fantasmas: “No somos enemigos ni amigos de nadie. Nuestra televisión no tiene un objetivo político. No somos especialmente afines a un político o estamos en contra de otro”. En lugar de El gran debate, Telecinco estrena hoy un formato pilotado por Emma García.

Y aunque su negocio es el de la televisión, Mediaset se propone entrar en el sector de la radio con la creación de una emisora en Internet que ofrecerá contenidos relacionados con el mundo audiovisual y que no aspira a competir con las cadenas generalistas.