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Alejandro Amenábar presenta ‘Doctor Zhivago’

El director cree que es una de las películas que mejor combina la grandiosidad y la épica con momentos íntimos, sentimentales

Foto: tcm | Vídeo: TCM

Para Alejandro Amenábar Doctor Zhivago es una de las películas que mejor combina la grandiosidad y la épica con momentos íntimos, sentimentales y románticos. Es una historia ambientada en la revolución bolchevique, la guerra civil rusa y la primera contienda mundial. Hay batallas, escenas de acción y grandes movimientos de masas pero su director David Lean siempre supo trasladar al espectador la ternura de una mirada o de una caricia; la belleza de un paisaje nevado; la explosión de la primavera o la sensibilidad que habita en el corazón de Yuri Zhivago.

Amenábar pone como ejemplo la brutal carga del ejército zarista contra los manifestantes en las calles de Moscú, una escena que los espectadores sienten en toda su intensidad y crudeza viendo únicamente en primer plano la reacción de Omar Sharif ante tal horror.

La película está basada en la novela del mismo título escrita por el premio Nobel de Literatura Boris Pasternak. Una obra que tiene mucho de autobiográfica porque, como el personaje protagonista, Pasternak tuvo una intensa historia de amor, vivió la guerra y la revolución, y sufrió como escritor la represión del nuevo orden comunista.

La novela se publicó en Italia en 1957. El productor Carlo Ponti compró los derechos para llevarla al cine pensando en que su mujer, Sophia Loren, interpretara a Lara, la protagonista femenina. Pero David Lean no estaba de acuerdo. Veía a Sophia Loren demasiado alta, latina y sensual y eligió para el papel a una joven y rubia británica que, por entonces, empezaba a despuntar en largometrajes como El soñador rebelde o en series de televisión como El santo. Su nombre, Julie Christie. Para el papel protagonista, el del doctor Zhivago, Lean eligió a Omar Sharif con el que ya había trabajado en Lawrence de Arabia. Fue la película que le convirtió en toda una estrella mundial. Sin embargo, hace unos años, durante una visita a España, confesaba que Doctor Zhivago no le gustaba del todo porque “es demasiado romántica y sentimental”.

Doctor Zhivago no pudo rodarse en las nevadas estepas rusas por motivos políticos. David Lean y su equipo buscaron por medio mundo los exteriores necesarios para el rodaje y los encontraron en España, en diversas localidades de Granada y, sobre todo, de Soria. En el barrio de Canillejas de Madrid se alzaron los decorados de una gran avenida que parecían el mismísimo centro de Moscú. España vivía entonces en pleno franquismo y el rodaje de algunas escenas provocó que sucediera algo que parecía imposible: que sonara la Internacional y que se rodaran manifestaciones en favor de la revolución y del comunismo.

Doctor Zhivago fue un gran éxito en todo el mundo. Sin embargo, en la Unión Soviética no pudo verse. La novela estaba prohibida y la película no se estrenó hasta 1994 gracias a la apertura política de Mijaíl Gorbachov. En la ceremonia de los Oscar de 1965 fue candidata a 10 estatuillas y ganó un total de cinco: mejor guión adaptado, vestuario, fotografía, dirección artística y la de mejor banda sonora para Maurice Jarre, que compuso una de las partituras más románticas y bellas de toda la historia del cine.

En la misma gala Julie Christie ganó el Oscar a la mejor actriz pero no por Doctor Zhivago sino por Darling, un film que había rodado ese mismo año. Luego la hemos visto muchas veces, en títulos como El mensajero, Fahrenheit 451, Afterglow, Lejos de ella, Troya o La vida secreta de las palabras, de Isabel Coixet. Pero siempre que aparece en pantalla es inevitable que la recordemos en todo su esplendor y belleza como Lara, el amor imposible de ese médico con alma de poeta: el doctor Zhivago.

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