Los británicos Keane y Calvin Harris ‘conjuran’ la lluvia en el Santander Music
Al concierto asistieron cerca de 6.000 personas El vocalista de Keane, Tom Chaplin, ha recurrido a los clásicos para deleitar al público
“¡Que paren ya esa música terrible! ¡Que-paren-esa-música de m…!” Con este peculiar grito de guerra, comenzó la actuación de Calvin Harris anoche en Santander en la segunda velada del festival Santander Music que cierra hoy. El dj británico que saltó de su página de MySpace a ser número uno en Reino Unido allá por 2009 con su debut Ready for the Weekend ya juega en la liga de estrellas como David Guetta y no necesitó mucho para que el público se le entregara brazos en alto después de que ¡tras segundos de tensión! se detuviera la otra música, la que amenizaba el descanso entre su intervención y la de un grupo de compatriotas que llevan más tiempo en la carretera. Del pop a la electrónica. Harris era solo uno de los protagonistas de la noche. Antes había estado el grupo de rock alternativo Keane, que ha vuelto a España después de su minigira de octubre. Lo han dosificado esta vez de costa a costa. Su siguiente concierto será en el festival Cap Roig en Calella de Palafrugell (Girona) el lunes 5 de agosto.
La noche prometía lluvia y Tom Chaplin, el vocalista de Keane, recurrió a los clásicos para tocar el corazoncito de los casi 6.000 asistentes que allá se daban cita, en un escenario abierto y a cuatro pasos del mar. Con un extraño “He comido tanto jamón ibérico que mi estómago va a estrellar” y unas palabras más propias de frase para camiseta casi en los últimos momentos “Keane ama a Santander y Santander ama a Keane” levantaron los aplausos del público. En su actuación se hallaba el Strangeland su último álbum y que da nombre a la gira en la que tratan de recuperar el trono perdido como grandes del pop británico, pero también las canciones que lo pusieron junto a Los Beatles, Oasis y Radiohead con su primer y segundo álbum, Hopes and Fears y Under the Iron Sea, como favoritos de los británicos. Así, no faltaron las canciones que marcaron una pequeña revolución en sus inicios, cuando hicieron del piano su instrumento fetiche y prescindieron de la guitarra como el sonido que debía marcarles. Sonó, entre muchas otras, Everybody’s Changing y el colofón Somewhere Only We Know.
Calvin Harris apareció casi en un halo místico hecho de efectos, rayos que atravesaban al público y mucho, mucho humo. El dj que despertó la admiración de Kylie Minogue y ha trabajado con Rihanna, el que le dijo “no” a Lady Gaga, y no porque tuviera nada personal contra ella, no dio tregua al público que lo esperaba y que lo acompañó durante dos horas entre una escenografía electrónica envolvente y saltos, baile, y más saltos. Su éxito Feel so Close por supuesto también estuvo allí. Como también lo estuvieron la banda de electropop española Dorian con La velocidad del vacío y los daneses Reptile Youth, un grupo que se ve a sí mismo como un corte de mangas al dadaísmo y que son tremendamente populares en China.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.