Coincidencia

Las coincidencias no existen, pero el misterio de cómo se organizan se disfruta. En Mallorca, el mismo día en que el Supremo, tribunal cuyo nombre ya dan ganas de echar a correr en dirección contraria, dictaba su rebaja de pena al ex presidente autonómico Jaume Matas, librándole de la prisión, se procedía a encarcelar a María Antonia Munar, alto cargo de la misma región involucrada en otros tantos delitos. Y es que nunca pasa nada hasta que pasa todo de golpe. El efecto sobre la conciencia social es digno de comentario. Cuando ya nos hemos tragado a Matas en comparecencia en directo por el Canal 24 horas tratando de convencernos de que la rebaja penal, digna de El Corte Inglés, era una absolución, nos pasean por el telediario a otra nueva presidiaria de quita y pon para que nadie se indigne.

 Y empiezas a pensar que las coincidencias se fabrican. Aceptas que el presidente andaluz Griñán se retire por razones familiares. Como Esperanza Aguirre, que se retiró para cuidar de los nietos y al día siguiente ya había encontrado dos trabajos y con tal presencia mediática que si hace una declaración más al día se la puede llegar a considerar locutora profesional. La salida de Griñán no guarda relación con el juicio de los ERE. Lástima, porque podría servir para convencernos de que los políticos se marchan cuando su posición es indefendible. Rajoy, por otra coincidencia, comparecerá en el Congreso el día 1 de agosto. No existe día en el calendario más festivo, ocioso y antilaborable que el primero de agosto. Supongo que la otra opción era comparecer en Nochebuena.

Coincidencia es que el único condenado hasta la fecha por el caso Gürtel haya sido el juez instructor, apartado del oficio, y que penda de un hilo la continuidad del juez Ruz. También que el magistrado que corrió a encarcelar a Blesa tenga los días contados por una acción de la fiscalía, que si aplicara ese vértigo a todos los delitos, detendría a los delincuentes antes de que los cometieran. Incluso el verano es una coincidencia. Vas por el año preocupado, rendido, vencido, y a punto de tirar la toalla, de pronto, te cae el verano encima. Qué coincidencia.