Giulietta Masina y Anthony Quinn en un fotograma de 'La strada'. La cinta narra las desventuras de Gelsomina (Masina), una joven que es vendida por su madre al forzudo Zampano (Quinn) para que le sirva como ayudante en su número circense. El film fue nominado al Oscar a la Mejor Película Extranjera en 1957.AFPMarcello Mastroiani (como el galán Marcello Rubini) y Anita Ekberg (en el papel de Sylvia) en este fotograma de 'La dolce vita'. La escena se rodó en marzo, cuando la noche romana aún es fría. Ekberg soportó las condiciones sin rechistar. Mastroiani, por el contrario, tuvo que usar un impermeable bajo el traje.EL PAÍSAnita Ekberg bajo las aguas de la Fontana di Trevi, uno de los momentos cumbre del erotismo en el cine de Fellini en 'La dolce vita' (1960).EL PAÍSEl director Federico Fellini dirige a sus intérpretes en otro de sus filmes clave, 'Roma'. Un Federico Fellini de 18 años y otro ya maduro e interpretado por el propio cineasta son los protagonistas de la trama que entrelaza dos líneas temporales. La película estuvo nominada a un Globo de oro y un Bafta.EL PAÍSEl actor fetiche de Fellini, Marcello Mastroiani, en un instante del rodaje de 'La ciudad de las mujeres'. En esta tragicomedia, Mastroiani encarna a un hombre de negocios que se queda atrapado en un hotel y comienza a ser asediado por una turba de mujeres que se encuentran celebrando una convención feminista.Amelia (Giuleta Massina) y Pippo (Marcello Mastroiani), alter egos de Fred Astaire y Ginger Rogers, en un fotograma de 'Ginger y Fred'.Ginger y FredFellini durante un instante del rodaje de 'La voz de la luna', su última película de ficción. El diseñador Dante Ferretti fue el encargado de recrear una ciudad falsa en las afueras de Roma en una mezcla de estilos artísticos. El director obligó a que se doblaran incluso los diálogos italianos para conseguir un mayor efecto onírico.EL PAÍSRoberto Benigni y Syusy Blady comparten protagonismo en 'La voz de la luna'. La improvisación fue esencial en esta película, ya que Fellini no llegó a escribir ningún libreto, sino que se inspiró observando actuar a su reparto sin ninguna indicación. Tres años después de rodar este film, el 31 de octubre de 1993, Fellini falleció por un fallo cardíaco en el Hospital Umberto I de Roma. Su tumba se alza a la entrada del cementerio de Rimini, su ciudad natal.
