Piñana cierra con Ibn Gabirol su trilogía flamenca sobre las grandes religiones
El cantaor cartagenero adaptó en entregas anteriores los versos de Ibn Arabí y San Juan de la Cruz y grabó una misa flamenca
Tres libros, tres religiones, tres culturas. Convertir en cantes flamencos poemas procedentes de las tres grandes religiones del Libro, como son conocidas: musulmana, cristiana y judía, es el proyecto que inició el cantaor Curro Piñana (Cartagena,1974) con De lo humano y lo divino, adaptación de los poemas del místico andalusí Ibn Arabí en 1998 (RTVE Música) y concluye ahora con el traslado de algunos poemas de El alma lastimada, del gran pota y místico sefardí Ibn Gabirol, a palos flamencos, que estos días termina de grabar y que en breve verán la luz con el patrocinio de la Universidad Católica de Murcia (UCAM).
En medio, la trilogía acogió la poética cristiana a través de dos grabaciones. Saetas (Nuba Récords, Madrid, 2003), disco en el que el nieto del gran patriarca de los cantes mineros, Antonio Piñana -de quien este año se celebra su centenario- incluyó una enorme variedad de este estilo ligado a la liturgia de Semana Santa, y Misa flamenca (Karonte, Madrid, 2007), que inicialmente fue concebida como uno de los conciertos sacros del Festival Murcia Tres Culturas y en la que, según el propio cantaor, “puede reconocerse la vocación primigenia del flamenco, que, desde los rezos árabes hasta las saetas cristianas, está unida a los cantos a Dios”. La Misa, que ya ha podido escucharse en directo en Cartagena, Murcia y otras ciudades de España, será presentada en octubre en Polonia junto a su hermano, el guitarrista Carlos Piñana, y otros músicos.
En el ámbito de la religión cristiana, Curro, además, ha adaptado para sus conciertos varios pasajes del Cántico Espiritual, de San Juan de la Cruz, todos diferentes a los que adaptara en su día Enrique Morente.
Un trabajo arriesgado
En enero de 1998, meses antes de que ganara la prestigiosa Lámpara Minera en el Festival Internacional del Cante de las Minas, en La Unión, Piñana grabó el primero de los trabajos dedicados a las grandes religiones del Libro, De lo Divino y lo humano, en el que trasladaba al flamenco poemas de Ibn Arabí, místico y poeta nacido en Murcia en el siglo XII y llamado “Maestro Máximo” en la tradición árabe. Un trabajo arriesgado en el que convertía en palos jondos poemas del libro El intérprete de los deseos, que aborda en sus versos la ambigüedad entre el amor humano y divino que se da en el sufismo (de ahí el nombre del título del CD) y que según los estudios del arabista Miguel Asín Palacios influyó en La Divina Comedia, del Dante, y en general en la mística occidental renacentista. La arabista Luce López-Baralt ha rastreado las influencias de esta mística en el siglo de Oro Español, y en especial en la poesía de San Juan de la Cruz.
Desde que este trabajo fuese presentado en 1998 en el Lady Margaret Hall de la universidad de Oxford, el cantaor ha recorrido todo el mundo interpretándolo, desde certámenes como el Festival Internacional de Músicas Sacras de Fez, a Cracovia, Amman, Abu Dhabi, Berlín, Calcuta, Londres, Lisboa o Nueva York, entre otras ciudades. En relación con las místicas musulmanas, este año se ha producido otra entrega del cantaor, la edición del CD El dolor y la pasión, en esta ocasión junto a la cantante siria Waed Bouhssoum, grabado en Francia por el Instituto del Mundo Árabe. En pocos meses aparecerá también en España.
En El alma lastimada y otros poemas, con el que el artista cierra su trilogía flamenca-religiosa, además de los poemas del Ibn Gabirol, uno de los mayores escritores y místicos de la tradición judía, nacido en Málaga en el siglo XI, Piñana adapta igualmente romances y canciones de la tradición sefardí, la de los judíos españoles, que dejaron un rico patrimonio musical antes de ser expulsados por los Reyes Católicos.
Babelia
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