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‘Qué hago yo aquí’, más viajes en Cuatro

El programa visitará a españoles que viven en lugares con condiciones especialmente duras, como Siberia o Chernobil

'Qué hago yo aquí', el nuevo programa de Cuatro.
'Qué hago yo aquí', el nuevo programa de Cuatro.EL PAÍS

¿Qué lleva a un español a vivir a Siberia?, ¿por qué un hostelero decide instalarse en Ciudad Juárez donde los tiroteos son habituales?, estos interrogantes tendrán respuesta en Qué hago yo aquí, el nuevo programa de reportajes que emitirá Cuatro desde este domingo (21.30). Con un formato similar al de Españoles por el mundo o Callejeros viajeros, la reportera Elena Ortega ha visitado a españoles que emigraron a lugares peculiares o extremos, bien por su clima, inseguridad o falta de recursos.

En el programa, producido por Mandarina, Ortega ha convivido unos 10 o 12 días con personas que viven en paisajes muy diferentes a los de su origen. En el primer programa, por ejemplo, estará en Siberia, una región que alcanza en invierno los 40 grados bajo cero y con una densidad de población de tres habitantes por kilómetro cuadrado. Allí convivirá con Juan y Cecilia, un matrimonio que está criando en este escenario a sus siete hijos; Ricardo, un periodista que trabaja en la estepa desde hace cinco años; Paula, una profesora de español, y Sandra, una antropóloga especializada en el estudio de minorías étnicas. “Hay dos perfiles, el vocacional y el romántico”, explica la reportera, “unos llegaron allí por trabajo y otros por amor”.

Ortega afirma que han sido experiencias brutales e intensas por la dureza de las zonas que visitaba. De Siberia se lleva la forma de calentar el cuerpo de los siberianos: “La población cae fácilmente en el alcoholismo porque para ellos es la forma más fácil de entrar en calor. Mientras un kilo de tomates cuesta tres euros, una botella de vodka no llega al euro”, apunta.

Pero Siberia es solo la primera escala de las seis que proponen. El programa recalará también en Chernóbil, donde Raúl, un cimentador español, participa en la construcción de un nuevo sarcófago para la accidentada central nuclear; en el desierto de Atacama, en Chile, donde una constructora asturiana vive desde hace años en un clima tan seco que hasta hace sangrar la nariz; en la mexicana Ciudad Juárez y en el cinturón de fuego del Pacífico, donde contactaron con un español superviviente del tsunami de 2004 que vive en Indonesia.

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