‘Aquí hay trabajo’, 13 años dedicados al servicio público
El programa, todo un veterano de la televisión española, se enfrenta ahora de primera mano al drama del desempleo
Un programa dedicado exclusivamente al servicio público que pronto cumplirá 13 años en antena y que pone a disposición del espectador, a diario, un número incesante de empleos. Un espacio que, además, sostiene una web, http://www.rtve.es/television/aqui-hay-trabajo/, en la que los usuarios acceden a ofertas de trabajo, becas y cursos, y envían preguntas a los asesores, al tiempo que ofrece a los empresarios una manera rápida de publicar sus vacantes. Parece imposible, pero ese programa existe. Se llama Aquí hay trabajo y se emite en La 2, de lunes a viernes, a las 9.30.
En el panorama televisivo actual, el mantenimiento en antena de Aquí hay trabajo como único programa de servicio público puede parecer una proeza. “Tenemos la suerte de que en TVE siempre se nos ha considerado como un servicio perdurable, por encima de las tendencias y de las direcciones de la casa. Nuestra satisfacción es ayudar a personas con nombres y apellidos, no nos dedicamos a los espectadores sino a personas concretas”, afirma Carmen Álvarez Lozano, directora del programa y líder de un equipo entregado: “Todos creemos en lo que hacemos. De corazón. Nuestro lema es “El paro no nos para”. Además, servimos para mucho más que la difusión, porque la orientación es algo que está siempre en el programa; podremos tener más o menos ofertas de empleo, pero la orientación está sí o sí, con rigor y veracidad”.
Y es que Aquí hay trabajo vive de cerca la cara más dramática de la crisis: “La crisis se nota de un modo terrible. Antes, por ejemplo, podíamos seleccionar entre las convocatorias de oposiciones públicas y ahora tenemos que rastrear los BOE de cada Comunidad. En 2000, cuando empezamos, lo hicimos con dos millones de parados en España; el paro era un problema, sí, pero ahora está en nuestras casas y vivimos una proliferación inmensa de consultas, algunas de ellas con peticiones de ayuda terribles ante las que solo podemos escuchar porque son cosas personales que no puedes trasladar a un asesor del INEM. Casi cambiamos nuestro papel de periodistas por el de psicólogos”, asegura Álvarez Lozano, que también sostiene que la crisis ha obligado al programa a retocar ciertos contenidos: “Los emprendedores nos llamaban con cuentagotas; ahora, son cientos. Hemos aumentado el espacio para ofertas en el extranjero… La sensación, a veces, es que antes ayudábamos a buscar empleo y ahora ayudamos a emigrar”.
Antes ayudábamos a buscar empleo y ahora ayudamos a emigrar
La audiencia media de Aquí hay trabajo en lo que va de temporada, desde el 1 de septiembre de 2012, es del 1,6% de cuota de pantalla y mejora en dos décimas la cuota de la temporada anterior. Su emisión más vista fue la del 17 de octubre, con un 3,2%. Aquí hay trabajo, sin embargo, se emite en una franja que está lejos de los horarios de máxima audiencia, pero a Carmen Álvarez estas cifras no le parecen lo más importante: “El programa está donde tiene que estar. Nuestra mirada no está en la cuota de pantalla, sino en el desempleado. Cubrimos los contenidos que no caben en un telediario, que debe estar atento a la actualidad y no te va a contar los requisitos para sacarte la tarjeta sanitaria europea para trabajar fuera. Nosotros sí, porque extrapolamos los detalles de la actualidad al día a día. Y además, tenemos la web, que cubre como portal de empleo las necesidades de quien no puede vernos en directo”. Se trata de una web que “se actualiza constantemente en una labor de 24 horas; todos los días se cuelgan las ofertas, cursos, convocatorias, becas, funciona la ventanilla de preguntas, el ABC de las prestaciones…”. La pasión de Carmen Álvarez se desborda al hablar de las personas a quienes el programa ayuda: “Queremos acordarnos de la gente todos los días, no solo cuando se hacen públicas las cifras del paro, porque incluso aunque éste desapareciese, el servicio público ha de estar activo siempre”. Y es que habla de Aquí hay trabajo, un programa necesario.
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