Cuando se va el protagonista

Hay series que triunfan por sus guiones, otras por su gran producción, otras por la adicción que provocan. Pero son sus protagonistas y su carisma los que hacen que nos enganchemos a ellas. Los personajes son la clave de una serie. Pero a veces llega un momento en el que sus actores principales desaparecen de la noche a la mañana, de una temporada a otra. Hay series que no soportaron la marcha de uno de los personajes principales. En otros casos, la serie aguantó la marcha. Repasamos casos de series en las que, tras el adiós del protagonista, nada volvió a ser lo mismo.
The Office

El 28 de abril de 2011, la sucursal de Dunder Mifflin en Scranton se quedaba sin su jefe. Steve Carell abandonaba la serie tras el final de su contrato y con el objetivo de dedicar más tiempo a su familia y a proyectos cinematográficos. Con un capítulo doble dijimos adiós al carismático Michael Scott, sin el que nada ha vuelto a ser igual en The Office. Tras siete temporadas, la serie ya presentaba un desgaste importante, pero las dos temporadas más que ha aguantado tras la marcha de su protagonista no han hecho más que confirmar el peso que Michael Scott tenía en la serie.
Cuando se anunció la salida de Carell del plantel de The Office, sonaron muchos nombres como sustitutos (muchos de ellos aparecían en el emotivo capítulo doble con el que Michael Scott decía adiós a la serie). Pero se optó por una sustitución solo a medias, con algún personaje nuevo que no ha llegado a cuajar, no volver a mentar prácticamente nunca el nombre de Michael Scott y seguir como si tal cosa. Este año The Office dirá adiós definitivamente tras nueve temporadas en antena y sin el spin off que la cadena NBC barajaba inspirado en el personaje de Dwight Schrute. A pesar de estas dos últimas temporadas, la versión estadounidense de The Office siempre estará ligada al personaje de Michael Scott: nada volvió a ser lo mismo sin él.

Las dos primeras temporadas de Misfits convirtieron a la serie del canal británico E4 casi en una serie de culto. La frescura y descaro de sus personajes, el desenfado y agilidad de los guiones y de la producción enganchó a miles de seguidores también fuera de las fronteras británicas. Nathan, Simon, Kelly, Curtis y Alisha, los misfits originales, compartían protagonismo en la historia. En la primera temporada fueron descubriendo sus poderes poco a poco. En la segunda se explotaron las características que tanto gustaron en los primeros capítulos. Pero tras 13 episodios brillantes, llenos de acción, acidez y humor, llegó el momento de la despedida. Nathan, el personaje más carismático de todos, odiado y amado por los fans casi a partes iguales (aunque con unos cuantos defensores más que detractores), abandonaba la serie de la noche a la mañana. Solo un webisodio explicó qué sucedía con el personaje y servía de presentación del nuevo.
El carisma y descaro de Nathan (interpretado por Robert Sheehan) era uno de los pilares básicos de Misfits. El nuevo integrante del grupo del mono naranja, Rudy, heredó el lado grosero y escatológico, rozando con la perversión, de Nathan. Pero no es Nathan. La tercera temporada perdió buena parte de la gracia que tenía la serie en los capítulos anteriores. La cuarta, ahora en emisión en Gran Bretaña, ya solo mantiene a uno de los personajes originales, Curtis, y ha añadido otro par de caras nuevas, con lo que la caída en desgracia de la serie no ha hecho más que acentuarse. Nathan, te echamos de menos.
Expediente X

Expediente X era Mulder. Sí, claro, era Mulder y Scully. Pero sin Fox Mulder nadie se habría interesado por los expedientes X, por esos misterios inexplicables que eran la base de los capítulos de la serie. Casos sin resolver en los que se enfrentaba su mentalidad abierta a la existencia de alienígenas y vida extraterrestre a la racional, científica y analítica mente de Dana Scully. El póster de la oficina de Mulder con un ovni y la frase “I want to believe” (“Quiero creer”) era un leit motiv de la serie casi al mismo nivel que el famoso “La verdad está ahí fuera” con el que terminaba la cabecera. La tensión sexual entre los protagonistas y la confrontación de mentalidades aportaban gracia a la ya icónica serie de ciencia-ficción.
En las dos últimas temporadas, David Duchovny permaneció alejado de la serie, aunque regresó para algún capítulo. La audiencia, como era de esperar, cayó en picado y la nueva pareja protagonista, Dogget y Reyes, no consiguió hacerse con el hueco necesario para hacer olvidar el tirón de Mulder y Scullly.
Dos hombres y medio

El gran éxito de Dos hombres y medio era que su personaje principal, el mujeriego, fiestero, y caradura simpático (a su manera) Charlie Harper, era casi igual que el actor que lo interpretaba, Charlie Sheen. Era tal la comunión entre ambos que al final la cadena CBS acabó despidiendo al actor cuando este, tras grandes y publicitadas fiestas interminables con mucho alcohol, mujeres y droga, acabó por llamar “idiota” al creador de la serie, Chuck Lorre.
Pese al despido de la gran estrella, que cobraba un millón de dólares por capítulo, la cadena decidió que la serie no acabara, y fichó a Ashton Kutcher para que llevara el peso de la misma junto a Jon Cryer. Al principio parecía que podía aguantar y tuvo muy buenos números, pero con el tiempo la calidad ha bajado y la serie se va apagando.
CSI Las Vegas

Trece temporadas lleva CSI Las Vegas en antena. Casi nada. Sigue teniendo su éxito y seguimiento, pero nada fue lo mismo con la salida de William Petersen (el infalible Gil Grissom) en la novena temporada. No tenemos nada contra Laurence Fishburne y Ted Danson, que le sucedieron al frente de la serie, pero el carisma del personaje de Grissom era único.
Grissom aportaba ese punto Sherlock Holmes único de amor por la lógica y la investigación con métodos poco ortodoxos (igual que House…). Fue el gran impulsor de una de las series actuales más veteranas y se le echa demasiado de menos (aunque sí, lo sabemos, muchos preferís a Horatio en CSI Miami).
Es vuestro turno: ¿recordáis alguna otra serie que no volviera a ser la misma tras la marcha de su protagonista?
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