El Misfits post-Nathan

(Atención, espoilers sobre la tercera temporada)

El pasado 30 de octubre regresó a la parrilla de la cadena británica E4 Misfits. Un regreso más que esperado por sus miles de seguidores y envuelto en expectación, además de polémica, por la ausencia de uno de los personajes principales. Nathan, el carismático, descarado y escatológico Nathan, dejó a la pandilla de superhéroes en un webisodio que ya mostramos en este blog y que no llegó a convencer a los fans. Una duda surgió en el mismo momento en que se conoció la noticia de su abandono: ¿sobrevivirá Misfits a la marcha de Nathan?

El espacio que deja el personaje de Robert Sheehan ha sido rápidamente ocupado por un nuevo integrante del grupo del mono naranja: Rudy, interpretado por Joe Gilgun. Los creadores se apresuraron a asegurar que con él no pretendían reemplazar o sustituir a Nathan, sino añadir un nuevo personaje, con su propia personalidad, independiente de la de su predecesor. Pero la sombra de Nathan es alargada...

La tercera temporada ha arrancado desvelando los nuevos poderes de los protagonistas, además de centrar la atención del primer capítulo en el nuevo personaje. Rudy es una especie de Nathan pero multiplicando el nivel de grosería y escatología y reduciendo al mínimo el nivel de carisma y gracia. Un personaje que puede gustar o no, pero al que parece complicado tomar cariño. Además, siempre será el nuevo. Su poder tampoco ayuda: se desdobla en un Rudy grosero y pasota y un Rudy-Pepito grillo cauteloso y preocupado. Es decir, doble ración de nuevo.

Misfits es irreverente, excesiva, violenta, y la tercera temporada (que en España se podrá ver en MTV en la primavera de 2012) se presenta en esa línea. Siguen las referencias sexuales de todo tipo y fuera de lugar. Continúa el vocabulario más que descarado. Pero algunas cosas han cambiado, y las quejas no se han hecho esperar.

Es cierto que algunos de los nuevos poderes no parecen ser de demasiada utilidad, pero ¿cuál era el beneficio que daba a Alisha su anterior "don"? Es cierto que el nuevo no termina de encajar en el grupo, pero acaba de incorporarse. Es cierto que las tramas todavía no enganchan como deberían hacerlo, pero los guiones de algunos de los capítulos de las temporadas previas no brillaban tampoco por su redondez. Simon, personaje que en la segunda temporada tomó fuerza, tampoco parece tener todavía la consistencia suficiente para cargar con el peso de la serie.

La añoranza de Nathan nos lleva al debate: ¿sobrevivirá Misfits? ¿Te convence el nuevo rumbo de la serie? ¿O, como decía Nathan en su famoso discurso, la dejamos crecer a partir de sus propios errores?