De vuelta
1 de septiembre y comienza el curso del IVA, iva a cambiarme de coche, iva a apuntarme al gimnasio... La vuelta va a traer pocas sorpresas. Sabemos que ganará la Liga el Barça o el Madrid, sabemos que trabajaremos más por menos, sabemos que, finalizada su estancia en las Seychelles, los tahúres volverán a jugar con la prima de riesgo, también sabemos que todo será más caro, aunque dispongamos de menos dinero para gastar, lo que contradice la ley sagrada del capitalismo de la oferta y la demanda, y también sabemos que este sábado, o a más tardar el siguiente, La 1 nos pondrá otra peli de Paco Martínez Soria, que no descansa en paz.
Nos sabemos casi todos los titulares que darán los informativos, y los que no. La única incertidumbre en esta vuelta es, valga la paradoja, la Vuelta a España. Nos tienen en un ¡ay! Purito Rodríguez, Contador, Froome y Valverde, separados por segundos. Los cuatro anuncian para hoy, mañana y pasado un combate sin igual a la hora de la siesta. Por mucho que nos remachen que tenemos la mejor Liga del mundo, donde gotee el sudor de unos ciclistas, dopados o no, subiendo por unas cuestas en las que se me cala el coche, que se quite esa Liga de las estrellas donde el mejor es la antiestrella, un ángel levitando sobre una pelota llamado Iniesta —¡Bravo por él!—.
El verano no es buen mes para el fútbol —ni se han zurrado Madrid y Barça—, pero sí para limpiezas étnicas, como la practicada en RTVE con Ana Pastor, Pepa Fernández, Toni Garrido o Juan Ramón Lucas. Ayer el paseíllo fue para el programa Carne cruda. Su director, Javier Gallego, decía/ escribía cosas como esta: “...un Gobierno que ha subido los impuestos que aseguró que no subiría, que se los ha subido a todos menos a los que más tienen, que nos cobra más por estar enfermos, que ha hecho el mayor recorte de derechos laborales de la democracia, el mayor recorte en sanidad y educación y el mayor rescate a la banca con nuestro dinero, que nos ha hipotecado de por vida, que ha llamado enemigo al ciudadano y ha criminalizado su grito de queja cuando le pegan, que le ha perseguido a golpe de bolas de goma, que ha enterrado vivos a los mineros y a las personas dependientes...”. Uno menos.
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