Un encierro de ‘los de antes’
Los Sanfermines llegan a su ecuador con una carrera que deja cuatro heridos por contusiones
Los Sanfermines han llegado a su ecuador y el de los toros de El Pilar ha sido lo que los aficionados al encierro de Pamplona denominan un encierro de los de antes. Han marcado el recorrido más rápido hasta ahora, con 2 minutos y 19 segundos y han dejado un balance de cuatro trasladados a los hospitales, pero ninguno de ellos por herida de asta, sino por contusiones. Cuando las fiestas se introducen en la mitad de la semana es habitual que el número de corredores descienda y que los más fieles a la carrera disfruten de sus mejores momentos, con mucho espacio para esprintar frente a las cornamentas de unos toros, como los de El Pilar, que han cubierto el recorrido hermanados y sin lanzar derrotes.
Desde el comienzo del encierro, dos toros colorados han abierto la manada, imprimiendo un ritmo de carrera que el resto de sus hermanos han soportado sin mucho esfuerzo. Dicen los ganaderos que, cuando separan la camada que tiene que ir a Pamplona, realizan entrenamientos de carrera por la dehesa. Añaden quienes más conocen su comportamiento que el hecho de que los toros lleguen a la capital navarra varios días antes de su lidia y descansen juntos en los corrales del Gas aumenta su hermanamiento y ayuda a evitar que los animales se sientan desconcertados por la compañía durante el encierro. Hoy los de El Pilar han demostrado que no todo en la organización del encierro se abandona a la suerte o al halo místico de la invocación al santo. Pese a los cánticos que los mozos repiten 3 veces pocos minutos antes de las 8, la carrera limpia, conjuntada y emocionante que hoy han protagonizado, recuerda que para que San Fermín guíe los pasos de los mozos en el encierro hace falta mucho trabajo previo de quienes tienen papel en la organización de estos eventos; ganaderos, servicios de emergencia y Casa de Misericordia, la empresa responsable de la fiesta.
Que San Fermín es una fiesta universal lo demuestran las miles de personas que llegan a Pamplona esta semana de julio desde puntos tan distantes como Estados Unidos o Nueva Zelanda. Lo hacen también las distintas maneras de correr el encierro. Mientras los autóctonos prefieren la carrera dando un metro de distancia al animal, los más apegados al estilo levantino lo hacen buscando el recorte o poniendo la mano sobre el lomo del morlaco acompasándose al ritmo de su carrera. Es posible que haya quienes ven un sacrilegio este segundo tipo de corredores, pero las fiestas de Pamplona se han hecho universales precisamente por su falta de reglamentación, más allá del respeto a lo humano, y en el caso del encierro, al animal que se mira de frente.
Los Sanfermines entran en su segunda parte y la Feria taurina está a la espera de presenciar un triunfo rotundo de alguno de sus matadores. Hoy buscarán abrir la puerta del Encierro Matías Tejela, David Mora y un Iván Fandiño que buscará el contacto con su público más cercano para intentar convencer a una plaza, la de Pamplona, que pese a las incertidumbres de la crisis económica, se ha llenado cada tarde de estas fiestas.
Babelia
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.