Kathryn Joosten, la gruñona de ‘Mujeres desesperadas’
La veterana actriz estadounidense cobró mucho protagonismo en las últimas temporadas de la serie
No es necesariamente cierto que, después de los 40, no haya vida laboral para las mujeres en Hollywood. La prueba de ello es Kathryn Joosten, fallecida en Los Ángeles el 2 de mayo, a los 72 años. Joosten comenzó a interpretar muy pequeños papeles rozando los 50, y fue ascendiendo laboriosamente los peldaños de las series televisivas para acabar siendo protagonista principal y necesaria del último episodio de la aclamada y exitosa serie Mujeres desesperadas.
Joosten se hizo famosa gracias a esa serie, en la que interpretó a Karen McCluskey, la vecina entrometida y gruñona que esconde un corazón de oro. Tras tímidas apariciones secundarias en las dos primeras temporadas, se convirtió en una presencia constante y relevante en la tercera, cuando los espectadores descubrieron que tenía el cadáver de su marido en un congelador en el sótano, y otras excentricidades muy propias del estrambótico universo de la serie.
Curiosamente, la ficción precedió a la realidad en el caso de Joosten. En el último episodio de Mujeres desesperadas, la señora McCluskey murió de cáncer, y sus últimos minutos de vida hilvanaron el ocaso de la ajetreada historia de la calle de Wisteria Lane, mientras de fondo sonaba la canción Wonderful, wonderful. Veinte días después falleció la actriz, de la misma enfermedad, que padecía en el pulmón. “Estamos riendo a pesar de nuestras lágrimas”, dijo su familia en un comunicado, en reconocimiento a su gran vis cómica.
La labor de contrapunto mordaz a las amas de casa le valió a Joosten dos premios Emmy por mejor actriz de reparto, en 2005 y 2008. Tal fue su éxito, que diversos medios especializados informaron en 2009 de que Marc Cherry, el creador de Mujeres desesperadas, tenía en mente una serie derivada, en la cual la protagonista sería la señora McCluskey. El proyecto nunca llegó a concretarse.
Antes que en Mujeres desesperadas, Joosten brilló en las dos primeras temporadas de El ala oeste de la Casa Blanca, en el papel de la señora Landingham, la secretaria del presidente Josiah Bartlet (Martin Sheen). Tan querido era su personaje, que los diarios se hicieron eco de su muerte, en 2001, en titulares como el del Rome News-Tribune: “La muerte de la señora Landingham es espantosa, pero necesaria”. Según dijo Joosten a la agencia Associated Press entonces: “Solo hay un motivo por el que un productor te llama a su despacho, y es porque va a matarte”.
Joosten nació en 1939 en Florida. Estudió enfermería y la ejerció hasta los años ochenta, en los que, después de un divorcio, decidió perseguir su sueño de infancia: ser actriz. Estudió arte dramático en la afamada academia Steppenwolf de Chicago y se mudó a Los Ángeles en 1995. Apareció en episodios de Roseanne y Ally Mcbeal, entre otros, hasta que tuvo su oportunidad de mostrar su talento en papeles de más enjundia. Según dijo en 2008 al recibir su segundo Emmy: “Se me ha dado la oportunidad de probar un sueño, y he decidido darme un banquete”.
Babelia
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