Merece un spin-off: Lord Varys
"¿Por qué nadie confía nunca en el eunuco?". La inocencia la exige el guion.
Hay personajes secundarios que merecerían ser protagonistas de su propia serie. En 'Quinta Temporada' estamos repasando algunos de nuestros favoritos. En anteriores entregas les tocó el turno a la condesa viuda de Grantham de Downton Abbey, a Eli Gold de The Good Wife y al señor Chang de Community. Hoy nos arrodillamos ante Lord Varys, uno de los imprescindibles de Juego de tronos -y eso que hay unos cuantos-, que hoy lunes estrena a las 22.00 h. en Canal + su segunda temporada, inspirada en el segundo tomo de Canción de Hielo y Fuego Choque de Reyes.
Monarcas y bastardos. Caballeros y cobardes. Esclavos y señores. Juego de tronos (HBO) es un inmenso tablero de ajedrez en el que todos guerrean o combaten según sus posibilidades. Un acoso constante y sin descanso de amigos contra enemigos en el que estas dos palabras cambian, se distorsionan a veces hasta el extremo y provocan que la partida alcance nuevos objetivos. Algunas piezas caen antes que otras y las que menos son todo lo contrario de lo que parecen. Una de ellas es Varys, apodado La Araña por su condición de consejero de los rumores, un eunuco que bien podría ser catalogado de peón pero que en realidad corteja a los reyes como un alfil. Calvo. Maestro del disfraz. Parece Mortadelo, sí, pero le daría más de una lección al personaje de Francisco Ibáñez.
"¿Por qué son siempre los inocentes los que más sufren cuando vosotros, los grandes señores, jugáis al juego de tronos?". Varys en una conversación con Eddard Stark.
Meñique: "¿Hay alguien que guarde en algún lado sus testículos en una cajita?".
Varys: "No tengo idea de dónde pueden estar. Y hemos sido tan cercanos".
En ficción, Holmes y Moriarty. Ahab y Moby Dick. En la vida real, Faulkner y Hemingway. Este último y Fitzgerald. Un genio no es nada ni nadie sin su rival. Un contrincante que amenace su confianza y, por qué no, que suponga un reto irresistible. El extracto de arriba corresponde a uno de los mejores momentos de la primera temporada de Juego de tronos, inexistente en los libros de George R.R. Martin e inédito para la adaptación televisiva. Como dice nuestro soplón: "Los amigos son una parte importante de la vida".
Varys y Meñique, tan ladino como él y el otro alfil del tablero, presumen el uno delante del otro y a falta de puños -no se iban a rebajar a esos menesteres- combaten entre susurros en lo que mejor se les da: acertijos. El tête à tête se produce en el quinto episodio, The Wolf and the Lion (1x05), y no tiene desperdicio. Un desafío de falsedades y amenazas entre claroscuros tamizado bajo la vidriosa luz de la Sala del Trono. Puro teatro. Todo en poco más de 3 minutos por culpa de la interrupción del insípido Renly Baratheon. Meñique le arranca a Varys en esta escena una cara de susto, algo de lo que no muchos pueden presumir. Es eunuco, pero también el eunuco con más pelotas de los Siete Reinos.
Meñique: "Debe de resultaros extraño, aún después de tantos años... Un hombre de otra tierra, odiado por la mayoría, temido por todos...".
Varys: "¿Lo soy? Es bueno saberlo. ¿Pasáis las noches sin dormir por el temor a mi cuchillada?".
La lucha Varys-Meñique vuelve a repetirse en Fire and Blood (1x10), décimo y último episodio de la primera entrega. Esta vez dura menos que el anterior encuentro, pero no por ello es menos formidable. Termina además con una de las mejores líneas jamás escritas para una serie de televisión... y también de las más sencillas. "Os admiro", dice Meñique. "Y yo os admiro a vos", responde Varys. Una bonita forma de confesarse su odio mutuo. Lógico que hayamos dicho que Martin es un escritor con aspecto de lobo de mar en cuya prosa revive Shakespeare. Tanto Varys como Meñique tienen algo de Polonio, el chismoso chambelán de Hamlet y arquetipo de cambiacapas político y avezado chantajista.
Como no queremos abusar de spoilers sobre la segunda temporada, sólo te diremos que Tyrion (Peter Dinklage) se las verá, y mucho, con la delicada sonrisa de Varys a lo largo de los nuevos capítulos. De hecho, el perfumado informador protagonizó uno de los avances que sacara HBO [puedes verlo arriba]. En él, La Araña le cuenta al gnomo Lannister un acertijo y la consiguiente solución que puede leerse en Choque de Reyes y verse en What Is Dead May Never Die (2x03). Entonces te darás cuenta de que Meñique se ha vuelto un púgil de lo más aventajado en esta temporada. No te contamos nada, pero ojo a una escena entre el ruiseñor y Cersei (Lena Headey) en el primer episodio y a otra con la prostituta Ros (Esme Bianco) en el segundo. ¡¡Menudo proxeneta!!
"Tres grandes hombres. Un rey. Un sacerdote. Y un hombre rico. Entre ellos yace un mercenario.Cada gran hombre se ofrece a pagarle al mercenario para que mate a los otros dos. ¿Quién vive y quién muere? [...] El poder reside donde los hombres creen que reside. Es un truco. Una sombra en la pared. Y un hombre muy pequeño puede emitir una sombra muy grande". Varys no sería Varys si hablara en cristiano.
Acróbata del ardid. Dueño de pajaritos y voluntades. Asesor de lengua aguda afilada con mantequilla. El pelón de Juego de tronos es en realidad Conleth Hill. Actor sobre todo de teatro -es dos veces ganador del premio Laurence Olivier- y ahora en el cine gracias a La pesca de salmón en Yemen, nació en Ballycastle, una pequeña localidad de Irlanda del Norte donde, por azares del destino, solía veranear C.S. Lewis cuando escribía Las Crónicas de Narnia. El invierno y la guerra van y vienen. Varys, quizá el hombre más temido de los Siete Reinos, siempre ocupará la casilla del alfil pese a parecer un peón inofensivo. Remando al lado del rey... de cualquiera que ocupe el trono.
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