Mitología ‘blockbuster’
El aparatoso remake Furia de titanes (2010), de Louis Leterrier, fue una de esas raras películas que crean consenso: su único mérito parecía ser el de engrandecer la memoria del original —la película dirigida por Desmond Davis en 1981, último trabajo del gran Ray Harryhausen como técnico de efectos especiales para la gran pantalla— y su mayor error, el ratonero uso de un 3D aplicado en fase de posproducción que convertía el visionado en sostenida tortura estética. El remake no necesitaba una secuela, pero a la industria de Hollywood no parece quitarle el sueño reincidir en sus malas ideas. Con todo, el resultado recicla la catástrofe de su predecesora en mero blockbuster mediocre, salpicado por ocasionales explosiones de energía.
Es más aparatosa, despilfarradora e innecesaria que los péplums de Maciste
Jonathan Liebesman —cachorro de la escudería Michael Bay empeñado en afirmarse como versión portátil de su mentor— afronta Ira de titanes 3D con un registro más cercano a la película de superhéroes que al péplum fantástico. En su anterior película, Invasión a la Tierra, el director jugaba a degradar la épica fordiana con la escritura de brocha gorda del corresponsal de una guerra inexistente: lo más interesante de Ira de titanes 3D es lo que sigue recordando a ese registro, como la batalla final o el feroz enfrentamiento con una quimera que abre la sesión de set-pieces de acción.
Por supuesto, nada lleva el sello de la novedad, pero es en esos momentos cuando el espectador puede dejar de formularse preguntas incómodas sobre los motivos que han llevado a actores como Ralph Fiennesn o Liam Neeson a aceptar papeles que jamás podrán revisar sin sonrojo ni sudores fríos. No es una película esencialmente peor que esos péplums que enfrentaban a Maciste con surtidas amenazas fantásticas, pero sí más aparatosa, despilfarradora y, por supuesto, innecesaria.
'IRA DE TITANES 3D'
Dirección: Jonathan Liebesman
Intérpretes: Sam Worthington, Liam Neeson, Ralph Fiennes, Rosamund Pike, Bill Nighy, Danny Huston.
Género: fantástico. EE UU, 2012.
Duración: 99 minutos.
Babelia
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