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En la piel de Yves Saint Laurent

Aunque la posición de Stefano Pilati, director creativo de Yves Saint Laurent, se considera una de las más frágiles de toda la industria, ha respondido a las cábalas con una de sus mejores colecciones masculinas para la casa.

París
  • La posición de Stefano Pilati, director creativo de Yves Saint Laurent, se considera una de las más frágiles de toda la industria. Por mucho que el grupo PPR, propietario de la casa, reitere una y otra vez que Pilati es su hombre, los rumores insisten en colocar a casi cualquier otro diseñador en su cargo. Ayer respondió a esas cábalas con una de sus mejores colecciones masculinas para la casa. Con abundante negro y piel, trazó una visión rejuvenecida y sensual del hombre Yves Saint Laurent.
    1La posición de Stefano Pilati, director creativo de Yves Saint Laurent, se considera una de las más frágiles de toda la industria. Por mucho que el grupo PPR, propietario de la casa, reitere una y otra vez que Pilati es su hombre, los rumores insisten en colocar a casi cualquier otro diseñador en su cargo. Ayer respondió a esas cábalas con una de sus mejores colecciones masculinas para la casa. Con abundante negro y piel, trazó una visión rejuvenecida y sensual del hombre Yves Saint Laurent. AFP
  • El cuero negro empieza a apuntarse como una de las tendencias de la temporada. Lo utilizó Raf Simons en Jil Sander y ahora Pilati en Saint Laurent. Ambas visiones comparten un aura de enigma y refinamiento que, sin embargo, no está reñida con la juventud. Pilati inyecta una carga de sexualidad en los omnipresentes trajes de la mano de revisiones de la chaqueta motera y de guiños al sadomasoquismo. Como en Louis Vuiton, los detalles de metal puntúan los zapatos y añaden brillo a una silueta fundamentalmente sobria.
    2El cuero negro empieza a apuntarse como una de las tendencias de la temporada. Lo utilizó Raf Simons en Jil Sander y ahora Pilati en Saint Laurent. Ambas visiones comparten un aura de enigma y refinamiento que, sin embargo, no está reñida con la juventud. Pilati inyecta una carga de sexualidad en los omnipresentes trajes de la mano de revisiones de la chaqueta motera y de guiños al sadomasoquismo. Como en Louis Vuiton, los detalles de metal puntúan los zapatos y añaden brillo a una silueta fundamentalmente sobria. AFP
  • Es curioso recordar que la carrera de Hedi Slimane, uno de los diseñadores para hombre más influyentes de la última década, empezó precisamente en la división masculina de Yves Saint Laurent. El rigor en la definición, el carácter sexual y el oscuro perfil de los modelos de Pilati remitía en algo a la visión de Saint Laurent que Slimane propuso. Aunque, como corresponde a estos tiempos que demandan protección, las siluetas eran mucho menos frágiles.
    3Es curioso recordar que la carrera de Hedi Slimane, uno de los diseñadores para hombre más influyentes de la última década, empezó precisamente en la división masculina de Yves Saint Laurent. El rigor en la definición, el carácter sexual y el oscuro perfil de los modelos de Pilati remitía en algo a la visión de Saint Laurent que Slimane propuso. Aunque, como corresponde a estos tiempos que demandan protección, las siluetas eran mucho menos frágiles.
  • El uso del cuero negro remite a la última colección que el propio Yves Saint Laurent firmó para Christian Dior. Tras su osadía de diseñar una colección de alta costura que incorporaba las chaquetas de piel de beatniks y moteros, Saint Laurent fue despedido. Era 1961 y aquel descaro jugó un papel fundamental en la creación de su propia casa de moda. Un hito de la historia de la moda que Pilati traslada a otro sexo y otro siglo.
    4El uso del cuero negro remite a la última colección que el propio Yves Saint Laurent firmó para Christian Dior. Tras su osadía de diseñar una colección de alta costura que incorporaba las chaquetas de piel de beatniks y moteros, Saint Laurent fue despedido. Era 1961 y aquel descaro jugó un papel fundamental en la creación de su propia casa de moda. Un hito de la historia de la moda que Pilati traslada a otro sexo y otro siglo.