La Junta de Extremadura justifica la retirada de la foto por el rechazo "de parte de la sociedad"
La muestra de la polémica, 'Camerinos', recibió la más alta valoración por el 95% de sus visitantes en una encuesta La consejera de Cultura dice que no tiene constancia de que Blanca Portillo vaya a dejar la dirección del certamen
La Junta de Extremadura considera que la retirada de una fotografía del actor Asier Etxeandia de una exposición del Festival de Teatro Clásico de Mérida, decidida por la directora de este evento, Blanca Portillo, obedece a la "opinión de una parte de la sociedad, que se había manifestado en contra de esa expresión artística en un espacio público". Esa imagen muestra al actor maquillándose para una función y con una foto de El cristo, de Velázquez, en el vello púbico. Sobre la posibilidad de que Portillo deje el cargo cuando acabe el festival, la consejera de Educación y Cultura de la Junta extremeña, Trinidad Nogales, ha afirmado que no tiene constancia de ello. A pesar de las declaraciones de Nogales, la exposición de la polémica, Camerinos,, con obras del fotógrafo Sergio Parra, recibió la más alta valoración para el 95% de sus visitantes, según indicaron en un cuestionario.
Además, este diario ha sabido que tanto Blanca Portillo como la productora del festival, Chusa Martín, ya comunicaron verbalmente a Nogales y a Guillermo Fernández Vara, expresidente de la Junta de Extremadura y quien las contrató para dirigir el certamen emeritense, su intención de dejar sus puestos cuando finalice su contrato.
La retirada de la foto de la exposición Camerinos llegó tras el envío de unos 200 correos electrónicos de protesta desde distintos puntos de Extremadura. En esos correos, todos con el mismo texto, se preguntaba si se habría dado la foto si el retratado fuera un musulmán o una mujer o una homosexual y se decía que la imagen atentaba "contra los cristianos". Según Nogales, "la expresión artística es cosa de dos, del que se expresa artísticamente y también de la sociedad que recibe esa muestra de expresión y más si se trata de un espacio público, no de un recinto privado". En la foto el actor está preparándose para representar Infierno, versión del esloveno Tomaz Pandur de La divina comedia, de Dante Alighieri.
Todo esta polémica ha cogido a las directoras "trabajando y cumpliendo su agenda al 100%", han declarado a EL PAÍS ambas responsables. Portillo y Martín han dicho que desean "tomar distancia de este asunto, valorar lo que está ocurriendo y poner toda su energía en el festival". "Es lo que siempre hemos hecho desde que pensamos que nos teníamos que ir", han añadido, aunque no han querido precisar si su decisión se basa en el revuelo de Camerinos. Las responsables del Festival de Mérida no quieren restarle "ni un segundo" a la muestra emeritense, que está recibiendo importantes elogios de crítica y público por el espectáculo Antígona del siglo XXI.
Etxeandia declaró ayer jueves que se sentía perplejo por lo que estaba pasando: "Es la foto de un actor en un momento íntimo de trabajo, me estoy maquillando para hacer de Dante, que es arrojado al infierno desnudo y herido, como Cristo. Tenía como modelo la foto de El cristo, de Velázquez, porque me apasiona, por su vulnerabilidad, tan bello.... Como yo estaba desnudo me la puse para que no saliera mi pito, aunque pienso que hubiera sido mejor salir en pelotas; simplemente era un icono tapando otro icono, me refiero a Dante, no a mi pene..., era un momento muy íntimo". A Etxeandia le parece "delirante que se quejen los que se van a gastar un dineral con la visita del Papa. No quiero herir los sentimientos de nadie, pero la foto está hecha desde una emocionalidad... ¿qué hay sexualidad?, ¡pues claro!, somos seres sexuados". Hoy se ha ratificado en su sorpresa por lo ocurrido y ha añadido que en esas fotos "no se vende ningún producto" y ha defendido que los "artistas puedan expresarse libremente".
Primero, en el Teatro Romano
La foto estuvo expuesta primero en el Teatro Romano, pero el patronato de la Ciudad Monumental pidió a la dirección del festival que se retirara porque llegaron quejas de algunos profesores que visitaban el monumento con alumnos. La foto cambió de ubicación y fue al más íntimo y cerrado Templo de Diana, de donde también ha sido finalmente desalojada. Además, se recibieron numerosas protestas en varios bancos, cajas y organismos públicos de Mérida y Extremadura, todo ellos patronos del festival y a los que se amenazaba con retirar cuentas corrientes y apoyos si no hacían algo para que esa imagen desapareciera.
Entre los fotografiados de la exposición están Amparo Rivelles, Berta Riaza, Alicia Hermida, María Asquerino, Esperanza Roy, Silvia Abascal, Núria Espert, Blanca Portillo, Carlos Hipólito, Vicky Peña, Amparo Rivelles, Maribel Verdú, José Luis Gómez, Luz Casal, Tamara Rojo y Ángel Corella, que, entre otros, son retratados frente al espejo minutos antes de salir a escena. Son medio centenar de imágenes de artistas, todas en blanco y negro y en gran formato, cuyo objetivo es sacar a las calles la esencia del teatro desde la intimidad del camerino.
Las instantáneas fueron tomadas a lo largo de los últimos 12 años y la exposición es una coproducción del Festival de Mérida, donde permanecerá hasta el 28 de agosto, y el Teatro Español, que las exhibirá en septiembre en la plaza de Santa Ana madrileña. El libro Camerinos, que recoge esta exposición al completo, sale la próxima semana a la venta y en él está incluida la foto de la discordia.
Babelia
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