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Guillermo del Toro navega en las aguas de un lento no

Requerido como productor para varios proyectos de Hollywood, el cineasta mexicano no logra rodar sus propias películas

Guillermo del Toro es el director de moda en Hollywood. Pocos son tan queridos y tan buscados en la industria. Los proyectos se le acumulan ya sea como consejero, guionista, productor o director con una ristra de una docena de títulos vinculados a su nombre de una forma u otra. Fuera de esa cueva "sólo para hombres" que tiene en su casa como lugar habitual de trabajo el mexicano tiene ahora una sucursal de sus oficinas en DreamWorks mientras que su nombre supera cualquier rivalidad entre estudios trabajando simultáneamente para Disney en el desarrollo de una nueva versión de La mansión encantada. Nadie tiene las manos tan en la masa de Hollywood y, sin embargo, haciendo cierto el refrán de quien mucho abarca, poco aprieta, nadie está más lejos de hacer lo que todos, incluido él mismo, quiere hacer que es dirigir su propia película. Su último trabajo como realizador fue Hellboy 2: The Golden Army . Fue en 2008 y aunque su recaudación superó los 108 millones de euros en la taquilla mundial hay más de uno que la recuerda como una "decepción" para el talento del mexicano que equiparan al tamaño de su cuerpo. Entonces, ¿qué es lo que pasa con Guillermo?

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Del Toro tiene su propia explicación y como ha repetido en numerosas ocasiones el problema es que vive en la tierra del "lento no": Hollywood. Primero fue el fiasco de El Hobbit , dos años de su vida comprometida en Nueva Zelanda a llevar a la pantalla su adaptación de la famosa "precuela" de El señor de los anillos para nada. La versión oficial es que se cansó de los retrasos a la hora de que New Line y MGM dieran la luz verde.

Y ahora le ha vuelto a pasar lo mismo con la película a la que le tenía echado el ojo desde hace dos décadas, el cuento de H.P.Lovecraft Montañas de la locura. Una vez más el tercero del trío de mexicanos productores que formaron Cha-Cha-Cha (con Alejandro González Iñarritu Y Alfonso Cuarón) parecía tenerlo todo: Pasión por el proyecto, respaldo para los 108 millones de euros en los que estaba presupuestado con James Cameron como productor y hasta una estrella en la figura de Tom Cruise, interesado por la cinta.

En los estudios Universal se quedaron impresionados con el plan asegurando que el alcance del filme y esa mezcla de transgresión y atractivo comercial que tenía "era digna de verse". Lo que se olvidaron de decir es quién firmaría el cheque porque en Universal y con un guión para mayores del que Del Toro no se quiso apear no hubo luz verde. Por muy apetecible que sea el proyecto o la figura del mexicano el precio de la inversión es elevado.

Así que vuelta a la casilla de salida a poner en el fuego alguno de los otros proyectos en los que tiene metidas sus manos. En animación y bien rodeado de españoles en DreamWorks el director de El laberinto del fauno figurará como productor ejecutivo de los dos grandes estrenos de este estudio, Kung Fu Panda 2 y Puss in Boots mientras prepara con Rodrigo Blaas la dirección de su primera película animada, Trollhunters y la adaptación del cortometraje español Alma en un largo. Con Universal el proyecto de Lovecraft habrá muerto una muerte lenta pero hay otros monstruos como Frankenstein y Dr. Jekyll y Mr. Hyde que resucitar o la adaptación de Drood, su versión de la novela inacabada de Charles Dickens. También está la posible adaptación de Matadero-Cinco que está desarrollando u otros proyectos como Crimson Peak o Hater donde sólo figura como productor hasta el momento.

La productora de Jim Henson también le quiere aunque como guionista y productor de su nuevo Pinocho y con Miramax algún día verá el estreno de Don't Be Afraid of the Dark, película que presentó como productor en la pasada Comic Con de San Diego pero que pese a los meses transcurridos no acaba de llegar a las pantallas. De todos ellos el proyecto más avanzado es Pacific Rim, una historia también de fantasía, horror y monstruos pero a diferencia de Montañas de la locura, este filme sería para mayores de 13 y menores acompañados por lo que parece llevar todas las de ganar. Si no muere en las aguas del lento no.

Guillermo del Toro, junto a una de sus criaturas cinematográficas.
Guillermo del Toro, junto a una de sus criaturas cinematográficas.
Vídeo: Guillermo del Toro

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