Lobos en familia

El teatro de Joan Baixas es un cúmulo de sensaciones, artes y disciplinas. Montajes que sobre un escenario combinan música, pintura y títeres, y que provocan sorpresa y despiertan preguntas. El director catalán presenta hoy en el Topic de Tolosa la obra Casadelobos, "escrita y dedicada a Paca Rodrigo", explica Baixas, la intérprete que da vida a una loba y sobre cuya voz ("canta durante todo el espectáculo"), gira el peso de la función.

Baixas escogió la figura del lobo a modo de metáfora del ser humano. "Es un animal que tiene una organización social muy compleja, aspectos de su comportamiento son muy positivos pero también es el gran depredador, el gran asesino de los cuentos", aclara.

El director catalán combina pintura, títeres, música y sonidos en sus creaciones

El peso de la función recae sobre la intérprete Paca Rodrigo

Bajo esta premisa nace Casadelobos, un montaje familiar, con fragmentos de textos de Elias Canetti, Nazim Hikmet y leyendas tradicionales, intercalados con diversos estilos de música, desde Mozart, al jazz o composiciones étnicas. "Un collage de canción y narración, de objetos e imágenes", aseguran sus creadores.

El director catalán, que ha colaborado con artistas como Joan Miró, Antonio Saura y la compañía Els Joglars, sostiene que la mezcla de elementos en sus composiciones "es una costumbre". "Es lo que he hecho toda la vida, lo que me costaría es renunciar a un lenguaje artístico", añade. Baixas no elige y por tanto no renuncia a la posibilidad de generar emociones ya sea a través del sonido, la animación de muñecos, la voz o las imágenes.

"Con Joan hay una premisa a la hora de trabajar, la libertad", apunta la protagonista de Casadelobos. "La mezcla de lenguajes tiene como resultado espectáculos muy creativos", añade Rodrigo. Trabajar junto al creador catalán, reconoce, "es un reto" e insiste en que la obra "explica una historia impactante, pero representada de una manera suave, frágil con ganas de hablar de algo que impacta, emociona y transmite algo importante".

Baixas está convencido de que no se puede tildar el teatro de títeres como un género menor o exclusivamente acotado al terreno infantil. "Lo que se hace para niños muchas veces, y por suerte hay enormes excepciones, es un poco conformista desde el punto de vista del lenguaje, repetitivo, facilón", enumera. Lo difícil, adviete, es crear pensando en un niño, en cómo conseguir atrapar su atención y "que no te mande a hacer puñetas" si no le interesa lo que está viendo.

Aunque Baixas sostenga que "adora trabajar para niños" sus espectáculos están pensados para todo tipo de públicos. "Siempre me gusta hablar de espectáculos familiares. Los niños no acuden solos al teatro, van con sus padres, con sus abuelas y estos no deben ser un mero acompañante, no deben sentir que les están contando una vez más Los tres cerditos". El objetivo para Baixas es que juntos vivan y compartan una experiencia.