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El festival de Venecia se saca brillo

Un repaso a las películas que del 1 al 11 de septiembre desfilarán el certamen de la ciudad de los canales

Cuando Marco Müller anunció esta misma semana la parrilla de salida de La Mostra , la siempre quejosa industria italiana esbozó una sonrisa de oreja a oreja: hasta veintinueve largometrajes del país tomarán parte en la 67ª edición del festival. Algunos interpretaron esto como el primer intento de Muller, director del evento, de hacer las paces con el cine patrio, aunque la alegría dura poco en casa del ahorcado: Sandro Bondi, ministro de cultura italiano, anunció que -como cada año- no tenía ninguna intención de viajar a la ciudad de los canales. No es una sorpresa la poca afección que tienen los miembros del gobierno por el certamen desde que Müller se empeñó en programar películas que critican a Silvio Berlusconi, una figura que en el país compite en santidad con el Papa.

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Aún así, el festival ha sido capaz de reunir un buen número de películas que juegan a cubrir todos los ángulos posibles:

Somewhere de Sofia Coppola. El retorno de la hija de Francis Ford después del -relativo- traspiés que supuso Maria Antonieta y que para algunos relativizaba los méritos de la directora de Lost in translation. Quizás por ello Coppola opta en esta ocasión por volver a los códigos geográficos (la acción transcurre en un hotel) y narrativos (el protagonista es un actor venido a menos) de la película que la puso en el mapa.

I'm still here. Levantada ya la manta de confusión que yacía sobre el tema, Joaquim Phoenix vuelve a la vida después del delirante modo en que anunciaba su retirada para dedicarse a la música. Lo hace con un documental sobre su descenso a los infiernos que resbala entre ficción y realidad y que al parecer muestra al actor siendo humillado de todas las formas posibles ante la atenta mirada de la cámara de Casey Affleck, actorazo metido a realizador que pasa por ser el cuñado de Phoenix. Todo queda en casa.

The town. El regreso del otro Affleck, Ben, a la dirección después de su excelente debut con Adiós pequeña, adiós. Vuelve el actor y director a su querida Boston para contar una historia de atracos y traiciones con un reparto de lujo: Pete Postlehwaite, Chris Cooper, Jon Hamm (el amado Don Draper de Mad Men) y el propio Affleck.

Black swan. Después de ser aclamado en la Mostra por El luchador, la película en la que resucitaba a Mickey Rourke, Darren Aronofsky ataca de nuevo con Black Swan, una película que se mueve en los territorios del thriller y que cuenta en sus filas con dos seguros de vida como Natalie Portman y Vincent Cassel y una bala en la recámara llamada Winona Ryder. El filme será el título que abrirá el festival.

Miral. Julian Schnabel espera volver a sacudir las conciencias cinéfilas con su último proyecto, Mira, una incisiva mirada al conflicto judeo- palestino pasado por el colador del artista, siempre atento a convertir el matiz en núcleo y el núcleo en matiz. La película adapta la novela de Rula Jebreal, que cuenta la historia de Miral, una niña palestina que acaba convirtiéndose en una de las líderes de su pueblo. Las espadas están en alto después del éxito de La escafandra y la mariposa y el hecho de que Miral descienda al delicado escenario delimitado por Israel la convierte en uno de los títulos más esperados del certamen.

Promises written in winter. A los periodistas acreditados en la última Mostra veneciana no se les olvida el aparente estado de delirio de Vincent Gallo, una especie de leproso del cine independiente al que nadie hacía ni caso desde hace una década. Pero Gallo es muy tozudo y ha conseguido meterse en la sección oficial del festival con una propuesta que roza la marcianada... si finalmente tiene algo que ver con lo que Gallo explicó en 2009 a la prensa utilizando métodos poco convencionales. Con Phoenix y Affleck la cuota de excentricidad en el certamen está más que cubierta.

Balada triste de trompeta. Alex de la Iglesia se cuela en el festival con una comedia junto al más reputado de sus compinches, Santiago Segura. La comicidad siempre da sus réditos en los certámenes internacionales, especialmente porque en ellos predominan propuestas de noble abolengo y el despiporre de las carcajadas es siempre bienvenido. El director bilbaíno puede presumir de ser el único rostro nacional en la Mostra (junto al catalán Lluis Galter, que participa en la sección Orizzonti con la película Caracremada y a todo un clásico, Jose Luís Guerín, que presenta Guest en la misma sección).

Machete. Robert Rodríguez regresa a los territorios de El mariachi con Machete, una locura de tintes Tarantinianos (presidente del jurado en esta edición) donde destaca el rostro más marmóreo del cine actual, Danny Trejo, acompañado por Robert de Niro, Jessica Alba y Steven Seagal (ahí es nada). La película inaugurará la sección de Mezzanotte.

A letter to Elia. Martin Scorsese siempre aparece, por activa o por pasiva, en el cartel del festival italiano y esta vez no podía ser menos. El estadounidense se descuelga esta vez con una carta de amor (en forma de documental) a Elia Kazan, aquel director y delator que se hizo famoso tanto por una cosa como por la otra. Otro de los títulos más esperados por los cinéfilos amantes del clasicismo.

Potiche. Uno de los directores más reclamados por los festivales internacionales, el francés François Ozon, se presenta en Venecia con dos iconos de la cultura gala como Gerard Depardieu y Catherine Deneuve, con una película de vocación crepuscular que es la gran esperanza europea para rascar algo en el palmarés.

The tempest. La díscola por excelencia, Julie Taymor (Titus, Across the universe), será la encargada de cerrar la Mostra con la ayuda de un montón de rostros conocidos (Chris Cooper, David Strathairn, Helen Mirren y Alfred Molina) y la pluma de un viejo amigo del séptimo arte, William Shakespeare. Taymor utilizara su particular modo de ver las cosas para transformar un clásico como La tempestad en otra cosa. Veremos si en esta ocasión genera amor u odio... o ambas cosas.

Rodaje de la película <i>Balada triste de trompeta,</i> de Álex de la Iglesia, en el barrio de Chamberí, en Madrid.
Rodaje de la película Balada triste de trompeta, de Álex de la Iglesia, en el barrio de Chamberí, en Madrid.SAMUEL SÁNCHEZ
Fragmento del cartel de la película 'Somewhere' de Sofía Coppola
Fragmento del cartel de la película 'Somewhere' de Sofía Coppola

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