Originalidad y gangas en tiempos de crisis
En plena crisis y ante San Valentín, los productos más improbables se convierten en los más buscados en EE UU
En medio de una de las crisis más graves que recuerda el consumidor norteamericano, y tras la resaca de los gastos navideños, los productos más improbables se han convertido en los regalos más buscados de cara a fechas tan celebradas en Estados Unidos como el día de San Valentín. Es en la depresión económica cuando reaparece el arte de la originalidad y cuando triunfan las propuestas más arriesgadas.
Empresas del sector joyero están cayendo una a una. Una de las grandes tiendas de joyería de Nueva York, Fortunoff, ha cerrado sus puertas. Su empresa matriz está al borde de la bancarrota. Tiffany's, símbolo mundial del lujo, cerró la temporada navideña con un descenso de las ventas del 21% respecto al año anterior. "La temporada navideña de 2008 ha sido la más dura desde los 21 años en que Tiffany comenzó a operar", dijo recientemente el vicepresidente de la compañía Mark Aaron, según AP.
Con este panorama, Internet se ha convertido en un verdadero medio donde cazar gangas. Zappos.com, por ejemplo, es un bazar de zapatos virtual donde no se cobran gastos de envío y no hay límite de días para hacer un cambio o devolución. Sólo en 2008 ha tenido unos ingresos de mil millones de dólares, según fuentes de la propia compañía.
Una nueva moda -impuesta por lo duro de la crisis- es la de regalar productos económicos... pero exclusivos. Es probable que muchos enamorados, este día de San Valentín, reciban antes una pieza de ropa interior antes que una joya. Muchas empresas primerizas tratan de innovar con diseños exclusivos y precios bajos. Es el caso de la marca de calzoncillos PIPE, del diseñador colombiano -afincado en Washington- Carlos Palachio (pipeunderwear.com). "Con una crisis económica como la que vivimos, vender a través de Internet me pareció lo más adecuado. Es una forma de poner a la venta diseños exclusivos de forma muy barata", explica este diseñador, que se ha creado una fiel clientela en EE UU, Canadá Francia, Italia, Alemania y Colombia.
Y, a falta de propuestas sensuales, siempre se puede regalar una manta con mangas. Lo han bautizado con el nombre de 'snuggie' (getsnuggie.com), una palabra inventada que deriva del adjetivo 'snug', o cómodo. La idea de la empresa que la comercializa, Allstar, es permitir al comprador poder ver la tele, leer un libro o cenar envuelto en una manta. Hasta la fecha, tras la temporada navideña, se han vendido 4 millones de snuggies, a un módico precio de 20 dólares. "Por ahora vendemos en EE UU y el Reino Unido, pero tenemos el permiso para vender en Europa y vamos a entrar en ese mercado en breve", explica Scott Boilen, presidente de Allstar.
En Facebook hay decenas de grupos a favor y en contra de este producto. Uno se hace llamar "El Snuggie es lo mejor que me ha pasado en la vida". Otro, que ya tiene más de 4.000 miembros, simplemente sentencia que "puede que los snuggies sean calentitos y cómodos, pero te hacen parecer tonto".
Aunque ha sido ridiculizado en numerosas instancias, el 'snuggie' amenaza con convertirse en todo un titán de la cultura popular y comercial de EE UU, como los Crocs (crocs.com), unos zuecos de goma y vistosos colores que llegó a llevar incluso el ex presidente George Bush. De vender una remesa completa de 200 pares en 2002, en este momento esta empresa ha pasado a emplear a más de 5.000 personas y a tener unos ingresos anuales de más de 840 millones.
En esta vorágine de propuestas originales, hay empresas que han vuelto a comercializar los Fundies, ropa interior que se pueden calzar dos personas a la vez. Es, simplemente, un calzón de lycra ancho en el que entran dos personas, cara a cara. El resto queda en manos de la creatividad del comprador.
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