"El cine español está en China, sólo que no pasa por taquilla"
El director de cine Manuel Gutierrez Aragón habla en el Festival de Cine de Shanghai sobre la presencia del cine nacional en el gigante asiático
El cine español en China, un país en el que sólo se permite proyectar veinte películas extranjeras al año, ha entrado de la mano de la piratería, dijo hoy a Efe el cineasta Manuel Gutiérrez-Aragón. "La presencia del cine español es mucho mayor de lo que se ve, sólo que no pasa por taquilla", explicó el director de cine y presidente del Instituto Buñuel de la SGAE (Sociedad General de Autores y Editores), quien asistió al Festival Internacional de Cine de Shanghai, clausurado anoche.
"En España, los esfuerzos culturales cunden más en Latinoamérica, tanto a nivel institucional como particular, y las empresas cinematográficas cada día invierten más allí. Casi no hay películas latinoamericanas que no tengan elementos españoles o algún tipo de participación o financiación española", señaló.
Gutiérrez-Aragón subrayó que "ese papel estratégico, sin embargo, no se ha conseguido en Asia y quizá las instituciones públicas españolas tendrían que hacer un esfuerzo mayor porque dentro de diez años China va a ser, potencialmente al menos, el mayor cliente en productos inmateriales, desde la informática a la cultura y el idioma".
Por el momento, en cine, España no ha conseguido apenas resultados tangibles en el mercado chino, aunque el papel de difusión de los "agentes culturales piratas" demuestra que hay interés por él en el público local, al que accede mediante copias ilegales en la calle o a través de internet.
Hasta ahora, apenas se han visto en las pantallas de cine chinas producciones españolas, salvo La mujer más fea del mundo (1999, de Miguel Bardem), que fue estrenada en 2005 pero con un beneficio fijo y sólo en algunas salas, y Salir pitando (2007, de Álvaro Fernández Armero), prevista para este año.
Para Gutiérrez-Aragón, "la puerta de entrada a Asia sigue estando en los festivales", sobre todo en el de Shanghai, el más joven del mundo de Clase A y que sigue siendo el festival clave para entrar en China. En ese sentido, el cineasta dijo que "la presencia de la SGAE (en esta región mundial) es digna de aplauso".
Para su delegada para Asia-Pacífico, Mari Cruz Alonso, la situación mejorará tarde o temprano, ya que el límite que China mantiene a la exhibición de películas extranjeras (la mayoría de ellas de Hollywood), a pesar de que entró en la Organización Mundial del Comercio en 2001, no se puede sostener a largo plazo.
"China no tiene vuelta atrás, va a ir hacia adelante; todos quisiéramos que fuera el mes que viene, y podrá tardar más o menos años, pero se irá abriendo cada vez más, sobre todo después de los Juegos Olímpicos", vaticinó Alonso.
El cambio de actitud oficial se acabará produciendo, indicó Alonso, porque cada vez hay más casos de violaciones de derechos de autor entre firmas chinas en los tribunales del país, y éstas "también quieren cobrar derechos de autor, porque empiezan a tener sus artistas importantes y el Gobierno tendrá que hacer algo", auguró.
Babelia
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