Laurie Anderson sorprende en Madrid al compartir escenario con Lou Reed

La artista estadounidense Laurie Anderson sorprendió anoche en su concierto en Madrid al contar de forma inesperada con la presencia sobre el escenario de Lou Reed, en la que presentaba su nuevo espectáculo, Homeland.

Ella ha hecho de la experimentación su principal arma artística e ideológica y él, creador de genio versátil y magnético, lleva cuatro décadas siendo el icono neoyorquino por excelencia.

Anoche se unieron en Madrid en el marco del festival Veranos de la Villa, para interpretar dos temas de la nueva propuesta de Anderson, y juntos resucitaron por unos minutos el espíritu de la vanguardia neoyorquina de los años 70 y 80, a la que pertenecieron, entre las paredes barrocas del patio central del Conde Duque.

De esta forma, Lou Reed, compañero sentimental y colaborador habitual de Anderson desde 1990, también cerró su paso por Europa y subsanó la ausencia de fechas españolas en su última gira, que finalizó el pasado 14 de julio en Italia.

El concierto se centró en los nuevos temas de la compositora incluidos en Homeland, la que será la primera grabación de Laurie Anderson en casi una década, ya que el espectáculo se convertirá en su próximo álbum en 2008.

Anderson, quien también ha colaborado a lo largo de su carrera con William S. Burroughs, Frank Zappa, Andy Warhol o Peter Gabriel, volvió a evidenciar su condición de artista multidisciplinar conjugando melodías electrónicas y efectos visuales de un modo poético y reivindicativo, con una puesta en escena estática en cuanto a la forma y agitadora en cuanto al fondo.

Esta gira, que ya había pasado en los últimos días por San Sebastián, Zaragoza y Barcelona, tiene en el punto de mira el código de conducta de los Estados Unidos, entre ellos la extrema preocupación por la seguridad nacional y la paranoia informativa.

Escenario ambientado para la ocasión

Rodeada de velas, bombillas y una iluminación transitoria -y acompañada del cello de Okkyung Lee, los teclados de Peter Scherer y el bajo eléctrico de Skulli Sverrison-, la estadounidense ofreció letras llenas de mordiente e ironía y subtituladas al castellano junto a los sonidos creados al margen de lo convencional que conforman Homeland.

Un público que siguió la mayor parte del concierto en un reverencial silencio aclamó con especial interés los temas que hacían referencia a la actitud pro belicista de la Administración Bush, entre ellos Only an expert, pero fue Lost art of conversation, canción que contó con la guitarra de Lou Reed, la que mayores aplausos suscitó entre los asistentes.

La compositora celebró así su 60 cumpleaños, que tuvo lugar el pasado mes de junio, también en Madrid, ciudad a la que regresó tras inaugurar la última edición del Festival de Otoño el pasado mes de octubre con The end of the moon, fruto de su trabajo como la primera artista de la NASA.

No hubo cabida para temas de Reed en un recital como el de anoche, por ello tampoco sonó Oh Superman, el único éxito comercial de la estadounidense, que logró en 1981 gracias al incesante apoyo del recientemente fallecido Dj británico John Peel, estandarte de la emisora Radio 1 de la BBC, aunque no impidió que Anderson recibiera una rotunda ovación al finalizar la velada.