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Agotadas en dos horas las entradas para el único concierto de Oasis en España

La banda británica presentará el 1 de junio en Madrid 'Don't Believe The Truth', su sexto trabajo de estudio

Las entradas para el único concierto que la banda británica Oasis ofrecerá en España, el próximo 1 de junio en la sala Aqualung de Madrid para presentar su último disco Don't Believe the Truth, se han agotado en apenas dos horas desde que se pusieran a la venta a las nueve de esta mañana, ha informado hoy su discográfica.

Madrid es una de las pocas ciudades europeas en la que los siempre polémicos hermanos Gallagher recalarán coincidiendo con el lanzamiento mundial de su sexto trabajo de estudio, el próximo 30 de mayo. A diferencia de anteriores ocasiones, el grupo de Manchester ha renunciado a tocar en estadios y ha optado por espacios más reducidos; salas pequeñas donde la comunión con el público siempre es mayor. El primer concierto de esta mini-gira se celebrará en París y las entradas se vendieron hace días en tan sólo 40 minutos, según las mismas fuentes.

Lyla, primer single de Don't Believe The Truth, saldrá a la calle quince días antes que el disco, pero la canción ya se escucha en multitud de radios europeas y con menor intensidad en las estadounidenses. El vídeo-clip se estrenó hace una semana a bombo y platillo en la cadena musical MTV y la acogida entre el público fue bastante entuasiasta. También influyó en ello la actitud de la prensa musical que ya ha podido escuchar el disco y que anticipa que es quizá el mejor trabajo en años de los reyes del britpop.

Revolución musical

Oasis nació en el año 1994 en Manchester, cuna de The Stone Roses, una de sus principales inspiraciones junto a The Beatles. Su disco de debut, Definitely Maybe, supuso una auténtica revolución para el anquilosado y apolillado panorama musical británico. Muchas de sus canciones pronto se convirtieron en himnos para la juventud inglesa, que por fin, tras muchos años de sequía creativa, pudo presumir frente a los estadounidenses, que hasta esa fecha habían monopolizado la lista de ventas con apuestas como Nirvana o Pearl Jam.

Y es que la irrupción de Oasis coincidió con la lenta pero irreversible decadencia del grunge norteamericano. Sacando ventaja de esa circunstancia, enseguida se convirtieron en la referencia para muchos otros grupos británicos que crecieron a su sombra. Pero su consagración definitiva vino con (What's the Story) Morning Glory (1995), un disco con clara vocación comercial que se alejaba del sonido sucio y un tanto underground de su anterior trabajo. Wonderwall, la canción que todavía sigue persiguiendo a Oasis, se convirtió en un éxito en todo el mundo copando el número 1 de las listas europeas. Pero también supuso el principal argumento para aquellos que para entonces eran legión y criticaban abiertamente la obsesión de Oasis por copiar el sonido beatle hasta la nausea.

Malos tiempos

Todo ello no hizo variar un ápice el planteamiento de los mancunianos, que lejos de ocultar esa notoria influencia, se enrocaron en su sonido en Be Here Now (1997), que ya carecía de la frescura de sus anteriores trabajos. Pese a que también cosechó un generoso éxito de ventas, sobre todo en Reino Unido, muchos fans ya dejaron de creer en Oasis. Fue entonces cuando comenzó la travesía del desierto: los hermanos Gallagher sufrieron la baja repentina de los otros dos integrantes del cuarteto, las broncas entre ambos saltaron a la prensa británica casi a diario, las drogas ocupaban la mayor parte de su tiempo y de la guitarra de Noel, el hermano mayor y el principal compositor del grupo, dejaron de salir acordes pegadizos.

Los rumores de separación fueron sepultados con su cuarto disco, Standing on the Shoulders of Giants, con el que estrenaban nueva formación y que supuso una especie de penitencia por los pecados del pasado. Pero fue precisamente ese pasado el que condicionó todo el disco, al gravitar como un fantasma desde el primer hasta el último minuto.

Heathen Chemistry (2002) abrió las puertas a nuevos tiempos, lejos ya de la constante juerga sin freno del pasado. El disco, en todo caso, tuvo una acogida más bien discreta entre el público, pero hizo presagiar mejores momentos para la marca Oasis, que 11 años después de saltar a la fama vuelve a escena con la intención de revivir la épica de un pasado glorioso.

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