Elvira Lindo desvela los misterios de su última novela en el Club de lectura de EL PAÍS

Una visita al pueblo de su infancia despertó en la escritora Elvira Lindo la inspiración. Tanto fue así que decidió abandonar el proyecto en el que estaba trabajando para meterse de lleno en aquel torbellino naciente. Llamó a su editora y le dijo: “Sé que estás esperando un libro, pero te voy a entregar otro”. Lindo comenzó así En la boca del lobo, su última novela y la protagonista del Club de lectura de abril, que se celebró en la Fnac de Callao.

El libro arranca con Julieta, una niña de 11 años, y su madre viajando al pueblo en el que creció la segunda. El verano que pasarán en ese lugar, que guarda la memoria de la familia y otros misterios, supondrá un punto de inflexión en la vida de la pequeña. Lindo se ha inspirado en el pueblo de su infancia, Rincón de Ademuz, en Valencia, para crear una ambientación donde la naturaleza acompaña el desarrollo de la trama.

Con un entorno en el que flora y fauna tienen una potente energía, la novela toma tintes de fábula. “Me gustaba que cada capítulo tuviera una fuerza animal”, explicó la autora a los lectores, que acudieron al encuentro como parte de las actividades exclusivas de EL PAÍS+. Los zorros o el sapo son herramientas para enriquecer los significados y referencias de la novela, pero también un indicador de otras preocupaciones de la autora, como el cambio climático. Así explicó, por ejemplo, la aparición de especies foráneas en el pueblo ficticio de La Sabina, donde transcurre la acción.

La naturaleza sirve también para reflejar los cambios temporales, un juego de este libro que acentúa el misterio que guarda. Lindo reconoció sobre esto que “se le exige un poco al lector” y que puede llegar a sentirse “desconcertado” en algún momento, pero señaló que “acaba siendo algo placentero”, pues forma parte de las argucias de la novela para atraparlo. Desentrañar qué está ocurriendo es la satisfacción final.

La escritora reveló algunas curiosidades de sus personajes, como el de Emma, una vecina que llega al pueblo desde la ciudad. Sensual incluso sin quererlo, fuerte, pero con sus propias nostalgias, la escritora contó que estaba trabajando con la actriz Emma Suárez en la película Alguien que cuide de mí al mismo tiempo que escribía este libro. La conexión entre la actriz y su personaje le pareció evidente. “Le pregunté si le importaba que yo basara un personaje en ella”, contó. La actriz aceptó.

La música forma también parte de En la boca del lobo y uno de los lectores que participó en el Club de lectura alabó la elección de las canciones, que colaboran en la ambientación. Otro le agradeció cómo ha recogido la vida en los pueblos ― y no solo su despoblación o decadencia― y sobre todo las conversaciones entre personajes de diferentes generaciones, un encuentro que en las aldeas se produce de manera más natural que en las ciudades. Lindo compartió que ella ha tenido “la inmensa suerte” de vivir ese intercambio intergeneracional de niña y señaló que esas conversaciones que recoge el libro forman “el corazón” de la novela.