Fernando Aramburu, nuevo columnista de EL PAÍS
El autor de ‘Patria’, y ‘Los Vencejos’, novelista y ensayista consolidado, escribirá la columna de la contraportada de los martes
Dice Fernando Aramburu, autor de Patria y Los Vencejos ―entre otras muchas obras―, novelista y ensayista de larga trayectoria, que residir en Alemania le proporciona cierta perspectiva. Desde aquí le gustaría reflexionar sobre cuestiones que afectan a España; también de estos asuntos que la atañen desde un contexto europeo. Lo comenta con motivo de su nueva columna de la contraportada de los martes de EL PAÍS, con la que desde este 19 de abril se suma como nuevo columnista.
“Soy hombre de libros y fui profesor de colegio, de donde se deduce que en mis textos asomarán a menudo la literatura, el arte, la educación y todo aquello que de una forma u otra contribuye a mejorarnos como ciudadanos”, comenta sobre su nueva tarea. Tampoco descarta ejercer la crítica sobre asuntos de actualidad, pero en todos los casos se exigirá “ingenio, buen humor y”, así lo espera, “una prosa digna de los lectores del periódico”.
Fernando Aramburu, nuevo columnista de EL PAÍS
"A la inmensa mayoría dedicaba sus poemas Blas de Otero y es esa inmensa mayoría la que sabe de Fernando Aramburu gracias a una novela de gran tonelaje dedicada a contar la intimidad de la extorsión que el terrorismo etarra practicó sobre una sociedad enmudecida y envilecida por el miedo. Patria ha sido un éxito clamoroso y continuado de la novela española del siglo XXI desde 2016, pero ese mundo de Fernando Aramburu está con él y sus libros desde el primero, Fuegos con limón, 20 años atrás. Ahí prevaleció sobre todo la gamberrada, la chispa, el humor y la subversión de un grupo de artistas jóvenes en manos de un narrador sin respiro que no ha perdido nunca el viso irónico.
Su residencia en Alemania desde hace muchos años como profesor de español para descendientes de inmigrantes (aunque ya no lo sea) ha propiciado una mirada desesclavizada al drama vivido en su tierra. Esa mirada ha ido destilándose en varias novelas, más intimistas, con rasgos autobiográficos flagrantes, y una vitalidad de estilo que las hace irresistibles, como sucede con Años lentos, pero también en relatos que capturan en breverías una tragedia escondida y callada, donde no hay equidistancia sino reconstrucción del horror vivido por una sociedad atemorizada, Los peces de la amargura. Todavía ha sido capaz de encontrar en el hilo de los días, las lecturas y los retales de la memoria el material sutil para otras páginas más introspectivas: es lo que hizo en un libro de madurez, intimidad y poesía, Autorretrato sin mí, o en otros más cercanos a la crítica literaria y la inspección del oficio, como en El artista y su cadáver o Las letras entornadas.
No es la primera vez que escribe en este periódico, pero ahora lo hará con regularidad cada martes en la columna de contraportada…, y lo que se deje en otras páginas y con otras causas. Ah, y multitudes ingentes de niños leyeron desde 2004 Vida de un piojo llamado Matías: a la vista de la afición y las risas de los niños, luego la leyeron los padres".
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