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Los españoles se sienten muy cercanos a los animales y la mayoría rechaza su uso en circos, corridas de toros, caza, vestidos y cosmética

Un estudio de la Fundación BBVA muestra que los encuestados consideran que estos seres vivos sienten emociones similares a las humanas

Miguel Ángel Medina
Decenas de personas acuden a bendecir a sus mascotas en la iglesia de San Antonio, el año pasado en Barcelona.
Decenas de personas acuden a bendecir a sus mascotas en la iglesia de San Antonio, el año pasado en Barcelona.Emilio Morenatti (AP)

La sociedad española se siente, en general, muy cercana a los animales, con los que considera que comparte emociones y sentimientos, por lo que mayoritariamente rechaza que se usen en circos, corridas de toros, caza, vestidos y cosmética. Así lo muestra un estudio realizado por la Fundación BBVA a través de encuestas a dos tandas de 2.000 personas —que han respondido a diferentes preguntas—, entre cuyos resultados se muestra que ocho de cada 10 personas consideran que estos seres vivos tienen dignidad y todavía más —nueve de cada 10—, que los seres humanos tienen la obligación moral de velar por los animales, sean domésticos o salvajes. Estos datos ejemplifican el cambio de mentalidad del país que este año se ha concretado en que las mascotas se consideren ya por ley seres sintientes y que esté en estudio una ley de bienestar animal muy ambiciosa.

Los datos muestran que la amplia mayoría cree que “los animales sienten dolor físico” (8,7 de cada 10) o “sienten miedo” (7,9) o “tienen emociones (7,1)” o incluso “sienten placer” (6,9) de manera similar a los seres humanos. Además, los encuestados entienden que estos seres vivos “tienen vínculos familiares similares a los de los seres humanos” (7,2) y “tienen memoria y recuerdos muy parecidos” a las personas (6,6).

Esta cercanía se traduce también en la consideración moral de los animales: el 39% opina que tienen la misma condición moral que los hombres y el 27% que tienen una condición moral a mitad de camino entre la de los humanos y las plantas. Mientras, el 54% de los españoles piensa que debe reconocerse el derecho a la vida de los animales de manera similar al de las personas y el 44% considera también que debe reconocerse, aunque de manera distinta a los seres humanos.

En este contexto, los españoles aceptan el uso de estos seres vivos en la investigación veterinaria, médica y científica (media de aceptación de 7,0, 6,0 y 5,7 respectivamente) y para alimentación de los humanos (6,1), mientras que existe un amplio rechazo a su uso vinculado a espectáculos en vivo como el circo (1,7) y las corridas de toros (1,9), la caza deportiva (1,7), investigaciones de cosmética (1,3), vestido (1,5) y, en particular, confección de abrigos de piel (0,8).

Las preguntas, realizadas el pasado mes de noviembre, no entran a valorar la reciente polémica sobre las macrogranjas, donde las organizaciones ecologistas denuncian que los animales se encuentran hacinados y sin espacio para moverse. En cualquier caso el informe explica que “se observa un rechazo general a un escenario hipotético en el que la producción de carne y otros alimentos derivados de los animales pudiera justificar el mantenimiento de los animales en condiciones de hacinamiento (3,1 sobre 10)”, un rechazo que es mayor entre las mujeres, la gente de izquierdas y quienes tienen estudios universitarios.

La modificación de la estructura genética de los animales suscita valoraciones desfavorables: 4,6 sobre 10 aceptan que se haga si es para obtener beneficios médicos —hace unos días se trasplantó el primer corazón de cerdo a un humano, si bien la encuesta es anterior—, mientras que tan solo 2,6 sobre 10 lo aceptan cuando se trata de producir alimentos. Mientras, un 28% de los encuestados explican que firman peticiones a favor de los animales, y algo menos (27%) que participan en acciones de rescate de animales y voluntariado en este sector.

Con esta sensibilidad social se entiende mejor que este año en España los animales hayan pasado a ser considerados legalmente seres sintientes, lo que significa que no podrán ser embargados, hipotecados, abandonados, maltratados o apartados de uno de sus dueños en caso de separación o divorcio. Nuria Máximo, directora de la Cátedra Animales y Sociedad de la Universidad Rey Juan Carlos, explicó tras esta norma “que la sociedad va cambiando su visión de los animales” y cada vez los respeta más: “Ha habido un cambio en la sensibilidad de la población con el trato que damos a los animales, sobre todo aquellos con los que convivimos. A cualquier persona le preguntas y sabe que su mascota no es una cosa”. Además, hay en marcha un anteproyecto de ley de bienestar animal, que incluye medidas como la prohibición de sacrificar animales sin causa justificada, el veto al uso de fauna salvaje en los circos y el fin de la venta de mascotas en tienda, así como una reforma del Código Penal que prevé endurecer las penas por maltrato animal.

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Sobre la firma

Miguel Ángel Medina
Escribe sobre medio ambiente, movilidad —es un apasionado de la bicicleta—, consumo y urbanismo, entre otros temas. Licenciado en Periodismo por la Universidad Complutense, ha publicado el libro ‘Madrid, preguntas y respuestas. 75 historias para descubrir la capital’. 

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