¿Que el lince deje de estar en peligro de extinción puede reducir los fondos europeos para la especie?
Las comunidades de Andalucía y Castilla-La Mancha se alegran del hito conseguido, pero advierten de que este felino todavía sigue amenazada y que no se puede bajar ni la financiación ni la guardia
La alegría de que el lince ibérico haya conseguido dejar atrás el peligro de extinción es palpable en políticos de todos los colores, ONG y en otros responsables implicados en su recuperación. Pero también existe cierto recelo en Andalucía y Castilla-La Mancha, las comunidades que más ejemplares atesoran, con 755 y 715 ejemplares, respectivamente. Advierten de que esta decisión de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), la máxima autoridad científica en protección de especies, no debe afectar a los fondos europeos que llegan a través de los proyectos Life o a una relajación en el cuidado de una especie todavía en riesgo, si se tuviera en cuenta en la legislación europea y española. El programa Life es el instrumento utilizado por la Unión Europea para financiar actuaciones de conservación ambientales. El lince ha conseguido cuatro planes de este tipo desde 2001, que han conducido al éxito actual. El último, el Life Lynxconnect, finaliza en 2025 y dentro de sus objetivos se encontraba que la UICN lo incluyera como vulnerable en 2025. Se ha logrado un año antes.
La resolución de la UICN no tiene trascendencia legal y en España el felino sigue catalogado en peligro, así que las obligaciones del Gobierno central y de los autonómicos continúan siendo las mismas. Y en Europa la especie continúa incluida como prioritaria en el anexo II de la Directiva Hábitats de forma que es complicado que la financiación se modifique. Además de que la propia UICN señala que el carnívoro, a pesar de ser considerado como vulnerable en su Lista Roja, “continúa amenazado” debido a las fluctuaciones en la población de conejo acosadas por las enfermedades, la caza furtiva, las muertes en carreteras y las modificaciones del hábitat por el cambio climático.
Javier Salcedo, coordinador del Plan de Recuperación del Lince Ibérico en Andalucía, manifestó su satisfacción por la bajada del grado de amenaza del lince en la que han tenido mucho que ver. “Era, además, uno de los objetivos del Life Lynxconnect que está ahora en marcha”, respondió a EL PAÍS en un acto en el Senado la semana pasada para celebrar los 20 años de lucha por la supervivencia de la especie que coincidió con el anuncio de la UICN. Pero, a la vez, advirtió de los cambios que podría implicar la decisión si se llegara a tomar en cuenta en España y en Europa. “Habrá que justificar mejor a Europa las razones por las que se pide un Life, que ya son complicadas”, indicó. Además, “la cofinanciación podría cambiar: por ejemplo, si en el Life LynxConnect de cada 100 euros de presupuesto, Europa pone 60 y nosotros 40, que se le pidiera más a España”, añadió. En todo caso, “Europa es la que marca la pauta, y nosotros tenemos su mandato legal de proteger al lince y de hacer lo que nos dice la Directiva Hábitats”, concretó.
Ramón Pérez de Ayala de la organización conservacionista WWF, socia de programas Life para conservar la especie, mantiene que es imposible que la ayuda económica europea se reduzca debido a que el lince se mantiene en esa directiva. Esta circunstancia permite que los proyectos para la emblemática especie sigan teniendo derecho a la tasa de cofinanciación más alta posible, que en los Life Naturaleza está fijada en el 75% del importe. Se podría plantear una modificación de esa directiva, como se ha propuesto con el lobo para bajar su protección, pero es un proceso que dura años y que con el lince es algo inimaginable en estos momentos.
Persistencia de los problemas
Susana Jara Sánchez, directora general de Medio Natural y Biodiversidad de Castilla-La Mancha, también mostró sus dudas sobre si la bajada del grado de amenaza para el lince va a beneficiar o no a la especie en el mismo acto del Senado. Para ella es evidente que si se trasladara a la Unión Europea “la financiación podría cambiar totalmente, a pesar de que las amenazas continúan ahí”. Hay que tener en cuenta que “todavía tenemos muchos problemas y que no solo se trata de que el número de ejemplares sea elevado, sino de que exista un reparto territorial mayor de la especie, porque ahora no hay una distribución generalizada en la península Ibérica”.
Por otro lado, “si se convierte en vulnerable, lógicamente se relaja la inversión y las necesidades de establecer decretos de recuperación en los que se tomen medidas específicas asociadas a la especie”. En el caso de que la aportación económica cambiara, “probablemente no tendríamos suficientes recursos para arreglar las carreteras y evitar las muertes por accidentes”. Y también puede ocurrir que “por precipitarnos se dé un paso atrás en un proyecto que a todas luces ha cosechado a lo largo de 20 años resultados espectaculares”.
La Junta de Extremadura, comunidad con más de 250 ejemplares, indica en un comunicado, que con este cambio de categoría se ha conseguido que el felino pase a una nueva situación y “se buscará que pueda comenzar a valerse por sí mismo y sea más libre como cualquier especie silvestre”. Lo que no significa, aclara a continuación, que la Junta se vaya a desentender de la especie: “se la seguirá muy de cerca y se continuará participando en programas Life”.
Y Murcia, la comunidad más novel en la reintroducción del lince, se suma al entusiasmo por el anuncio de la UICN. En la región todavía se están adaptando a la especie y han sufrido grandes pérdidas: han fallecido seis ejemplares de los 18 soltados, cinco de ellos por causas no naturales ―dos atropellados y dos abatidos por disparos y otro por ingesta de plástico―. Otro está desaparecido, aunque se ha encontrado el GPS que portaba. El consejero de Medio Ambiente, Juan María Vázquez, sostiene que se deben apoyar nuevas iniciativas para ampliar el número de comunidades autónomas participantes, sobre todo aquellas que ya han mostrado interés como Aragón, Madrid y Castilla-León. Lo que debe suponer el cambio “es el refuerzo de todas las medidas que estamos llevando a cabo” para proteger a la especie y que en el futuro deje también atrás la categoría de vulnerable, concreta.
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