Una “decisión absurda”, una “hooligan’ radical”: Doñana desata una nueva bronca entre el Gobierno y la Junta de Andalucía
Ribera asegura que no entiende cómo la Administración regional ha dado el aval ambiental a una macrourbanización en Trebujena y el portavoz del Ejecutivo andaluz arremete contra la vicepresidenta
El presidente de la Junta de Andalucía, Juan Manuel Moreno, decidió hibernar la tramitación de la ley de ampliación de regadíos de Doñana hasta después de las elecciones del 28-M para frenar el desgaste político que le había generado una medida que cuenta con la oposición de la Comisión Europea, el Gobierno de España, la Unesco y la comunidad científica. Pero la concesión de la autorización ambiental a una macrourbanización en Trebujena (Cádiz), en la parte oriental del Parque Natural, junto a las marismas del Guadalquivir, ha vuelto a desatar la polémica entre el Ministerio para la Transición Ecológica, que considera “absurda” la decisión de la Administración autónoma, y el Ejecutivo regional, que acusa a su titular, Teresa Ribera, y al presidente Pedro Sánchez de atacar a la comunidad.
“No creo que se vaya a construir un megaresort de lujo”, ha afirmado esta mañana la vicepresidenta Tercera del Gobierno, Teresa Ribera, sobre el proyecto urbanístico que prevé la edificación de un campo de golf, varios complejos hoteleros y 300 viviendas en la localidad gaditana. Ribera ha aludido a que la planificación se ha realizado sobre terrenos que en la cartografía del ministerio aparecen como zona inundable, tal y como alertaron las asociaciones ecologistas en las alegaciones que presentaron contra la reforma del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) de Trebujena para hacerlo posible. “No entiendo cómo es posible que la Junta de Andalucía haya tomado una decisión tan absurda y evidentemente la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir [CHG] se lo hará saber”, ha abundado.
La CHG tiene la última palabra sobre la viabilidad de la macrourbanización, tal y como advirtió ayer el portavoz de la Junta y consejero de Sostenibilidad y Medio Ambiente, Ramón Fernández Pacheco, que explicó que su departamento había recabado los informes técnicos de su competencia y que faltaba el de la Confederación, dependiente del Gobierno central y competente sobre la cuenca del Guadalquivir, que se le había requerido hasta en tres ocasiones, sin recibir respuesta. “Podíamos esperar o hacer nuestro trabajo”, señaló, para advertir de que aunque sus informes eran favorables, si el informe hídrico que tenía que redactar la CHG era contrario, decaería la autorización medioambiental.
Fuentes de la CHG indicaron a este diario que su informe se está ultimando y se presentará en las próximas semanas. En él deberá pronunciarse sobre el riesgo de inundabilidad y la disponibilidad de recursos hídricos. A ese último informe se ha referido Fernández Pacheco esta mañana en su respuesta a la vicepresidenta. “La Junta no ha autorizado ningún proyecto, ha emitido una declaración ambiental referente a una modificación del PGOU de Trebujena que impulsa el Ayuntamiento desde 2003″. “Ante esta situación y vistas las declaraciones, caben dos posibilidades: o la ministra habla de oídas y nadie le ha explicado que esto no es Doñana y que la Junta no ha autorizado nada porque no tiene competencias para ello, o la segunda opción es que la señora Ribera se haya quitado la careta de la institucionalidad para convertirse en una hooligan radical a la que solo le preocupa el medio ambiente en la medida en que puede utilizarlo como arma electoral y contra los andaluces”.
Esta segunda opción es por la que se ha decantado también Moreno, que en un desayuno para presentar al candidato del PP a la reelección como alcalde de Málaga, Paco de la Torre, ha aprovechado también las palabras de la vicepresidenta para envolverse en la bandera de Andalucía y acusar al Gobierno central de menoscabar a esa comunidad, un clásico cuando en la Junta y en La Moncloa los inquilinos son de signo político distinto. “Algo hace que el Gobierno de Sánchez esté fuera de control en los ataques a nuestra tierra”, ha asegurado el dirigente popular para referirse a Ribera. “Cuánto me gustaría que esa valentía para atacar a Andalucía, hoy nos ha llamado locos una vicepresidenta, la tuviera para criticar que todavía hay 37 colaboradores de ETA en las listas de Bildu”.
“No es Doñana y es un proyecto de la Junta”
Además de trasladar la responsabilidad a la CHG, Fernández Pacheco ha introducido esta mañana dos nuevos elementos en la polémica sobre la macrourbanización de Trebujena: que “ese municipio no está en Doñana” y que el proyecto, que empezó a gestarse en 2003, es un proyecto que “el PSOE impulsó en la Junta”. “Han detectado que hablar de Doñana les da buenos titulares y piensan meter Doñana en todos los asuntos de la Junta de Andalucía”, ha sostenido el portavoz del Gobierno andaluz.
Si bien es cierto que Trebujena no forma parte del Parque Natural, sí se encuentra ubicado en las marismas del Guadalquivir junto a la Zona de Especial Conservación (ZEC) del estuario del Guadalquivir, un espacio protegido por la Red Natura 2000. “La Directiva Hábitat señala que es obligatorio evaluar la incidencia de los proyectos que se vayan a levantar en las zonas de la Red Natura y en la periferia”, señala Juan Clavero, de Ecologistas en Acción. “Trebujena está en la periferia y el informe de la Junta no incluye ese estudio, por eso tampoco es completo”, sostiene. Clavero también advierte de que no solo importa Doñana, sino también la calidad de las aguas del Guadalquivir y que “el proyecto urbanístico impediría cualquier mejora en el estuario, que ya baja muy contaminado”.
El macroproyecto de Trebujena se remonta a 2003, cuando el Ayuntamiento firmó un convenio con un promotor belga para levantar sobre más de dos millones de metros cuadrados —tres veces más que la extensión del municipio― un resort de lujo, para el que era necesario un cambio en el PGOU. La iniciativa quedó en letargo hasta que en 2012 se aprobó la primera modificación urbanística para adaptarla al Plan de la Junta de Ordenación del Territorio de la Costa Noroeste de Cádiz, que reducía de 750 a 300 la edificabilidad máxima.
Fue el anterior alcalde, Jorge Rodríguez, quien revitalizó el proyecto y tras suspender un pleno municipal en abril de 2019 en el que se iban a debatir las 800 enmiendas en contra presentadas por grupos ecologistas, sindicatos y organizaciones de la sociedad civil, envió en octubre de ese mismo año la modificación del PGOU a la Junta para que emitiera la declaración ambiental de la que informó positivamente el 12 de abril.
IU se desmarca
Más allá del nuevo encontronazo político entre el Gobierno central y la Junta a cuenta de Doñana en plena campaña de las municipales y autonómicas, la polémica salpica electoralmente a Izquierda Unida, el partido que lleva 37 años gobernando en Trebujena, su bastión en la provincia de Cádiz. El actual alcalde, Ramón Galán, se ha desvinculado de ese proyecto, al igual que la coalición. Su dirección andaluza recuerda que se opuso al proyecto urbanístico tanto cuando lo revitalizó el anterior regidor, como ahora. “Mantenemos una posición contraria, como también el alcalde actual”, ha señalado esta mañana en el Parlamento andaluz la portavoz de Por Andalucía, Inmaculada Nieto, informa Lourdes Lucio.
Pero Adelante Andalucía sí ha aprovechado para cargar contra sus antiguos aliados políticos. “Este proyecto lo puso en marcha el Ayuntamiento de Trebujena con mayoría absoluta de IU”, ha subrayado su portavoz, José Ignacio García, que ha calificado de “terrorismo ambiental” la política de la Junta en Doñana.
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