España sufre el peor abril desde que hay registros: 3° por encima de la media y solo un 22% de la lluvia esperable
Durante los seis días del episodio extremo de finales de mes, el “más intenso” sufrido hasta ahora en dicho mes desde que hay registros, se batieron 193 récords de temperatura
El balance climatológico de abril certifica lo que la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) ya venía anunciando a lo largo de todo el mes, en el que semana tras semana se han constado temperaturas anormalmente altas, hasta el petardazo final en los termómetros, y unas lluvias tremendamente escasas. Tras analizar los datos, Aemet ha concluido que fue simultáneamente el abril “más extremadamente cálido y seco” desde que existen registros unificados y fiables, 1961.
La temperatura media, es decir, entre las máximas y las mínimas, se situó en 14,9° en la España peninsular ―apenas siete décimas por debajo de la temperatura media en mayo―, lo que suponen unos asombrosos tres grados por encima de la media del mes. Y eso que el techo del abril más infernal hasta ahora, el de 2011, estaba muy alto: este mes ha superado la anomalía de aquel en 0,1°. Aunque lejos de la cota peninsular, Baleares y en Canarias sufrieron también un mes “muy cálido”, con 0,8° y 1,9° por encima del promedio. En gran parte, estas cifras se deben al episodio de calor extremo con el que terminó el mes, que ha resultado ser el más intenso documentado hasta ahora en abril. Por su parte, la precipitación media sobre la España peninsular fue de 14,2 litros por metro cuadrado, apenas un 22% de la lluvia esperable.
En el mapa del calor abrasador, salieron perdiendo el interior de Andalucía, el este de Extremadura y suroeste de Castilla-La Mancha, donde la anomalía de la temperatura media rondó los 4° de más, casi 5° en algunas zonas de estas tres comunidades. Incluso en zonas poco sospechosas, como el pico de Navacerrada (Madrid), los termómetros estuvieron a 4,5° por encima de lo que deberían. Del horno ibérico apenas se medio salvaron zonas del Cantábrico oriental y las costas de Cataluña y de la Comunidad Valenciana, donde pasaron el mes a solo 1° de más.
En 30 de las 93 estaciones de la red principal de Aemet, la temperatura media resultó “la más alta de un abril desde que existen registros”. En 45, la media de las máximas fue la más alta de la serie mensual. Lo peor estuvo en las máximas, que se situaron en una media de 22,6° y escalaron a 4,7° por encima del valor normal, con Jaén a 6,8° por encima, Córdoba a 6,5°, Cuenca y Morón de la Frontera (Sevilla) a 6,4°, y hasta Soria a 4,8°. Sin embargo, las mínimas no se dispararon tanto y hubo incluso heladas en zonas de interior, por lo que acabaron a solo 1,3° por encima. Así, en cuatro estaciones se superó la media de las mínimas y hubo noches tropicales ―en las que los termómetros no bajan de 20°― en Jaén, Cáceres, Cádiz y Palma.
Tal y como apuntó Aemet a priori, el extraordinario episodio cálido de final de mes fue finalmente “el más intenso vivido en España” en abril hasta ahora. Se batieron nada menos que cinco récords de días cálidos, del 25 al 29, lo que quiere decir que fueron el 25, 26, 27, 28 y 29 de abril más cálidos en comparación con la temperatura que hizo esos mismos días del mes de todos los mismos meses desde que hay registros, 1950. Además, indica la agencia, nunca ha hecho tanto calor como hizo el 27 de abril ningún día de ningún abril desde al menos 1950.
El promedio esperable en un clima no modificado es de cinco récords de días cálidos y cinco de fríos. Este año España cubrió el cupo teórico de cálidos en un solo en un trimestre y en un solo mes ha duplicado el número, a los que se ha sumado el 3 de mayo, que también fue récord de día cálido, por lo que van 11 frente a ningún récord de día frío. El pasado viernes, los expertos del World Weather Attribution (WWA) sentenciaron que esto habría sido “extremadamente improbable” sin el cambio climático antropogénico, que hace que este episodio fuera 100 veces más probable como mínimo que en un clima no alterado por la mano del hombre.
En los observatorios principales de Aemet se batieron 58 récords de máximas y de mínimas, en algún caso, como el del aeropuerto de Córdoba, tres días consecutivos. De estas marcas, Aemet subraya el último de los tres récords de Córdoba, 38,8°, que se convirtió en la temperatura más alta jamás medida en la Península y Baleares en abril, seguido de los 37,4° de Morón, y los 36,9° de los aeródromos de Granada y Sevilla, todos ellos el día 27, en el pico del episodio de calor extremo.
El meteorólogo de Eltiempo.es Roberto Granda hace un balance de récords más completo, ya que incluye a las estaciones de la red secundaria y elimina las efemérides superadas varias veces. Solo durante los cinco días que duró el episodio extremo, se tumbaron 193 récords, mientras que se superaron los 200 teniendo en cuenta todo el mes. Granda destaca a este diario que las comunidades en las que más récords cayeron son Andalucía, Extremadura, Madrid, Castilla-la Mancha, Castilla y León, mientras que La Rioja y País Vasco fueron las únicas en que las que no se superaron las marcas de calor.
“Córdoba pasó 17 días del mes por encima de 30° y cuatro por encima de los 35°, que jamás se habían visto en abril, mientras que ciudades como Valladolid, Cuenca y Soria vivieron sus primeros 30° en este mes”, anota este experto, para quien “no hay forma de describir lo ocurrido, con récords que se baten por cuatro y cinco grados, es una auténtica salvajada”.
Tras este abril infernal, que llegó después del quinto invierno cálido consecutivo y el segundo marzo más cálido del siglo, las previsiones de la agencia para los próximos meses no son buenas. Para el trimestre mayo-junio-julio, hay una mayor probabilidad de que sea más cálido de lo normal en toda España, con mayor contundencia en el este peninsular, Baleares y Canarias.
En cuanto a las lluvias, desolación absoluta. “El 100% de la Península tuvo más horas de sol de lo normal, con 320 horas de media, por lo que resultó ser el abril más soleado desde 1983, superando al de 2017, en el que la media fue de 294″, apunta el climatólogo e investigador Dominic Royé. El resultado es que el mes tuvo un carácter “extremadamente seco” en la clasificación de Aemet, de hecho “el más seco desde el comienzo de la serie en 1961″, con una precipitación media sobre la España peninsular de 14,2 litros, lo que supone solo el 22% del valor normal del mes.
En Baleares se recogieron 16,9 litros y en Canarias, 3,5, por lo que allí ha sido “muy seco”, un escalón por debajo que en el resto del país. Entre seco y normal terminó en Galicia, norte de Cataluña, puntos de Castilla y León, norte de Navarra, noreste de País Vasco, zonas costeras de Murcia y las islas Canarias orientales. En ninguna zona del país fue lluvioso y en 14 estaciones principales de la Península se convirtió en el abril más seco desde que hay datos.
“Destacan entre todas las efemérides el escaso litro que ha caído en el observatorio de Albacete y los 0,4 de Granada y de Valencia”, apunta uno de los portavoces de Aemet, Ricardo Torrijo. Desde el comienzo del año hidrológico, el pasado 1 de octubre, hasta este 2 de mayo, se han acumulado de media 346 litros, un 26% menos que el valor normal, lo que ahonda la situación de sequía de larga duración en la que entró España en diciembre y de la que, según los pronósticos de la agencia, no saldrá al menos hasta el otoño.
Dos días más de calor y descenso térmico el miércoles
La buena noticia es que el calor intenso que ha continuado haciendo los primeros días de mayo, con valores más propios de junio que de esta altura de año, dará paso a partir del miércoles a varios días más suaves, hasta el punto de que se volverá a temperaturas marzo en zonas del norte peninsular. Así, los termómetros seguirán este lunes y el martes entre 5° y 10° por encima de lo normal en gran parte del interior peninsular, con 30° en buena parte del interior y hasta 35° en la mitad sur, pero que el miércoles se producirá un descenso térmico generalizado de hasta 10°, que se extenderá en amplias zonas hasta el viernes, cuando todo el país, salvo Canarias y el suroeste peninsular, tendrá temperaturas más bajas de lo normal.
El viernes se esperan valores habituales de mediados de marzo en Vitoria (13°), Pamplona (15°) y Logroño (16°), pero los 30° persisten en Córdoba y los 32° en Sevilla. En cuanto a las lluvias, serán débiles, en algunos casos acompañadas de tormentas, y se restringirán a Galicia, las comunidades cantábricas y los Pirineos, y asomarán martes, miércoles y jueves en el noreste de Cataluña. Para el fin de semana, se espera una nueva subida de las temperaturas, aunque ligera.
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