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Las mujeres chilenas están más ansiosas, solas y depresivas que sus pares hombres, pero la brecha se acorta

En su octava ronda, el Termómetro de la Salud Mental muestra que una de cada cuatro personas vive con ansiedad, aunque en las mujeres el trastorno es 2,5 veces mayor

Depresión en mujeres de Chile
Una mujer mira la ciudad de Santiago (Chile), desde el cerro San Cristóbal.lovelypeace (Getty Images)
Antonieta de la Fuente

Un 34,6% de las chilenas declara vivir en un estado moderado o severo de ansiedad. Esto se refleja en síntomas de preocupación excesiva, problemas para relajarse, inquietud, sensación de angustia, tensión, enojo y temor de que algo malo pueda ocurrir. Es una cifra alta en comparación a los hombres del país, de los cuales un 14% presenta esta condición, aunque la cifra total indica que una de cada cuatro personas que viven en Chile sufre de ansiedad.

Es uno de los resultados de la octava ronda del Termómetro de la Salud Mental, una medición que realiza el Centro de Encuestas y Estudios Longitudinales de la Universidad Católica en conjunto con la Asociación Chilena de Seguridad, Achs, en los meses duros de la pandemia de la covid-19, en julio de 2020. Desde esa fecha, el estudio reporta de manera periódica la evolución de los índices de salud mental y los factores asociados a ella.

A través de preguntas relacionadas a la satisfacción laboral, la relación con otros, la calidad de vida, los síntomas de depresión y la atención médica recibida, el termómetro va dando cuenta de la evolución de los estados de ánimo de los chilenos.

Desde su inicio, el estudio ha mostrado una importante brecha de género. Son las mujeres las que muestran los niveles más preocupantes asociados a su salud mental. Son más insomnes que sus pares hombres (11,1% contra 7,2%), se sienten más solas (23,6% y 17,1%), presentan niveles de sedentarismo mayor (38,4% y 23,7%, respectivamente) y más síntomas de depresión (17,8% contra 8,2%). Aunque, en su última versión de diciembre pasado, ellas evidencian una mejora en varias variables respecto a la medición de abril de 2023. Por ejemplo, si en el termómetro anterior un 26,1% reportaba altos niveles de soledad, ahora esa cifra cae a 23,6%; y si en abril del año pasado 18,6% de las mujeres declaraba tener insomnio moderado o severo, en el último sondeo solo 11,1% mantenía esa condición. Asimismo, aquellas que muestran síntomas de depresión bajaron desde 20,2% a 17,8%.

Sin embargo, en materia de ansiedad, el último estudio muestra que se trata de un trastorno en aumento. Si en abril de 2023 un 30% de las mujeres presentaba síntomas ansiosos, ahora son 34,6% las que lo sufren. Los hombres, en tanto, solo muestran un aumento de dos puntos. David Bravo, director del Centro de Encuestas y Estudios Longitudinales explica que se trata de la mayor brecha presentada por el estudio en materia de ansiedad desde que esta variable empezó a ser medida en agosto de 2021. “Los problemas de ansiedad tienen mayor prevalencia en mujeres que en hombres, pero en esta oportunidad esa mayor prevalencia se amplía y esto se explica por los casi 21 puntos de diferencia entre mujeres y hombres. Lo que hemos estado viendo a lo largo del tiempo es una brecha de género bien sostenida que además ha seguido creciendo, llegando en esta última medición a su punto más alto”, indica el investigador.

De todas maneras, en otras variables la brecha se ha ido achicando, pero también porque los hombres han comenzado a mostrar niveles más elevados de problemas relacionados con su salud mental. En el último reporte, un 16,8% reconoce tener alguna sospecha o presencia de trastornos de esta naturaleza, un incremento de siete puntos respecto de la medición de abril cuando solo un 9,6% lo reportaba. En mujeres, un 17,4% declara tener este síntoma.

¿Psicólogo o psiquiatra?

En esta versión el Termómetro incluyó un capítulo sobre el acceso a los servicios de salud mental para dar luces sobre cómo los chilenos y chilenas están abordando esta problemática. Un 16,2% de la población reporta haber consultado a algún especialista en esta materia en los últimos 12 meses. Las mujeres llevan la delantera con un 20,1% respecto a 11,9% de los hombres.

Los psicólogos son los profesionales más consultados, con un 50% de las preferencias, seguido por los psiquiatras 33% y médicos generales con un 11%. Pero lo que más llama la atención de los investigadores son las razones que esgrimen las personas para no consultar a un especialista cuando presentan algún síntoma o sospecha de problemas de salud mental. Un 44,9% de quienes aún teniendo la necesidad no acudieron a recibir atención dice que fue por falta de financiamiento, mientras que un 31,4% argumenta que no lo hizo por falta de cobertura de salud. Un 25%, en tanto, mencionó que prefirió no atenderse porque pensó que le tomaría mucho tiempo.

Para Antonia Errázuriz, profesora del Departamento de Psiquiatría de la Escuela Medicina de la Universidad Católica, y parte del equipo que elabora el estudio, es importante detenerse en ese punto sobre el tiempo, que de alguna manera indica que la manera como están establecidas las atenciones de salud mental podrían hacerse más eficientes. “Llegar a un especialista toma mucho tiempo pero también hay otros factores. Por ejemplo, la atención primaria GES (Garantías Explícitas de Salud) dice que una persona con depresión severa debería recibir atención semanal, pero en realidad eso no sucede, hay rotación de personal y a las personas las ven una vez al mes. No hay continuidad en el cuidado y los tratamientos duran más de lo necesario porque son poco eficientes y poco alineados con la frecuencia de atención”, plantea. Para la especialista, esto puede solucionarse, por ejemplo, poniendo a los psiquiatras a atender los casos más graves, pero que el grueso de la demanda en salud mental sea atendido por psicólogos o asistentes sociales.

Se trata de evidencias claves que podrían iluminar futuras políticas públicas relacionadas a esta materia, sobre todo considerando que cuando se pregunta en qué medida el tratamiento ha ayudado en relación al problema específico que le llevó a consultar, un 56,7% de la población dice que hizo que las cosas mejoraran bastante, mientras que un 17% indica que hizo que las cosas mejoraran un poco.

Respecto a este punto y a la cantidad de datos recabados desde el inicio del estudio, David Bravo, director del Centro de Encuestas y Estudios Longitudinales de la UC, señala que ya existe información contundente y de calidad de lo que sucede con la salud mental de los chilenos y chilenas como para diseñar políticas basadas en evidencia. “Pensamos que lo que no se mide no existe porque no se puede evaluar, seguir y transformar en política pública. Sin embargo, creo que ya hay evidencia suficiente para que desde el Ministerio de Salud se recojan los datos que se han ido generando a través de este Termómetro y otros grupos de académicos y yo esperaría poder escuchar más, no solo sobre los títulos sino en qué consisten los programas de salud mental y cómo eso se discute con datos y evidencia”, puntualiza el economista.

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Sobre la firma

Antonieta de la Fuente
Es periodista de EL PAÍS en Chile, especializada en negocios y economía. Ha trabajado en los principales medios escritos del país, como 'Qué Pasa', 'La Tercera', 'Diario Financiero', 'La Segunda' y 'Revista Capital' de la que fue editora general entre 2013 y 2019.

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