Entre el orgullo y los complejos
Hace 40 años que los andaluces decidieron su destino en el referéndum del 28-F. Aunque la región es la tercera economía de España, arrastra viejos prejuicios
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Hace 40 años que los andaluces decidieron su destino en el referéndum del 28-F. El autogobierno ha sido una locomotora que ha acelerado muchos cambios necesarios en la región, pero Andalucía sigue teniendo que reponerse de pesados lastres a la vez que debe afrontar las transformaciones que impone la globalización y que suponen nuevos desafíos para sus habitantes como sociedad.
Los que vivieron la efervescencia e incertidumbre de la lucha por la autonomía como esperanza para terminar con desigualdades históricas y quienes se han criado bajo el paraguas del Estatuto, prácticamente ajenos a la trascendencia de lo que se decidió en las urnas hace cuatro décadas, pero que deben tomar las riendas del destino de la comunidad, coinciden en que Andalucía debe mirar sin complejos pero sin complacencia a los nuevos retos para ganar su futuro.
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