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La eterna zanja de heces y ratas de Vallecas: “Es vergonzoso. Hacemos nuestras necesidades en bolsas de basura”

Los vecinos llevan 14 meses con una obra abierta en mitad de la acera y al lado de la Asamblea

Manuel Viejo
La zanja, junto a los dos tablones de madera que han puesto los vecinos.
La zanja, junto a los dos tablones de madera que han puesto los vecinos.

A dos minutos a pie de la Asamblea de Madrid existe una zanja abierta de dos metros de profundidad con heces humanas, tierra, raíces de árboles, más tierra, agua, más agua y ratas:

— Unai, no pises ahí que te caes.

Su madre, Tamara Marcos, coge al pequeño de tres años en brazos y explica la inhóspita situación que está viviendo en su casa desde hace 13 meses. Todo empezó unos días antes de que llegaran los Reyes Magos en 2019. “Encima eso”.

La salida de agua a la acera que ha tenido que instalar uno de los vecinos.
La salida de agua a la acera que ha tenido que instalar uno de los vecinos.KIKE PARA

En el número 16 de la calle de Calero Pita del Puente de Vallecas existe un hogar de planta baja con una habitación, una cocina, un baño, un salón y un pasillo enorme que da a un gran patio que invita a barbacoas dominicales. En casi todas las esquinas de esta casa nacen humedades que brotan como yedras del suelo. La culpa, señala la madre de Unai de 30 años, está en la calle, en la dichosa zanja. Un foso de medio metro de ancho y de dos metros de profundidad que nació tras la reinstalación del suministro de luz, que no se tapó: “En verano fue insoportable con los olores”.

Aquella mañana de enero de 2019 estaba previsto el cambio de contador. “Estábamos pagando unas facturas de 300 euros al mes y eso era imposible porque mi marido y yo estamos fuera de casa todo el día”. Él, operario de mantenimiento una residencia de estudiantes. Ella, estilista en una peluquería. “La prospección de los obreros de Unión Fenosa empezó bien, pero —siempre hay un pero las obras— picaron una tubería y de allí salió agua a borbotones”. Minutos después, las cañerías vomitaron heces por todos lados. “De allí solo salía mierda”. Los operarios pararon. “Pusieron tres vallas y ahí se quedó la cosa”. Hasta hoy, que ya solo hay dos cercas porque una ha sido robada. 

Las tripas de esta acera madrileña han ido a más. Los vecinos se quejan. “Esto es un cachondeo”. “Lleva más de un año así”. “No hacen nada”. De hecho, las tuberías se han colapsado y han afectado a los residentes del número 14. “Nosotros no podemos pasar al servicio. Hacemos nuestras necesidades en bolsas de basura. Cojo a mis tres niños y ahí las tienen que hacer”. María Jesús, de 27 años, dice que esto le está amargando la vida. “Reformé la casa entera para nada. Todas las paredes están con humedades. Todas las salidas de agua están atascadas”. Su marido, repartidor, no pudo más. Un día cogió los apliques e instaló una pequeña tubería gris con salida a la calle para verter ahí el agua de la lavadora y de los platos que friegan. “¿Qué vamos a hacer? Esto es una vergüenza. Cada dos por tres tengo ratas enormes en la puerta que salen del pozo”. Dice que una vez llegaron unos agentes, vieron sorprendidos la cañería que salía de su casa y les advirtieron. “Esto así no puede estar”. Ellos se explicaron. El coche patrulla tomo nota. Todo sigue igual. Camino de 14 meses:

— Nosotros nos pusimos a trabajar y se nos llenó la zanja de fecales.

La zanja, en mayo de 2019.
La zanja, en mayo de 2019.Google Maps

Aurelio Mazorra es uno de los operarios del Grupo Cobra, la empresa subcontrata de Unión Fenosa que hizo la zanja. “Paralizamos la obra por prevención. Era inseguro trabajar así”, cuenta por teléfono. Dice que ellos no picaron las tuberías, que los daños vienen por el zigzagueo de las robustas raíces de los árboles. La familia lo niega: “Un día vinieron unos técnicos de Medio Ambiente del Ayuntamiento y echaron un líquido verde por el váter para ver si el fallo era de las raíces o de la obra y era de las raíces. La culpa se la echan los de Fenosa al Ayuntamiento y viceversa”. El trabajador de la eléctrica insiste: “El Ayuntamiento me dijo que lo dejara abierto para ver si arregla la cosa”. La familia contesta: “Abierto con ratas. Nosotros pusimos unos tablones porque nuestros niños corren por ahí y además hay un colegio enfrente”. El operario contesta: “No es normal que esto esté así. Yo tengo unas vallas que son mías y me las tendré que llevar. Además, ese trabajo lo que tengo que cobrar y todavía no puedo”. Unión Fenosa (UFD) abrirá una investigación en los próximos días y ha enviado este jueves a un supervisor a la zanja para buscar una solución cuanto antes, según un portavoz de la compañía. 

El interior de la casa de uno de los vecinos.
El interior de la casa de uno de los vecinos.M.V.

“Con los antecedentes de esta incidencia", dicen fuentes de la concejalía de Medio Ambiente, "el Ayuntamiento no puede asumir la reparación al tratarse de una acometida particular y según la ordenanza de gestión y uso eficiente del agua es obligación del propietario el mantenimiento en perfecto estado”. Pero la zanja está en la acera pública e incumple con la ordenanza de diseño y gestión de obras, ya que carece de los carteles informativos necesarios para los peatones. Este jueves, según las mismas fuentes, volvieron a echar un vistazo unos operarios del Ayuntamiento. Otro más. Y ahí sigue la zanja. Igual que hace 14 meses y en el mismo sitio: a dos minutos a pie de la Asamblea.

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Sobre la firma

Manuel Viejo
Es de la hermosa ciudad de Plasencia (Cáceres). Cubre la información política de Madrid para la sección de Local del periódico. En EL PAÍS firma reportajes y crónicas desde 2014.

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