“Mi hijo lo va a tener más difícil que yo el día de mañana por el hecho de ser negro”
La cómica Asaari Bibang ultima su nuevo espectáculo, 'Humor negra', tras el éxito de su primer monólogo
Asaari Bibang (Guinea, 34 años) se dio cuenta de que era negra cuando se quedó en paro. Fue cuando empezó a plantearse que a lo mejor conseguir trabajo no dependía completamente de su capacidad. Desde entonces su vida cambió, pero a peor. Por eso, afirma que valora mucho saber gestionar su ignorancia. "No necesito saberlo todo", dice y suelta una carcajada. Bibang vive en España desde los siete años, se trasladó hace diez a Madrid por trabajo y se quedó por amor. Hace tres años decidió dedicarse a hacer reír sobre los estereotipos y las diferencias culturales porque "necesitaba desahogarse". No discute que ser negra y mujer es un factor que llama mucho la atención, aunque ella reivindica el talento por encima de todo. Menos mal que se dedica a la comedia donde, según Bibang, hay justicia absoluta: “Si alguien te hace reír, te ríes”. No hay prejuicios.
Y en Madrid, ¿hay prejuicios?
No es un problema de Madrid, sino del país donde vivimos. Mi experiencia es que los personajes con mi perfil están muy estigmatizados: “Se busca chica negra para”. Una chica negra no es un personaje. Tenemos una historia más allá de nuestra racialidad.
¿Ha mejorado el panorama?
Va a llevar tiempo hasta que veamos a una mujer negra haciendo de doctora o a un chico negro haciendo de policía, pero el contexto lo pide. Me han echado para atrás en una audición para hacer de administrativa cuando yo trabajaba de administrativa en la vida real.
¿Le ha costado salir de los papeles para “mujeres negras” y hacer comedia?
Por el perfil que yo tengo no me daban papeles de comedia. Solo “mujer, negra, joven: prostituta”, a todas horas, siempre. Pero no solo los negros, mis compañeras latinas siempre están haciendo de novias de narco, de mujeres de un señor mayor, de limpiadoras…
Así se crea un imaginario colectivo muy concreto.
La ficción tiene una responsabilidad pedagógica con la sociedad. Si en la tele solo ves mujeres negras haciendo de prostitutas, alimentas esa imagen. Pero prefiero quedarme con lo positivo, cada vez hay más compañeros con papeles diferentes.
¿Es de este tipo de experiencias de donde saca material para su espectáculo?
Lo dramático es lo más cómico. La mejor comedia es la que nace de una verdad cruda. Me gusta hacer comedia en primera persona, historias que me ocurren a mí.
Pero en el fondo hay una crítica.
Cada vez me centro más en hacer reír, me meto con aquellas cosas que ya he reflexionado y he superado. Intento adoctrinar cada vez menos en mis shows y que la gente se lo pase bien. Si luego reflexionan, guay, pero que lo hagan en su casa, yo lo que quiero es que se rían. Desde luego hay una parte muy reivindicativa dentro de mi comedia.
¿Ser negra sigue llamando la atención en el escenario?
No debería, tendría que afectar el hecho o no de tener talento, no el ser negra o ser mujer. Al principio cuando me subía al escenario el público me miraba con cara de: ¿Y ahora qué? Porque no soy el perfil que les hace reír, soy el perfil que hace de puta. No empiezo de cero, empiezo de menos 20, pero una vez que me lo he currado tengo la respuesta positiva del público. Y eso, en otros ámbitos que no son comedia donde también hay que batir ese menos 20, la respuesta positiva no es tan inmediata.
¿El contexto político es útil para hacer comedia?
Depende. A mí no me hace ninguna gracia que mi hijo lo vaya a tener más difícil que yo el día de mañana por el hecho de ser negro. El contexto está muy mal.
¿No ha mejorado nada?
Hay gente que niega que haya racismo en España, es una de las paradojas de este país. No hace falta ser mala persona para ser racista, solo hace falta haber crecido en un contexto y una cultura en la que te han dicho que ciertas actitudes son normales. Parece que ser racista es ir llamando a la gente "negro de mierda" por la calle, y no. Es un problema muy grave, estructural. No es una visión subjetiva mía, hay un partido de ultra derecha con 52 escaños. ¿No es prueba suficiente de que esas ideas están calando? Yo creo que sí.
¿Le dolió?
Aún siendo consciente de que existía el racismo, si, mucho. Otras personas pueden salir a la calle y fingir que no va con ellas. Yo no. A mí de momento esas bromas no me hacen gracia porque no solo me ponen en peligro a mí, también a mi hijo, que es peor.
Chistes de Vox entonces nada.
Entiendo que un hombre blanco piense que es divertido. Pero lo hará desde su posición privilegiada. Somos muy inconscientes de las realidades de otros. ¡Qué falta de empatía tenemos a veces!
Y el feminismo, ¿tiene empatía?
Me sorprende que la lucha antirracista no haya ido de la mano con la lucha feminista. La gente sigue diciendo que tiene un amigo negro y que por eso no es racista. Muchas de las luchas feministas son comunes a la lucha antirracista. Sin embargo, no luchan juntas.
¿Por qué cree que ocurre?
Porque el racismo es muy incómodo. El feminismo era innegable tras tantos asesinatos y violaciones. Es endémico e inaceptable. Pero, aparte de mujer, yo soy negra. Eso es indivisible. Queda mucho por hacer. Se tendría que estar luchando por todas las mujeres.
'Humor negra'
Este último año ha sido el periodo más fértil de Asaari Bibang. Ha rodado por toda España con su propio espectáculo de stand up comedy, La negra batalla, ha participado en el proyecto feminista de la cómica Penny Jay, Riot Comedy, también en el festival de humor feminista Coñumor, ha sido entrevistada por David Broncano en su programa La Resistencia y ya está ya ultimando su nuevo proyecto Humor Negra. Planea comenzar la gira este año.
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