Buch pide autoprotegerse para frenar la delincuencia en Barcelona
El 70% de las víctimas de hurtos en la ciudad catalana son españoles
El consejero del Interior, Miquel Buch, pidió ayer a los ciudadanos que aumenten su autoprotección como una forma para frenar la delincuencia de baja intensidad en Barcelona. Buch esgrimió que siete de cada diez víctimas de hurtos (robos al descuido) son españoles. “Cuando estamos en el extranjero, estamos más pendientes para que nadie nos quite nada. Aquí tenemos cierta relajación”, aseguró en rueda de prensa. “Con medidas de autoproteccion y colaboración con la ciudadanía podemos rebajar estos números”, añadió.
El consejero ahondó en la idea de que, aunque parezca lo contrario, los turistas no son las principales víctimas de los hurtos en la ciudad, que es el delito que más se comete (60% de los hechos delictivos). Si se tienen en cuenta cualquier tipo de delito, los turistas son el 22% de las víctimas que presentaron una denuncia el año pasado. Y subrayó que los españoles caminan por la ciudad sin estar suficiente atentos a sus cosas. Buch, sin embargo, no especificó ninguna medida concreta de autoprotección a aplicar.
La propuesta del consejero del Interior para reducir los hurtos la expuso en la rueda de prensa después de la Junta de Seguridad de Barcelona. Todos los cuerpos policiales y de emergencias que operan en la capital catalana (Mossos, Guardia Urbana, Guardia Civil, Policía Nacional y Bomberos) junto a sus responsables políticos analizaron durante más de dos horas las estadísticas criminales que afectan a la ciudad.
Pero los datos no eran nuevos para ninguno de ellos, tal y como admitió el teniente de alcalde Albert Batlle en la rueda de prensa posterior. Él ya había contado a los medios las cifras principales de la Guardia Urbana sobre seguridad vial en la ciudad. Y antes, el lunes, el consejero del Interior ya había dado cuenta también de los datos de delincuencia en Barcelona en una rueda de prensa en la consejería de Interior y, al día siguiente martes, volvió a desgranarlas en el Parlament.
Con pocos o casi ningún dato nuevo sobre la mesa, Batlle y Buch se felicitaron por los buenos resultados del segundo semestre del año. “Si se hubiese mantenido la tendencia, habríamos cerrado con un 18% más de delitos”, aseguró Batlle, que destacó la contención de la criminalidad conseguida durante la segunda mitad del año, que coincide con el incremento de más de 300 mossos en la ciudad, pero también con su llegada al Ayuntamiento de Barcelona.
“La intención es cerrar 2021 con datos negativos en cuanto al incremento de los delitos”, se sumó Buch sobre la tendencia que empieza a marcarse en la ciudad, que a pesar de todo, cerró el año pasado con un incremento del 2,9% de la actividad delictiva. Buch subrayó que la curva ascendente de los delitos empezó ya en el año 2016.
Todos los reunidos ayer se conjuraron para lograr penas más severas contra los multirreincidentes que cometen delitos de “baja intensidad”, en palabras de Batlle. Los Mossos y la Guardia Urbana han puesto en marcha un nuevo plan para combatirlos. “Lo que hay es una sensación de impunidad que debe acabar”, indicó el responsable municipal de seguridad.
A pesar de eso, todos los reunidos admitieron que uno de los principales problemas en la actualidad en Barcelona son los robos violentos, que sí tienen penas de prisión asociadas. El año pasado se cerró con un 25,4% más de estos delitos en la calle, con una media de casi 30 al día. “Se está analizando por qué se puede haber producido este tema”, indicó Batlle, que negó que se pueda “dar por hecho” que personas que antes hurtaban ahora se dediquen a robar de forma violenta.
Una de las promesas incumplidas de la anterior Junta de Seguridad de Barcelona es la apertura antes de finales de año de una nueva oficina conjunta de Mossos y de Guardia Urbana para recoger denuncias. Los Mossos descartaron reabrir la comisaría de plaza de Catalunya por cuestiones de seguridad de la infraestructura. También han dicho que no a una nueva ubicación propuesta por el Consistorio, en la plaza de Carles Pi i Sunyer, por los mismos motivos. “Nos hemos conjurado que para que en la siguiente campaña de verano se pueda tener una oficina de atención a las denuncias”, volvió a prometer Batlle. Y aseguró que el Ayuntamiento ya ha ofrecido otra ubicación, que declinó detallar.
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