‘Fast food’ lejos de las escuelas o menos aire frío en las tiendas, la cara B de la declaración de emergencia climática
Entre las 103 medidas anunciadas por el Ayuntamiento figura intervenir en la publicidad en espacios de control público o abrir un centro de reaprovechamiento alimentario
Las 103 medidas que contiene la declaración de emergencia climática que hizo pública este miércoles el Ayuntamiento de Barcelona hay actuaciones de gran alcance en materia de pacificación de calles, generación de energía solar o rehabilitación energética de viviendas. Pero también contiene medidas más concretas, singulares o incluso de impacto en su entorno si se acaban materializando. Todas son responsabilidad del Ayuntamiento o del Ayuntamiento y el Área Metropolitana de Barcelona. Es la cara b de la declaración de emergencia climática.
Fast food lejos de las escuelas. Promover una alimentación más saludable en la ciudad en general y en los comedores en particular es uno de los objetivos del documento, que también alerta de las tasas de obesidad infantil. Por ello, sin más detalle, afirma que el Ayuntamiento estudiará la "regulación de establecimientos de venta de comida ultra rápida ultraprocesada y ultraproteica entorno a los centros educativos".
Menos carne roja en los comedores y adiós a las barritas de pescado. La declaración también habla de implantar y promover dietas más saludables y bajas en carbono el próximo curso en escuelas "y en todos los comedores municipales". En concreto, se refiere a productos de temporada, proximidad y ecológicos, reducir el consumo de proteína animal (sobre todo carne roja) y reducir los ultraprocesados".
Centro de reaprovechamiento alimentario. Además del mercado mayorista de alimentos frescos ecológicos previsto para 2021 en Mercabarna, el documento habla de un "centro de reaprovechamiento alimentario", sin más detalle.
"Criterios de emergencia climática" en la publicidad. El epígrafe no concreta qué son los "criterios de emergencia climática", pero afirma: "Introducir criterios de emergencia climática en las condiciones para la publicidad de bienes y servicios bajo control público". Da que pensar si se vetaría, por ejemplo, la publicidad de coches muy contaminantes.
Más sombra. En el capítulo sobre el "cambio de modelo urbano", además de incrementar el verde y sacar coches pacificando espacios, el consistorio se compromete a "intervenir en diez espacios soleados para proveer de sombra y confort térmico a través de distintas soluciones: vegetación, textiles, pérgolas fotovoltaicas o soluciones mixtas". Como ejemplos, cita el paseo Marítimo de la Barceloneta, el de la Exposición o el parque del Fòrum.
Aparcamiento pagando en toda la ciudad. "Extender la estrategia de aparcamientos y estacionamiento regulado en toda la ciudad". Un epígrafe que puede haber pasado por alto entre titulares que destacan otras actuaciones, pero supondrá una revolución para los vecinos de barrios periféricos (por encima de la Ronda o Montjuïc) cuyas calles son utilizadas de día para aparcar por vecinos de fuera de Barcelona. Barrios que al no tener regulado el aparcamiento para residentes, ven como miles de coches de otras poblaciones utilizan su entorno como park and ride.
Macro aparcamientos para bicis. Y en el apartado que se refiere a la movilidad en bicicleta, además de consolidar la red ciclista anuncia "ampliar la oferta de anclajes y crear aparcamientos de alta capacidad en puntos estratégicos y en los principales intercambiadores de transporte público".
Adiós al derroche de estufas en los bares y a congelarse en las tiendas. El plan de acción también prevé "desarrollar un marco regulador para el uso de la calefacción o climatización en el sector comercial y de servicios, para evitar que se desperdicie energía y por conciencia social, regulando, entre otros, el uso de estufas en el exterior y los cerramientos o automatismos de las puertas exteriores". Respecto a las estufas en las terrazas, el gremio de Restauración ya pactó con el Ayuntamiento eliminar las de combustión en 2023. La ordenanza sí permite las eléctricas.
Aprovechar aguas grises. Además de buenos aislamientos, ventilación cruzada o generación de energía solar, el súmmum de la eficiencia energética de una casa es aprovechar las aguas grises, pluviales o regeneradas. Por ejemplo: con el agua de una ducha que se va por el sumidero, se podría tirar la cadena del WC o, si se trata, regar un jardín. El plan de acción habla de "aprobar una ordenanza que obligue a utilizar las aguas grises en nuevos edificios o grandes rehabilitaciones".
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