Inés Sabanés: “Creo que Madrid Central se va a mantener tal y como está”
En el aniversario de la zona de bajas emisiones de la capital, la exconcejal de Movilidad y Medioambiente, habla sobre la lucha contra la contaminación o los retos ambientales que tuvo cuando ejercía el cargo
Madrid Central celebra hoy su primer aniversario. Y sigue vigente. A pesar del éxito de la zona de bajas emisiones —ha reducido los valores de dióxido de nitrógeno (NO2) en 21 de las 24 estaciones de medición de la contaminación—, el Gobierno de Almeida y Villacís se plantea descafeinarla cuando apliquen su Madrid 360, su estrategia para luchar contra la polución. Inés Sabanés (Cubélls, 66 años), que ejerció de delegada de Movilidad y Medio Ambiente en el gobierno de Manuela Carmena, fue la responsable de poner en marcha Madrid Central.
Pregunta. ¿Cómo valora el resultado de Madrid Central?
Respuesta. Los datos hablan por sí mismos: en este año de funcionamiento se han reducido los niveles de contaminantes un 20% dentro del área y esa disminución se ha extendido a toda la ciudad. Es una de las zonas de bajas emisiones (ZBE) más eficientes de Europa. Los resultados son muy buenos a pesar de los ataques del actual Ayuntamiento.
P. ¿Qué consecuencias han tenido esas críticas?
R. Sobre todo sembrar confusión. Madrid Central (MC) funciona y va a seguir funcionando. Tengo curiosidad por saber la valoración del Ayuntamiento de los datos. PP y Cs están cautivos de una oposición irresponsable y demagógica cuando ahora gobiernan. Los ataques a MC son ideológicos. Cuando se gobierna una ciudad hay que tener una responsabilidad que ellos no están teniendo. La falta de rigor y la interpretación torticera de los datos hacen mucho daño. Ni la calidad del aire, ni la gestión de los residuos, ni las zonas verdes entienden de periodos electorales.
P. ¿Qué opina de Madrid 360?
R. Madrid 360 no es un plan. Se parece más a una operación casi de marketing. MC forma parte del Plan A de Calidad del Aire que es lo que pretenden sustituir con Madrid 360. Pero el Plan A es resultado de un año y medio de trabajo con muchos actores implicados mientras que Madrid 360 se hizo en tres meses y externalizándolo a una consultora. La estrategia presentada no recoge las previsiones de rebaja de los niveles de contaminación; ni el tiempo de acción; ni la inversión. Madrid 360 es un parche que intenta tapar las carencias del gobierno municipal. Además, no incluye nada nuevo.
P. Una de las novedades es que se volverá permitir el acceso a los coches con etiqueta C.
R. También han hablado de una moratoria para los vehículos de reparto sin etiqueta, que son los más contaminantes. Dicen que en 2025 van a prohibir circular a los coches sin etiqueta en toda la ciudad; esto ya estaba contemplado en el Plan A. Madrid 360 no aporta nada y no creo que ni el Gobierno ni la UE permitan descafeinar una de las ZBE más efectivas de Europa. Es muy difícil que rebajen MC: creo que se va a mantener tal y como está.
P. El alcalde defendió que Madrid es “más ambicioso” que Madrid Central.
R. Eso es una trampa. No se puede ser más ambicioso rebajando los niveles de exigencia de acceso de los vehículos. Almeida apareció en un cartel de campaña anunciando que si él gobernaba, se acababa Madrid Central. Por otro lado, el portavoz de la extrema derecha en Madrid también dijo tras las elecciones que se acababa la zona de bajas emisiones. Intentaron aplicar una moratoria, pero hubo una contundente respuesta judicial que les paró los pies. Y luego las movilizaciones ciudadanas con esa gran manifestación que creo que fue determinante.
P. ¿Por qué cree que la gente reaccionó así?
R. En contra de lo que decían con total ignorancia el PP y Cs, el Plan A había sido muy trabajado, consultado y participado. La gente se apropió de MC. Ya no era una actuación institucional o de Gobierno, sino de la ciudad. Es difícil parar un plan cuando la ciudadanía abraza así un proyecto. También pasó con la renaturalización del Manzanares, que también quisieron eliminar.
P. El Ayuntamiento estrenó hace unos días el eslogan Green Capital, que coincide con una distinción europea.
R. Green Capital es una marca europea, asociada a una serie de compromisos medioambientales. El alcalde de Vitoria [la única capital española con ese distintivo] ya le dijo a Almeida que se acercara a visitarle para que viera lo que era una ciudad verde de verdad. Puede que no haya ilegalidad en el uso del nombre, porque no está registrado, pero me parece muy burda la apropiación. No sé si lo han hecho por ignorancia o por intentar vender, durante la COP 25, la imagen de que hacen muchos esfuerzos medioambientales. No está bien apropiarse de una marca, pero menos si estás tomando una serie de decisiones que torpedean las principales medidas para ser una capital verde de verdad.
P. La pasada legislatura la Movilidad y el Medioambiente fueron una de las áreas clave. Y en los presupuestos de este año, es la que mayor dotación tiene, ¿esto ha sido siempre así?
R. El Medio Ambiente, la movilidad, el cambio climático o la contaminación se han convertido en elementos clave de la agenda política de la ciudad. Fuimos el primer gobierno municipal que aplicó el protocolo anticontaminación y los que lanzamos la zona de bajas emisiones. Eso genera debate y concienciación.
P. Medidas que despertaron críticas furibundas de la oposición.
R. No lo tuvimos fácil. Nos dejamos la vida para gobernar porque no solo teníamos a la oposición: el PP nos atacó desde el Consorcio de Transporte, la Comunidad de Madrid, Delegación de Gobierno, el Ministerio de Hacienda (con Montoro)... Usaron las instituciones para hacer oposición y eso es de una deslealtad enorme.
P. En breve deja su acta de concejal y pasa al Congreso por Más País, ¿qué ciudad se encontró y cómo la deja?
R. Ha sido una experiencia intensa y apasionante. Me encontré una ciudad desordenada, que había vivido una crisis económica que se había saldado con servicios de bajo coste; una ciudad con problemas importantes. Había unos contratos integrales de zonas verdes o de limpieza, que eran leoninos. Ahora el PP lo ha reconocido y van a cambiarlos. La EMT tenía una flota envejecida y los autobuses se incendiaban por las calles. Bicimad, al borde de la quiebra; problemas con el arbolado... En cuatro años, hemos dejado un legado estratégico muy importante con respecto a calidad del aire, movilidad o recogida de residuos: reequilibramos los contratos de arbolado, para rebajar los niveles de peligro, o de basuras; renovamos la flota de EMT y saneamos la empresa; salvamos Bicimad; hemos desplegado la recogida de residuos orgánica… En una legislatura hemos pasado de una ciudad desordenada a una ciudad con estrategias firmes. Otra cosa es que estén intentando desmantelar ese legado.
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