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Desalojada sin incidentes la acampada de sin techo del Prado tras seis meses

Tras la retirada de las tiendas de campaña de madrugada, un portavoz del movimiento Nadie sin Hogar asegura que volverán a instalarse en la zona

Tiendas de campaña frente al Ministerio de Sanidad en abril, durante los primeros días de la acampada. En vídeo, declaraciones del alcalde de MAdrid sobre el desalojo.Vídeo: Luis sevillano | EP

La acampada de personas sin techo que desde el 16 de abril permanecía instalada en el Paseo del Prado, frente al Ministerio de Sanidad, para reclamar el derecho a una vivienda, fue desalojada sin incidentes en la madrugada de este viernes. Samur Social atendió a 48 hombres y 9 mujeres, a quienes se trasladó en primera instancia a un centro de asistencia del Ayuntamiento. Fuentes del Consistorio de la capital señalaron que se ofrecerán soluciones individualizadas tras estudiar cada caso.

En agosto, pasados cien días de acampada, el Ayuntamiento reveló que solo 12 de los 80 acampados en el Paseo del Prado eran realmente personas sin techo. En Madrid hay 2.772 personas sin hogar, según el informe coordinado por el Samur Social de 2018.

Algunos de los desalojados se concentraron durante la mañana del viernes frente al Ayuntamiento, en una protesta que ya tenían prevista. Un portavoz de la acampada y del movimiento Nadie sin Hogar, Micky Carrera, aseguró que volverán con las tiendas de campaña a la zona.

El alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, aseguró este viernes que el desalojo de los' acampados es un "aviso" para otras ocupaciones ilegales de calles y edificios en la capital. El regidor ha negado que se haya "precipitado" el desalojo ni que este operativo se debiera a la visita de expertos de la UNESCO para evaluar la candidatura del eje Retiro-Prado como Patrimonio Mundial de la UNESCO.

Las razones por las que el Ayuntamiento ha procedido al desalojo, añadió Almeida, en declaraciones a los medios, es por la existencia de varios informes. Así, había escritos del área de Salud donde se aconsejaba el desalojo por "razones sanitarias", otro de Medioambiente que destacaban los problemas generados en una zona "especialmente protegida" y otro informe del área de Cultura.

La vicealcaldesa de Madrid, Begoña Villacís, ha destacado que el desalojo se llevó a cabo "sin ningún tipo de problema". "Han abierto las tiendas, sin avisar, en mitad de la noche, nos han enchufado con las linternas en la cara, cegándonos, y sin ninguna explicación nos han dado cinco minutos para recoger nuestras pertenencias", señaló Carrera, portavoz de los acampados. "Ha sido muy dramático, había personas mayores llorando, gente con ataques de ansiedad. Estamos en estado de shock, nos han tratado como si fuésemos terroristas", añade Andrés, otra persona sin hogar, que participó en la concentración.

"Quieren invisibilizar el problema y, para ello, se han impuesto medidas policiales sobre las sociales", señaló por su parte Javier Barbero, concejal de Más Madrid, que acudió a la concentración frente al Ayuntamiento. El concejal, que reconoce que su gobierno no hizo lo suficiente para atajar el problema de las personas sin hogar, indicó que pedirán responsabilidad al gobierno.

No todos quieren ir a albergues

Un total de 94 agentes municipales apoyados por 59 agentes nacionales retiraron 141 tiendas de campaña, en una intervención que comenzó sobre las cuatro de la mañana del viernes.  No les habían avisado previamente.  Al desalojo, que adelantó Madridiario.es, acudieron 12 profesionales de Samur Social en cuatro unidades móviles y un autobús para ofrecer asistencia a los desalojados que la requiriesen.

Como resultado de la intervención policial se ha identificado a 87 personas, se han puesto 30 denuncias por vulnerar las ordenanzas municipales y otra en virtud de la Ley de Protección Ciudadana, y se ha detenido a una persona sobre la que pesaba una reclamación judicial. Todo lo levantado se ha llevado a un vertedero excepto un camión con los bienes inventariados.

Varios de los participantes consideran que el objetivo del desalojo es restar fuerza al movimiento. "Nos han desperdigado por diferentes albergues para fraccionar el grupo", afirmó Enrique, franqueado por sus dos perros Soma y Bruja. Otros de los participantes en la acampada se negaron a pasar la noche en uno de esos centros, como Pablo, obrero en paro que participó en la protesta desde abril y que guarda malos recuerdos de los albergues de la red del Ayuntamiento de Madrid: "A esos centros no voy porque yo no soy toxicómano, allí meten a todo el mundo y hay mucha confrontación". Miembros la ONG Solidarios para el desarrollo, que han apoyado la acampada desde el principio, indicaron que es habitual que muchas personas sin hogar rechacen ir a los albergues por esos motivos.

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