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Los animalistas quieren una consulta sobre los correbous

AnimaNaturalis desafía a ERC y Junts per Catalunya a no temer las consecuencias de una posible prohibición

Marc Rovira
'Bou embolat' en Amposta, en 2018.
'Bou embolat' en Amposta, en 2018.JOSEP LLUÍS SELLART

Las Terres de l’Ebre se componen de cuatro comarcas con una población total que no alcanza los 200.000 habitantes. El territorio se caracteriza por defender con firmeza sus singularidades. Las tradiciones, la gastronomía, el río y el característico acento que se imprime al habla son tan sagrados como sus fiestas. Y, de entre todas las fiestas que se celebran en el sur de Cataluña, las más populares son los correbous. O al menos eso parece cada verano cuando los municipios, sobretodo del Montsià y del Baix Ebre, programan sus fiestas mayores. Los festejos taurinos son, de largo, los actos más populosos. También es cierto que la agenda de actos está copada de bous.

Según la delegación de la Generalitat en las Terres de l’Ebre, el año pasado se celebraron 439 espectáculos taurinos en 207 días autorizados. Recortadores, encierros, bous al carrer y los controvertidos bou embolat y bou capllaçat, modalidad que consiste en prenderle fuego a unos bolas incandescentes que se le incrustan al toro en la cornamenta (bou embolat) y en atarle una soga a la cabeza y pasearlo por la calle (bou capllaçat), rellenan las verbenas de verano de varios pueblos.

Las Terres de l’Ebre tuvieron 439 espectáculos taurinos ene 2018

Algunas iniciativas ciudadanas, como la Plataforma Alternativa a la Fiesta Taurina, denuncian la saturación de bous en las fiestas y reclaman una mayor variedad en la oferta de ocio. Pero las comisiones de peñas taurinas y los ayuntamientos defienden el arraigo que tienen los bous y el poder de convocatoria que generan. Amposta es el epicentro de las fiestas que hacen al toro protagonista y el ayuntamiento los publicita como “una práctica festiva” de tradición “indiscutible”. El texto de las fiestas admite que despiertan “pasiones opuestas entre la población”. Está claro que hay un bando que tiene más altavoz que otro.

Animanaturalis es la entidad animalista más activa en criticar los correbous. La presencia de sus activistas en los festejos taurinos, donde acuden con intención de grabar y documentar posibles abusos sobre los animales, ha derivado en tensión y en algunos episodios de violencia en veranos anteriores. Aïda Gascón, portavoz de la asociación, denuncia que los aficionados a los toros son “una minoría muy ruidosa”, y expone que a la mayor parte de los residentes en las Terres de l’Ebre los toros “les da lo mismo o, directamente, sienten rechazo por algunas prácticas”. Se refiere Gascón al bou embolat y al bou capllaçat “las modalidades más violentas”, opina. En este sentido, Animanaturalis quiere promover una consulta ciudadana para poder acreditar el grado de indiferencia —o de aceptación— de la gente con respecto a los toros. “Se tata de quitar el miedo a Junts per Catalunya y a Esquerra”, señala la portavoz de Animanaturalis.

La ley que blindó los festejos contó con CiU, ERC, PP y parte del PSC
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Las dos fuerzas independentistas no tienen reparo en mantener un discurso dual en lo que se refiere a los toros: radicalmente opuestos a que se celebren corridas en plazas pero ignoran —o directamente apoyan— los correbous en las Terres de l’Ebre. Amposta está gobernada por Adam Tomàs, de ERC, Deltebre por Lluís Soler, de Junts per Catalunya, quien además preside el patronato de Turismo de la Diputación de Tarragona. Otros municipios con oferta taurina son Sant Carles de la Ràpita y l’Aldea, en manos de ERC y de Junts, respectivamente. También son protagonistas los bous en Sant Jaume d’Enveja, donde gobierna el PSC. “Una consulta ciudadana serviría para conocer realmente qué opina la gente y sería un instrumento de fuerza para poder plantear el tema a los partidos políticos”, añaden desde Animanaturalis. La entidad entiende que la consulta es indispensable en las Terres de l’Ebre.

La ley que protege los correbous en Cataluña data de 2010, cuando Convergència, ERC, PP y la mayoría de los diputados del PSC, aprobaron el blindaje. Entonces, en las filas del PSC estaba Toni Comín, actual vicepresidente del Consejo per la República creado por Carles Puigdemont. Comín votó a favor de proteger los correbous pero, luego, argumentó que los avaló por equivocación. Esquerra en las Terres de l’Ebre no ha ocultado sus rifirrafes con la dirección del partido por este tema. El más evidente fue cuando varios cargos aplaudieron una campaña de difusión de la supresión de correbous en Torroella de Montgrí donde aparecía el logo de ERC.

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