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“He tocado el cielo y he estado en el infierno”

El Dioni cumple 70 años en dos meses. Robó un furgón con 300 millones de pesetas. Hoy vive con 830 euros al mes

Rebeca Carranco
Dionisio Rodríguez, el Dioni, esta semana en Madrid.
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Dionisio Rodríguez, conocido por todos como El Dioni, cumple 70 años en dos meses. Es abuelo y bisabuelo, explica por teléfono. Hace 30 años cogió un furgón blindado, cargado con 300 millones de pesetas, y se pegó el piro, que le cantó Sabina. “Fue sin amenazas, cantando Jalisco no te rajes, y lo dejé bien aparcado para que ni lo multaran”, recuerda, soltando las frases de retahíla, como quien ha explicado mil veces la misma historia.

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Confiesa que está un poco cansado de El Dioni. “Quiero ser Dionisio Rodríguez”, dice. El hombre “normal, respetuoso, puntual, trabajador y creyente”, que vive en el mismo barrio de Moratalaz, en Madrid, desde hace 28 años, y “que compra en el Carrefour y en el Día”. Pero él se debe a su audiencia. “Cumplo con la fama de la forma más respetuosa”. Por eso atiende a los medios siempre que se lo piden. Cuando le pagan y cuando no.

Su historia es muy conocida. Robó el furgón que conducía el 28 de julio de 1989, se llevó la mayor parte del dinero y se fugó a Brasil. “Vivía en el barrio de Pelé, del cantante Roberto Carlos, del piloto Ayrton Senna... Yo era el más guarrindongo de todos los millonarios”. Fueron 55 días de miel y rosas. O de mujeres, despilfarro y diversión.

“Intenté sacar los pies de las alforjas, pero no pude”

Lugar de nacimiento y años: Madrid, 69 años.

Formación: Exvigilante, ladrón, cantante y concursante de realities.

El peor momento de su carrera profesional: Cuando fue torturado en Brasil por la policía después de ser detenido. Había robado un furgón blindado en España, cargado con 300 millones de pesetas.

Qué hace actualmente? Es un pensionista, que vive con su mujer en Moratalaz con 830 euros al mes. Acaba de publicar el libro Yo robé un furgón blindado (Muevetulengua).

“He comido, he bebido, he mantenido relaciones sexuales, he viajado en helicóptero, en avioneta...”. 55 días en los que exprimió la vida y lo que robó. Hasta el punto de pensar en operarse. Acudió a un médico que le recomendó un amigo a su vez amigo de uno de los cirujanos plásticos más conocidos del mundo, el doctor brasileño Ivo Pitanguy. “Tenía el tabique nasal un poco desviado y quería corregírmelo. Como me tenían que hacer anestesia completa, me dijo que me podía hacer algún retoque, quitarme las patas de gallo, una liposucción... Esas cosas”.

Pero niega que el cirujano le delatase a la policía brasileña por querer operarse la cara. “El chivatazo es más bien de uno de los que se quedaron en Madrid”, dice, en referencia a las personas que le ayudaron a guardar parte del botín robado y que se lo enviaban a Brasil.

A partir de ese momento, todo se truncó. El Dioni, o quizá Dionisio Rodríguez, no lo ha olvidado y lo ha dejado plasmado en un libro que acaba de publicar, Yo robé un furgón blindado (Muevetulengua). “La detención y la crueldad con la que me torturaron... Incluso inmersiones en el mar”, explica. Solo su familia, dice, conoce a fondo todos los detalles de su calvario al ser torturado por unos policías que, según él, querían saber dónde estaba el dinero robado que suponían que había escondido en Brasil.

Luego fue extraditado a España, donde los agentes recuperaron 150 de los millones saqueados. “Aquí me putearon”, cuenta, porque le pasearon por seis prisiones distintas: Carabanchel, Alcalá Meco, Valdemoro, Soto del Real, Herrera de La Mancha y Alhaurín. “¡Allí jugué con Jesús Gil al parchís!”, rememora, sobre el exalcalde de Marbella, expresidente del Atlético de Madrid y protagonista del documental que se acaba de estrenar, El Pionero.

Con el polémico Emilio Rodríguez Menéndez como abogado, El Dioni no dejó de protagonizar portadas en los medios de comunicación. Incluso fue noticia por presentarse a las elecciones municipales de El Molar, en Madrid, donde la hemeroteca dice que sacó 10 votos. “Eso fue cosa del imbécil del abogado que tenía”, critica, y niega que llegase a ser candidato. “Se quedaba con el 90% de lo que me pagaban. Quería salir en la prensa”, se queja.

En esa etapa postfurgón, El Dioni personaje siguió saliendo en la tele. “Viajé con Sardà —el presentador del famoso programa Crónicas Marcianas— a Brasil”, recuerda. Años después, participó en Supervivientes, donde hoy hubiese coincidido con la tonadillera, y diva entre divas, Isabel Pantoja. “Canta de puta madre, pero no me gustaría tenerla de vecina”, confiesa Dionisio.

El dinero de Supervivientes o el que recibió por participar en otro reality, Acorralado, le dio para vivir un año cada uno, respectivamente. El resto del tiempo, El Dioni se dedicó a cantar. “Me he pasado 20 años actuando por salas de fiestas en España”, pero tuvo un cáncer en una de las cuerdas vocales y tuvo que dejarlo.

Ahora lleva una vida normal, si es que existe tal cosa. “Me levanto a las ocho de la mañana, me voy a andar, voy al médico, quedo con algún amiguete, con otros matrimonios. Voy al cine, al teatro...”. “Vivimos el día a día como cada español o española”, describe. Al mes recibe una pensión de 830 euros con la que sale adelante. “También las he pasado peor que un ñu cuando cruzó el Serengueti”, explica, sobre los apuros económicos que ha atravesado.

El Dioni lo tuvo todo: dinero, lujo, mujeres, éxito y hasta una canción compuesta por Sabina. “Con las yemas de los dedos he tocado el cielo, y con el cuerpo entero he estado en el infierno”. Si volviese a nacer, repetiría, pero mejor: “Hoy me llevaría más dinero”. Aunque no duda de que le volverían a pillar. “Los trabajadores no sabemos robar, no tenemos gestores, ni abogados, ni infraestructuras”. Resume su vida sin pesar, sin resentimiento: “Lo intenté, intenté sacar los pies de las alforjas y no pude”.

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Sobre la firma

Rebeca Carranco
Reportera especializada en temas de seguridad y sucesos. Ha trabajado en las redacciones de Madrid, Málaga y Girona, y actualmente desempeña su trabajo en Barcelona. Como colaboradora, ha contado con secciones en la SER, TV3 y en Catalunya Ràdio. Ha sido premiada por la Asociación de Dones Periodistes por su tratamiento de la violencia machista.

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