Alcorcón rehabilita a un policía condenado por pegar a un detenido esposado
Un informe municipal concluye que el agente cumple todos los requisitos para volver a su puesto
Mario M. del B., un sargento de la Policía Municipal de Alcorcón que fue condenado a seis meses de prisión y a dos años de inhabilitación por pegar a un detenido esposado, regresará en unos 10 días a su puesto de trabajo. El agente había pedido su reingreso en el cuerpo, pero su expediente nunca se llegó a tramitar. El instructor ha dado el visto bueno a su reincorporación. En su día el Tribunal Supremo ratificó la sentencia de la Audiencia Provincial y concluyó que la condena impuesta fue muy favorable para el condenado a la vista de la “brutalidad singular” empleada.
Un vídeo grabado por el agente 1369 con su teléfono móvil el 21 de febrero de 2009 sacó a la luz la agresión del entonces cabo de la Policía Municipal. Unos compañeros suyos habían detenido a Ernesto C. A. tras haber cometido un delito contra la seguridad del tráfico, al conducir ebrio. Trasladaron al conductor esposado con las manos a la espalda a las antiguas dependencias de la calle de la Jabonería. El arrestado empezó a gritar que los agentes le habían pegado. Según se oye en el vídeo, Mario M. del B. le contestó: “Si te pego yo…” a lo que Ernesto le respondió: “Pégame, pégame, pégame”.
El cabo le propinó tres bofetadas en un primer momento, tras lo cual le increpó: ¿Quieres más, eh? ¿Pero con quien te crees que estás hablando?”. Después terminó con un “pintamonas”. Las imágenes terminan enfocando las botas del agente que grabó el vídeo y tras oírse otros dos bofetones.
El vídeo se mantuvo oculto durante 19 meses hasta que lo difundió Telemadrid, en septiembre de 2010. Los responsables del Ayuntamiento, entonces en manos del PSOE, suspendieron al agente de empleo y sueldo y un juzgado de la localidad abrió diligencias penales. La Sección Séptima de la Audiencia Provincial de Madrid condenó al mando por un delito contra la integridad moral de las personas, recogido en el artículo 175 del Código Penal. El condenado recurrió la sentencia en casación ante el Tribunal Supremo, que consideró probado que el policía dio “hasta cinco fuertes bofetones acompañados de expresiones evidentemente ofensivas para la víctima”. Y eso se produjo hacia una víctima que estaba “detenida, engrilletada y con las manos en la espalda”, por lo que su peligrosa era “nula”.
Indulto denegado
Una vez conocido el fallo del Supremo, el policía pidió el indulto al Gobierno de la nación, pero este le fue denegado en marzo de 2014. Eso motivó que la Audiencia Provincial de Madrid ejecutara la sentencia. No llegó a ingresar en prisión, ya que se trataba de su primer delito y la condena era inferior a dos años. El Ayuntamiento de Alcorcón, entonces dirigido por el PP, incoó un expediente que concluyó con la expulsión del agente del cuerpo policial.
Una vez que terminó su inhabilitación de dos años, el sargento pidió regresar a su puesto a través de una figura que recoge el derecho administrativo, pero que resulta muy infrecuente: la rehabilitación. El expediente nunca fue tramitado, pese a que cumplía con todos los requisitos formales que establece la ley. El grupo de Ciudadanos llevó al pleno municipal una moción para impulsarlo. Pero se encontró con la negativa del PP, que temía que la readmisión se volviera en su contra por una posible alarma social. Los compañeros de Mario se manifestaron durante varios plenos en los que pedían la rehabilitación. También acudió el propio afectado, que asistió impotente a la negativa de nombrar instructor de su expediente. Fuentes del PP adujeron entonces que el expediente había sido rechazado “por silencio administrativo negativo”. Pese a que tenía derecho a ello, Mario nunca recurrió a la jurisdicción contencioso-administrativa.
El cambio en el Ayuntamiento de Alcorcón, gobernado desde las pasadas elecciones municipales por el PSOE y Unidas Podemos Ganar Alcorcón, ha hecho que el expediente haya salido del cajón en el que estaba guardado y se haya impulsado en cuestión de semanas. Para ello se ha nombrado a un funcionario de carrera de nivel A-1 -el máximo en la Administración-, que ha recabado informes del departamento en el que trabajaba Mario (la Policía Municipal) y del Área de Recursos Humanos, junto con la sentencia de la Audiencia Provincial. Como esta mantuvo que se trataba de un hecho “menos grave”, el instructor ha dado su visto bueno a la reincorporación del funcionario.
“Es un caso bastante claro. Ya han pasado siete años desde que ocurrió todo aquello, tiempo más que razonable para que pueda volver a su puesto. El informe mantiene que el sargento se ha rehabilitado y que está perfectamente socializado, por lo que está en condiciones adecuadas para prestar servicio”, explicó a EL PAÍS el primer teniente de alcalde y concejal de Seguridad, Daniel Rubio. Este no supo concretar si Mario M. iba a permutar su puesto con otro sargento de Fuenlabrada. Esta opción se le presentó al antiguo equipo de gobierno para facilitar la vuelta a su puesto de trabajo.
El informe definitivo será elevado a la junta de gobierno que se celebrará este viernes y que tendrá que aprobarlo, por lo que en dos o tres días se le notificará la decisión al sargento. Este podría estar en su puesto en unos 10 días “como máximo”, según fuentes municipales. Los mandos policiales serán los encargados de ver qué área y qué turno ocupa dentro del organigrama del cuerpo.
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