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Caen de nuevo 10 especialistas en timar a ancianos con el tocomocho y la estampita

Los diez detenidos, que suman más de 300 detenciones, tienen una estructura criminal muy precisa, según la Guardia Civil

F. Javier Barroso
Un guardia civil delante del coche patrulla, en una imagen de archivo.
Un guardia civil delante del coche patrulla, en una imagen de archivo.ep

De nuevo ha sido detenido un clan familiar formado por 10 personas acusado de estafar a mayores por los timos de la estampita, el tocomocho y los falsos parientes. El grupo, que actuaba en toda la región, residía en la zona sur de la región, desde la que se movía a las provincias limítrofes de Toledo, Ciudad Real y Ávila. En ocasiones se desplazaba a la costa para estafar en Barcelona y Málaga.

El grupo de Policía Judicial de la Guardia Civil en Pinto inició las investigaciones al ver que habían crecido las denuncias por timos en la zona sur y que la forma de actuar del grupo era siempre la misma. Dos o tres personas se acercaban a personas mayores que iban solas a las que intentaban engañar. En caso de que se resistieran, no dudaban en emplear la violencia. Al frente de todo el entramado estaba la matriarca, que con 55 años, cuenta con numerosos antecedentes policiales. Esta se encargaba de gestionar el dinero estafado a través de compras de inmuebles y de vehículos. También daba parte de los beneficios a sus hijos y los cónyuges de estos.

Los integrantes de la banda residen en Móstoles y Casarrubios del Monte, donde la Policía Nacional ya desarticuló a este grupo a finales del pasado diciembre, acusados de cometer más de 230 estafas a ancianos.

La forma de actuar del grupo siempre era la misma. Acudían a zonas frecuentadas por personas mayores que iban solas para hacer sus paseos matutinos. Unas veces empleaban el tocomocho. Uno de los integrantes de la banda ofrecía un billete de lotería premiado a la víctima, mientras su compinche le decía que él estaba interesado en comprarlo. Tras hablar durante un rato, llegaban al acuerdo de que lo compraban a medias. Para ello, llevaban a la víctima a su domicilio o a alguna sucursal bancaria para conseguir dinero. Una vez que lo tenían, decían que se bajara del coche para comprar algún medicamento o alimento. Era el momento en el que huían a toda velocidad.

También utilizaban el timo de la estampita. Uno de los detenidos se hacía pasar por una persona con deficiencias mentales y le ofrecía a la víctima una mochila con billetes. El segundo integrante de la banda le ofrecía cambiarle la mochila a medias. A los pocos minutos, volvía a aparecer esta segunda persona con un sobre con el dinero referente a su parte instando a la víctima a que fueran los tres hasta una entidad bancaria a sacar el dinero o a su vivienda si lo tenía en metálico. Cuando la víctima les había entregado el dinero, la persona que hacía de deficiente reclamaba chocolates para que el anciano se bajara del vehículo. Entonces, los tres huían del lugar.

Falsos parientes

El tercer timo utilizado era el conocido como del parentesco. Los arrestados simulaban ser parientes lejanos y le comentaban que en la actualidad regentan una joyería y que buscan joyas antiguas para realizar reproducciones. Una vez que se ganan la confianza de los ancianos y estos acceden a prestarles sus joyas para que las fotografíen, se marchan del lugar con su botín.

La Guardia Civil ha esclarecido hasta el momento 28 estafas relacionadas con el grupo desmantelado, ocurridas en Barcelona y Villafranca del Penedés (Barcelona), Marbella (Málaga), Burgohondo (Ávila), Manzanares (Ciudad Real), Ocaña, Sonseca y Yepes (Toledo), Pinto, Villaviciosa de Odón, Arganda del Rey, Perales del Río, Mejorada del Campo, Rivas Vaciamadrid, Galapagar, Madrid, Ciempozuelos, Boadilla del Monte, Navalcarnero y Collado Villalba en Madrid. También se les imputa un delito de blanqueo de capitales y otro de pertenencia a grupo criminal.

El grupo organizado lo formaban 12 personas con vínculos familiares, 7 hombres y 5 mujeres de origen español y con edades comprendidas entre los 21 y los 57 años, que tenían fijada su residencia en Móstoles, Navalcarnero, Quijorna y Casarrubios del Monte.

Del estudio realizado por los investigadores, se estima que el grupo podría haber obtenido unos beneficios superiores a los 140.000 euros. Entre los efectos intervenidos, figura un guion para perpetrar el timo del “tocomocho” de forma exitosa.

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Sobre la firma

F. Javier Barroso
Es redactor de la sección de Madrid de EL PAÍS, a la que llegó en 1994. También ha colaborado en la SER y en Onda Madrid. Ha sido tertuliano en TVE, Telemadrid y Cuatro, entre otros medios. Licenciado en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid, está especializado en Sucesos y Tribunales. Además, es abogado y criminólogo.

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