El “terrorista” que atentó contra una ‘mossa’ en Cornellà se radicalizó solo
La Audiencia Nacional cierra la causa contra Abdel Taib, que fue abatido por la agente
El ataque que Abdel Taib perpetró contra la comisaría de los Mossos d’Esquadra en Cornellà (Baix Llobregat) hace menos de un año fue un “atentado terrorista”. La Audiencia Nacional ha cerrado ahora la investigación del caso y concluye que Taib —que intentó matar a una agente con un cuchillo y fue abatido— actuó solo tras un profundo proceso de autoradicalización. “No puede confirmarse que fuera influido, inducido o presionado para cometer el atentado”.
A las 5.30 horas del 20 de agosto de 2018, Abdelouahab Taib, argelino de 29 años, salió de la casa donde vivía con su exmujer, caminó diez minutos y llamó al timbre de la comisaría de los Mossos. Dijo que iba a hacer “una consulta”, según documentos a los que ha accedido EL PAÍS. La mossa que atendía la ventanilla le abrió la puerta. Abdel se acercó y farfulló “yo es que...” antes de sacar del chándal un cuchillo de cocina de 22 centímetros de hoja. Al grito de “Allah”, se abalanzó con un movimiento brusco y repentino sobre la agente, que repelió el ataque con la silla. El joven la persiguió entonces por los pasillos de comisaría hasta que la mujer disparó su arma cuatro veces. Tres balas impactaron en el cuerpo del agresor. Murió en el acto.
Dos procesos judiciales
El ataque de Cornellà dio lugar a dos procesos judiciales paralelos. Uno, en el municipio —para investigar si la actuación policial fue correcta— se archivó definitivamente el pasado octubre con el resultado de que la mossa fue exculpada al actuar en defensa propia. El otro, en la Audiencia Nacional, ha concluido ahora, tras una exhaustiva investigación para aclarar las motivaciones de Abdel, que atravesaba por un momento personal muy complicado. El joven había confesado a su mujer, una española conversa al islam, que había tenido relaciones sexuales con hombres y debía abandonar el domicilio en cuestión de días.
El magistrado Ismael Moreno elevó a la sala el caso tras “constatar que el ataque fue un atentado terrorista con el ánimo de acabar con la vida de la agente de servicio”. Más allá de los problemas personales, Taib emprendió un proceso de autoradicalización en solitario que le llevó a acercarse a visiones más extremas del islam, concluye la investigación. No se ha podido constatar que haya sido “influido por ninguna persona o grupo para la radicalización en el islam”.
El sindicato de Mossos USPAC se personó en la Audiencia Nacional como acusación particular en nombre de la agente. La decisión permite ahora a la mossa —que permaneció tres meses de baja— solicitar el reconocimiento como víctima del terrorismo y percibir la correspondiente indemnización. Aunque los Mossos ya le concedieron la medalla de plata, USPAC “lamenta” que la Generalitat no haya estado presente en la causa y critica la “absoluta desidia e incompetencia” del consejero de Interior, Miquel Buch, y del secretario generla y máximo responsable de la asesoría jurídica, Brauli Duart.
Una ‘app’ para el cambio ‘exprés’ de Taib
La confesión de Abdel Taib, a su mujer, de que había mantenido relaciones sexuales con hombres le cambió el carácter. Según las declaraciones prestadas por diversos testigos ante los Mossos, en cuestión de semanas el joven pasó de llevar una vida relajada y lejos de la religión —amigos, fútbol, playa— a acudir “dos o tres veces al día” a la mezquita Al Tauba de Cornellà. Taib cambió su perfil de Facebook, se dejó una larga y poblada barba y se alejó de sus amigos.
Su proceso de radicalización fue, concluyen los investigadores, rápido y soledad. Se ayudó de las redes sociales y de aplicaciones de telefonía móvil, concluyen los Mossos. Por ejemplo, Muslim Pro, una app de “referencia sobre el islam”, que incluye información sobre “rezos, horarios, suras del Corán, hadices, etcétera”. “El estudio de instalación y conexiones a la misma muestra un aumento significativo del interés por la religión musulmana a tres meses del atentado terrorista y hasta unos minutos antes de cometerlo”, señalan los informes.
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