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‘Splash’ y ‘glugluglu’ contra los golpes de calor

La Generalitat lanza una campaña para prevenir los efectos para la salud de la ola de calor: hay que hidratarse, refrescarse y descansar cuando se hacen actividades al aire libre

Jessica Mouzo
Colas para acceder a la piscina de Vallparadís de Terrassa
Colas para acceder a la piscina de Vallparadís de TerrassaCristóbal Castro

Splash, glugluglu y Zzzzz. Eses son los consejos de la Generalitat para combatir los efectos de la ola de calor que sufre toda la península y Baleares. El Departamento de Salud ha tirado de onomatopeyas para recordar las indicaciones que los ciudadanos deben tener en cuenta ante episodios de altas temperaturas. Así, para evitar el ufff que acompaña los sofocos producidos por el calor, hay que hidratarse —glugluglu semeja el sonido de la ingesta de agua—, refrescarse —splash evoca a un chapuzón— y hacer pausas y descansar cuando se trabaja bajo el sol —Zzzz, como un ronquido—. El año pasado, 65 personas sufrieron un golpe de calor en Cataluña y 28 de ellas fallecieron.

Las temperaturas extremas pasan factura a la salud. Igual que en invierno, cuando las autoridades sanitarias despliegan un dispositivo preventivo contra la bajada del termómetro —vacunación de la gripe, mantener el hogar a una temperatura adecuada, etc.—, la llegada de una ola de calor en verano ha obligado al Departamento de Salud a reforzar la vigilancia y las recomendaciones para evitar daños en la población. El principal riesgo ante la subida de las temperaturas son los golpes de calor, un trastorno potencialmente grave, que se caracteriza por una temperatura corporal por encima de los 40 grados, pulso rápido y fuerte, mareos, náuseas y confusión.

Para combatir estos trastornos, el Departamento de Salud ha lanzado una curiosa campaña en la que recuerda la necesidad de beber agua o zumos de frutas naturales de forma constante, refrescar las zonas expuestas al sol cada cierto tiempo, protegerse del sol con crema solar y evitar la exposición y las actividades al aire libre en las horas de mayor temperatura. "Afectan más las variaciones en la temperatura que el calor sostenido. El golpe de calor implica una afectación en el sistema nervioso central que puede derivar en convulsiones y un fracaso del organismo", ha apuntado el secretario de Salud Pública de la Generalitat, Joan Guix.

Los colectivos de riesgo son los ancianos, los menores de cuatro años, las personas con discapacidad y los enfermos crónicos. Pero Salud Pública también ha puesto el foco en los trabajadores expuesto a ambientes calurosos y las personas que realizan actividad física en el exterior. "En 2003 se empezaron a contabilizar los casos de golpe de calor. La mortalidad ese año fue un 53% mayor que en 2002 y los ingresos programados aumentaron un 7,5%. Desde entonces, solíamos tener entre uno y tres fallecidos cada año, hasta 2018, cuando se produjo el salto importante. Y estábamos acostumbrados a que los afectados fuesen gente mayor y bebés, pero cambió el patrón: había más gente de mediana edad, que estaba haciendo actividades al aire libre", ha relatado Guix.

Salud ha asegurado que el Departamento de Trabajo y los inspectores han reforzado la vigilancia para evitar riesgo en el colectivo de trabajadores que ejercen al sol. Además, frente a la ola de calor que se cierne sobre Cataluña, algunos municipios como Sant Cugat y Terrassa, han abierto las piscinas municipales de forma gratuita para facilitar el acceso a zonas frescas a sus vecinos.

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Sobre la firma

Jessica Mouzo
Jessica Mouzo es redactora de sanidad en EL PAÍS. Es licenciada en Periodismo por la Universidade de Santiago de Compostela y Máster de Periodismo BCN-NY de la Universitat de Barcelona.

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