El PP suspende un concierto solidario con los refugiados
‘La Gasolinera’, un espacio vecinal, denuncia el fin de su actividad por culpa del consistorio
El Ayuntamiento de Madrid ha suspendido un concierto solidario con los refugiados en el espacio vecinal La Gasolinera, en el distrito de Salamanca. “Ya teníamos las bebidas y la comida comprada para el sábado”, cuenta indignada Alba, vecina del barrio y una de las personas que se movilizó para poner en marcha este entorno al aire libre junto al centro cultural Buenavista hace tres años. Esperaba recaudar fondos a través de la ONG Red Sos Refugiados para quienes permanecen en los campos griegos esperando un futuro que no llega lejos de su país.
Los vecinos que gestionan La Gasolinera pidieron al consistorio permiso para albergar el evento, que también incluye una paella popular, el pasado 11 de junio, antes de la llegada de José Luis Martínez-Almeida a la alcaldía. Y recibieron el visto bueno del anterior equipo. Sin embargo, el pasado miércoles les llegó el no de la Junta Municipal de Distrito, cuyo responsable es el concejal popular José Fernández Sánchez. En un documento se les advierte de que “se van a llevar a cabo labores de mantenimiento en esa fecha”, y que “la jornada podrá ser trasladada a otro espacio en lo que respecta al tema de las charlas”.
Algo que confirman fuentes municipales a este periódico que, por el contrario, achacan la suspensión del concierto a “la falta del informe de medioambiente por el exceso de ruido”. Además, añaden estas fuentes, “la policía municipal ha recibido quejas en anteriores ocasiones”. Otro integrante del colectivo, que no quiere ser identificado, es un vecino del barrio de 59 años. Asegura que los técnicos municipales del centro cultural han retirado la pancarta con el nombre del espacio autogestionado. Este hombre, un asiduo, asegura que “no ha habido mediación entre el nuevo concejal y la gente que lleva activa aquí desde hace 4 años”.
Alba, quien se reunió este jueves con la secretaría de la Junta de Distrito, asegura que la intención municipal es impedir que los vecinos sigan celebrando actividades allí, ya que “solo permitirán las de asociaciones constituidas jurídicamente”, un estatus del que carecen los vecinos que se juntan en este espacio, lo que, supone “el fin de las actividades”. Lo que no reconocen desde el Ayuntamiento. La Gasolinera, dicen sus gestores, se topó desde el comienzo con una oposición “beligerante”.
El Consistorio, con Manuela Carmena al frente, reformó en 2016 la parcela de 150 metros cuadrados —abandonada desde 2010— en el barrio de La Guindalera y es de titularidad municipal. La puesta en marcha del proyecto, consensuado a través de un proceso participativo y que gira entorno a un huerto urbano, costó 100.000 euros. También lo usan ancianos de un centro de mayores.
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