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Cs levanta el veto a Vox para intentar que la derecha cope el poder en Madrid

Aguado se cita con Monasterio justo antes de la decisiva votación de la Cámara autónoma madrileña, el martes

La candidata de Vox a la Comunidad de Madrid, Rocío Monasterio, momentos antes de recoger su acta de parlamentaria de la Asamblea de Madrid. En vídeo, declaraciones de Ignacio Aguado del pasado viernes.
Juan José Mateo

La primera reunión entre Ignacio Aguado (Ciudadanos) y Rocío Monasterio (Vox) ha servido este domingo para intentar desbloquear la alianza a tres con el PP que la derecha quiere articular para gobernar el Ayuntamiento y la Comunidad de Madrid. La ejecutiva de Ciudadanos vetó negociar con Vox hace una semana. Sin embargo, la necesidad de pactar ya la presidencia de la Asamblea regional —que se vota este martes— ha llevado a Aguado a dar un paso que puede facilitar las negociaciones. Aún no hay acuerdo.

Los resultados de las elecciones dejaron el gobierno del Ayuntamiento de Madrid y el de la Comunidad en manos de un acuerdo entre los representantes del PP, Ciudadanos (Cs) y Vox. No obstante, la oportunidad de alcanzar el poder sin haber ganado los comicios —en los que se impusieron, respectivamente, Más Madrid y el PSOE— no sirvió para lograr un entendimiento inmediato. Cs vetó cualquier negociación directa con Vox. Y Vox exigió que hubiera una mesa a tres en la que se le tratara como igual. Esas dos posiciones estratégicas generaron un bloqueo. Hasta este domingo. La necesidad de que las tres fuerzas unan sus votos para elegir al presidente de la Asamblea de Madrid —que se vota este martes—, y la posibilidad de que el PSOE logre el puesto si no hay acuerdo, han azuzado a que se celebre una reunión entre Aguado y Monasterio. Cs y Vox no se habían reunido nunca. Todavía no hay ningún acuerdo.

"Hasta Ángel Gabilondo se ha reunido con Monasterio", ha argumentado un asesor de Aguado, que ha iniciado las negociaciones con el PP reclamando la presidencia de la Asamblea, para lo que también necesita el apoyo de Vox. "Pura cortesía parlamentaria", ha insistido este interlocutor, usando la reunión que tuvieron el viernes el PSOE y Vox para ejemplificar que en la mantenida este domingo no hubo ningún contenido programático.

"La reunión ha sido para estudiar propuestas de programa y acercar posturas", han contrapuesto desde Vox, que con la cita ha logrado el hito de que Ciudadanos le reconozca como una fuerza homologable a cualquier otra. "No hemos renunciado a entrar en el Ejecutivo", han añadido.

Las dos versiones opuestas muestran el esfuerzo que ha supuesto para Cs dar un paso clave para intentar el desbloqueo. Los dos partidos pactaron una convocatoria sin periodistas, no distribuyeron ninguna imagen del encuentro y dejaron así abierta la puerta a que cada uno defendiera que no había variado sus planteamientos previos.

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Sin embargo, la reunión ha provocado que el candidato de Cs en el Ayuntamiento de Barcelona, el ex primer ministro de Francia Manuel Valls, haya mostrado su "preocupación" por el encuentro. En un mensaje publicado en su cuenta de Twitter, acompañado de una imagen de Aguado y Monasterio, Valls ha dicho: "Pactos anunciados entre el PP y Vox en muchas ciudades... reuniones de líderes de partidos constitucionalistas con Vox... ¿normalidad democrática? ¿normalización de un partido de extrema derecha? No es lo mismo y no puedo esconder otra vez mi gran preocupación". En un segundo tuit, Valls ha pedido "responsabilidad" en todos los territorios de España para no depender de "separatistas o de la extrema derecha". "El futuro de España, de nuestras comunidades o de nuestras ciudades no puede depender de los separatistas o de la extrema derecha. Madrid, Navarra, Barcelona... cada uno tiene que asumir sus responsabilidades y ser coherente", ha asegurado Valls, que ofreció sus votos a Ada Colau a cambio de nada para que revalide la alcaldía de Barcelona y así evitar que el independentista Ernest Maragall (ERC) gobierne la ciudad.

Pendientes de la capital

Tras el encuentro entre los dos líderes autonómicos, queda el de los municipales. Javier Ortega Smith, candidato capitalino de Vox, no se ha reunido aún ni con José Luis Martínez-Almeida (PP) ni con Begoña Villacís (Cs). "No ha habido ningún contacto", dijeron fuentes del partido de Rivera.

Como el nombre del próximo alcalde de Madrid se decidirá el próximo sábado, 15 de junio, es previsible que ese encuentro se produzca en los próximos días. Los partidos de derechas se verán instigados en la capital por el mismo argumento que en la Comunidad. Igual que el PSOE obtendría la presidencia de la Asamblea si no alcanzan un acuerdo para evitarlo, Manuela Carmena retendría el bastón de mando en Madrid si no firman un pacto.

Mientras tanto, el PP espera. La formación de Isabel Díaz Ayuso ha abierto sendas negociaciones en paralelo con Ciudadanos y Vox, con la esperanza de sumar los votos de los tres partidos cuando lleguen las tres fechas clave: el 11 de junio en la Asamblea de Madrid, el 15 en la capital y el 11 de julio en la primera votación para la investidura del próximo presidente de la Comunidad.

Díaz Ayuso aspira a ocupar ese puesto, igual que Martínez Almeida, el de alcalde. Sin embargo, ni Cs ni Vox asumen que ese vaya a ser el resultado final de las conversaciones, incluso si hay acuerdo. Pese al acercamiento de este domingo, la formación conservadora sigue enfrascada en la trabajosa estrategia que supone mantener reuniones en paralelo con cada uno de sus posibles socios, con la que logró gobernar Andalucía. No ha habido aún una reunión conjunta de PP, Cs y Vox.

Sobre la firma

Juan José Mateo
Es redactor de la sección de Madrid y está especializado en información política. Trabaja en el EL PAÍS desde 2005. Es licenciado en Historia por la Universidad Complutense de Madrid y Máster en Periodismo por la Escuela UAM / EL PAÍS.

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