La Diputación ve “difícil” ampliar la plantilla de bibliotecarios de Barcelona
La institución invierte 300.000 euros en un moderno bibliobús ‘extensible’
El incremento de entre 40 y 60 personas (un 10 ó 15% más de las actuales 409 hoy en plantilla) que reclaman los trabajadores de la red de Bibliotecas de Barcelona, una de las demandas primordiales que han llevado estas dos últimas semanas a la primera huelga en la historia de la institución, “es una ampliación francamente difícil de poder asumir”, según valoraron ayer responsables del área bibliotecaria de la Diputación de Barcelona, que dirige, con el Ayuntamiento, el Consorcio de Bibliotecas de Barcelona (CBB). La entidad gestiona los 40 equipamientos municipales que tiene la capital catalana.
“Los recortes han afectado a todos, pero una ampliación de plantilla así es difícil de abordar; lo que debemos hacer es analizar las cargas de trabajo y buscar el máximo de efectividad”, opina Marta Cano, gerente de la Red de Bibliotecas Municipales de la Diputación.
Según Cano, “no se está llevando ninguna política de reducción de plantilla y, en cualquier caso, los estándares de ratio de personal que marca la normativa de biblioteca pública de la Generalitat de Cataluña se están cumpliendo”. A tenor de esos baremos, las bibliotecas con una área de influencia de 40.000 habitantes han de tener entre siete y nueve personas. El comité de empresa del CBB denuncia que, en al menos dos de los nueve equipamientos abiertos entre 2010 y 2018 —los de Vallcarca (1.225 metros cuadrados y cuatro plantas) y El Clot (1.732 metros cuadrados y 2 plantas)— “hay sólo seis personas y en la de Montserrat Abelló, de 4.000 metros cuadrados y tres plantas en Les Corts, hay 14, lo que obliga a hacer turnos de 12 horas dos días a la semana”.
La gerente de bibliotecas de la Diputación, entidad que aporta un tercio de los 21,2 millones de euros de presupuesto del CBB, recuerda que en la ciudad de Barcelona se ha incrementado el número de bibliotecarios itinerantes (sin centro fijo, destinados a cubrir vacantes e imprevistos): “De nueve se han pasado a 19 y antes de acabar el año habrá 23; de todas maneras, si se han de revisar los estándares, puede discutirse”. Asimismo, admitió que el número de personal interino para toda la provincia de Barcelona es “muy similar” al de la capital catalana (los sindicatos hablan del 70% y el CBB, de un 50%) y que es necesario “corregir” la política de mantenimiento de las instalaciones, que corre a cargo de los distritos municipales. También asume la necesidad de trabajar en un protocolo (“debería tenerse”) para los casos de agresiones sufridas por el personal. Ambos aspectos son puntos fuertes de las demandas del comité de trabajadores.
Cano hizo todas estas declaraciones frente al Tagamanent, el nuevo vehículo de la red de bibliobuses de la Diputación, que ha invertido 300.000 euros en el que será el más moderno de la decena que conforma una flotilla que ha visto como se remozaban cuatro en la última legislatura. Una plataforma extensible permite al vehículo, de 10,5 metros de largo, ampliar su ancho de 2,5 a 3,50 metros y organizar actos en su moderno interior, dotado con 4.500 libros y cedés, wi-fi, dos ordenadores, aire acondicionado y una gran pantalla, todo bajo líneas de leds de colores.
“¡Qué grande: los bibliobuses que recuerdo de pequeño eran más estrechos!”, coincidieron al subirse al Tagamanent (que dará servicio a municipios de Osona, Moianès y Lluçanès) algunos de los 15 escritores (Maria Barbal, Sebastià Bennasar, Najat el Hachmi, Llucia Ramis, Albert Sánchez Piñol, Màrius Serra...) que han participado en el libro de relatos inéditos L’illa dels tresors, con el que la Diputación obsequiará a quienes utilicen el servicio de préstamo a partir del 11 de junio, como guinda al centenario de la creación de las bibliotecas populares de la Mancomunitat.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.