Los robos en pisos bajan un 15% en Barcelona
En la ciudad se cometen de media 13 casos al día, la mayoría en el Eixample
Los robos en domicilios han descendido un 15% en la ciudad de Barcelona durante los primeros cinco meses del año. Se trata del primer dato positivo sobre la criminalidad en la capital catalana, que cerró el año pasado con un incremento del 17% de los delitos. Los Mossos atribuyen parte de los buenos datos a las operaciones policiales de los últimos meses, con más de una cuarentena de detenidos, que ha supuesto la desarticulación de grupos organizados, el ingreso en prisión de varios de sus miembros y un mensaje contra la impunidad.
“Todavía estoy lavando ropa, no sé quién ha tocado todas nuestras cosas”, lamenta Elia, una mujer de 70 años que a principios de mayo sufrió un robo en su piso en Barcelona. Estuvieron 12 días fuera y cuando llegaron se encontraron su casa revuelta. Después de darle muchas vueltas, cree que entraron de noche y “se estuvieron rato”. “Si hubiesen ido con prisas no se habrían tomado la molestia de sacar con cuidado la vajilla”, deduce. El robo les obligó a dormir fuera de casa la primera noche, para que los Mossos pudiesen trabajar bien.
El robo en pisos, como el de Elia, es un tipo de delito tipificado como no violento, pero genera una gran inseguridad para quien ve invadida su intimidad. Para calmar a los vecinos de Elia y el “efecto altavoz”, el mosso Abel Gimeno y su equipo, formado por Pau y Quim, han acudido una semana después a dar una charla en la comunidad de vecinos del distrito de Nou Barris.
Los esperan puntuales, a las ocho, una veintena de ellos arremolinados en la entrada del bloque de pisos. Nunca antes habían robado a Elia, que lleva 20 años en el barrio. Ni a ninguno de los vecinos que escuchan durante más de una hora a los agentes. Les dan consejos básicos: que pongan un interfono con cámara en el bloque, que lo ideal sería tener los buzones de correos fuera, que siempre cierren al salir de casa con llave, que cambien la cerradura si está vieja, que con el calor no dejen ventanas abiertas (“los ladrones trepan”)... Y como actitud de vida, “cierto sentimiento de desconfianza”. “Los ladrones se aprovechan de la amabilidad del ciudadano”, les dice Pau. Y ante cualquier duda o comportamiento raro, llamar al 112. Los vecinos asienten en un silencio solo interrumpido por el tintinar de algún manojo de llaves.
Los ladrones trepadores, las ventanas abiertas o los falsos vecinos son lo que Álex y Clara buscan en la otra punta de la ciudad, en el barrio de Tres Torres. Son los conocidos como furas, mossos de paisano que patrullan discretamente las calles. “Si miras por el retrovisor, verás que las calles están vacías como si fuese agosto”, dice Álex, mientras el vehículo policial sin logotipos va peinando las amplias calles del barrio bien de Barcelona.
“Aquí se les ve mucho”, cuentan, mientras por la emisora policial se radia lo que ocurre la tarde de un miércoles en el distrito de Sant Gervasi. A primera vista pueden intuir si el comportamiento de una persona no es normal, y entonces ya no se separan de él. Están los ladrones más simples, que “actúan por oportunismo puro y duro”, y “los georgianos”, coinciden, que “hacen muchas contras”, en referencia a contravigilancias en las que detectan a los agentes. Pero de un tiempo a esta parte, los robos han bajado.
En un patrullaje de tres horas tres alarmas obligan a cruzar el distrito de punta a punta con las sirenas a toda velocidad. Una de ellas era una persona que ha quemado su maleta y ha amenazado con matar a los trabajadores de un centro sanitario privado. Las otras dos, las pruebas de una alarma nueva de una empresa. “Pues funciona”, dicen resignados los agentes, sobre el viaje en balde.
El patrullaje como el de los fura, con el apoyo de las llamadas de vecinos informados, como la comunidad de Elia, permite que el 10% de los ladrones sean detenidos in fraganti, explica el subinspector de Mossos Manel Segura, responsable de Seguridad Ciudadana de Sants. En su distrito dan charlas a los administradores de fincas. “La actuación más contundente y eficaz es con la judicatura, que los ladrones entren en prisión”, afirma. “Hemos detectado que el mensaje llega a sus países y eso ha provocado una pequeña retirada” de los ladrones, añade. “Con más mossos haríamos más cosas”, admite, sobre la escasez d efectivos. Pero no cree que sea solo cosa de ellos: “La sociedad debe ser corresponsable. La policía no puede estar en todos los sitios, en todo momento”.
13 casos de media al día en la ciudad
Hasta mayo, en Barcelona se han cometido 13 robos en pisos al día de media. Los datos (1.988 denuncias) son positivos comparados con el mismo periodo del año anterior, cuando se produjeron 15 al día (2.344 denuncias). En el Eixample es donde más se roba, con uno de cada cuatro casos, seguidos del Ciutat Vella y de Nou Barris, explica el subinspector de Mossos Manel Segura. La policía espera que la tendencia positiva se mantenga, aunque en verano los robos suelen subir porque muchos pisos quedan vacíos. El año 2018 cerró con un 18% de casos más (6.359) que el año anterior.
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