Maragall exigirá gestos para el referéndum a sus posibles socios
El líder de ERC se reúne este miércoles con Colau y Artadi, por separado, para un pacto de investidura
Ernest Maragall (ERC) se reunirá este miércoles, por separado, con la alcaldesa en funciones Ada Colau y la número dos de Junts per Catalunya, Elsa Artadi, para tantearse de cara a posibles pactos en el Ayuntamiento de Barcelona. El ganador del 26-M pondrá sobre la mesa una propuesta de “acuerdo de investidura” —que no de gobierno— que incluya “la defensa de las libertades”, el rol del Ayuntamiento para lograr que haya un referéndum de independencia y medidas progresistas para reducir las desigualdades. Colau, por su parte, ha rechazado en un vídeo participar en un acuerdo “con las formaciones de derechas”.
“Lo que queremos es un gran pacto transversal, una amplísima mayoría social”, ha insistido este martes Maragall en una rueda de prensa en la que ha explicado su propuesta de plan de investidura. Este tiene dos vertientes. Por un lado, Esquerra busca acuerdos con acento progresista, con medidas de vivienda, seguridad, disminución de desigualdades y “la socialización de los éxitos” de la ciudad. Por el otro, la lucha por “el regreso de los prisioneros y exiliados y que nos acerquemos a la celebración de un referéndum de autodeterminación que permita expresar la voluntad colectiva”, ha dicho Maragall.
Para el ganador de las elecciones del pasado domingo, “Barcelona está en capacidad de hacer cosas en todos esos ámbitos. Tenemos el encargo de las urnas de liderar los grandes acuerdos”. Y ha puesto como ejemplo la interlocución en grandes foros internacionales de la ciudad y se ha mostrado partidario de dejar por escrito cuál debe ser el rol de la ciudad para lograr la libertad de los políticos en prisión o de promoción del derecho de autodeterminación.
Ciudadanos y Valls
Si Ciudadanos podría apoyar la investidura de Ada Colau -u otro candidato- para impedir que Barcelona tenga como alcalde al republicano Ernest Maragall no se sabrá hasta que lo discutan dentro de un órgano paritario de las dos formaciones que se coaligaron para hacer la lista municipal: Barcelona pel canvi y Ciudadanos. Carlos Carrizosa, presidente del grupo parlamentario de la formación naranja, no quiso ir más allá en un posible posicionamiento que evitara que la ciudad sea regida por un alcalde independentista. “La vigencia de lo que ocurra en la vida de los pactos se regirá por lo que acuerde el órgano paritario que tomará las decisiones. Por lo tanto cualquier acuerdo de coalición se debatirá en ese órgano”, precisó Carrizosa. Después, esa propuesta se elevará al comité ejecutivo del partido.
Carrizosa no quiso pronunciarse sobre si preferirían un ayuntamiento dirigido por Maragall o, por el contrario, por una coalición entre los comunes y el PSC. “No haré cábalas en lo que pudiera ocurrir”. En todo caso, sí que dejó claro que la posición debe ser tomada conjuntamente sin que pueda imponerse el criterio de Manuel Valls que ha mostrado su discrepancia públicamente del acercamiento de Ciudadanos a Vox, tanto en el gobierno de Andalucía, como ahora se apunta en la ciudad de Madrid. Carrizosa comentó que con Valls ya habían hablado de que aunque se ha pasado de cinco a seis regidores en Barcelona, el resultado no estaba a la altura de las “expectativas” que se habían formado.
Maragall ha negado que le esté pidiendo un cheque en blanco a los neoconvergentes y a los comunes y consideró que un acuerdo de investidura puede ser además el embrión de un pacto más estable. Los republicanos también han descartado que si este miércoles el recuento les da un escaño más (tendrían 11, lo que desempataría el resultado en escaños con Colau) se margine a Junts per Catalunya de las negociaciones ante la mayoría absoluta que sumaría ERC y comunes.
La relación de la número dos de Maragall, Elisenda Alamany, con Colau es muy tensa después de que Alamany abandonara los comunes en febrero pasado por sus desavenencias con la línea de la formación. Maragall la ha reivindicado como una pieza clave de su propuesta y ha lanzado una advertencia ante posibles vetos: “No negaremos ninguno de nuestros elementos. Faltaría más que tuviéramos que aceptar condicionamientos a nivel personal”.
Con todo, los republicanos llegan a las dos reuniones —que se harán aún sin equipos temáticos— conscientes de que Colau y Artadi se excluyen mutuamente en ese acuerdo de “amplio espectro” que Maragall sigue defendiendo. Pese a esta escenificación de un intento de pacto, ERC sabe que si no hay una mayoría alternativa la ley le ampara para llevarse la vara de alcalde. Una posibilidad que el nuevo líder republicano en el Ayuntamiento sigue reivindicando.
La alcaldesa fue más clara respecto a las posibilidades de un pacto alternativo que impida que Maragall sea investido el próximo 15 de junio. “Quiero dejar claro que en ningún caso haremos parte de una operación que implique acuerdos con las formaciones de derechas, ni Junts per Catalunya ni Ciudadanos”, ha dicho en un vídeo publicado en las redes sociales. Desde el entorno del PSC promueven la posibilidad de un gobierno de coalición con los comunes y que sea apoyado por Manuel Valls. Maragall repitió que considera “inverosímil” ese acuerdo.
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